La excepción.

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Al día siguiente Andrea fue con muletas al instituto.

Andrea estaba con los populares como todos los días.

Rachel estaba en clases y no sabía hacer un ejercicio, Andrea se acercó en muletas y le explicó el ejercicio.

-Perdón por lo que pasó ayer.-dijo Rachel.

-No te preocupes, está todo olvidado.-dijo Andrea.

-Ten cuidado con mi hermanastro, es un mujeriego. Cada día está con una chica distinta.-dijo Rachel.

Andrea se quedó quieta por un momento, procesando las palabras de Rachel. No podía creer que Regulus fuese así, tan desconsiderado y egoísta.

-Gracias por avisarme, Rachel. No tenía idea de que Regulus fuese así.- respondió Andrea, con un tono triste.

Rachel se acercó a ella y le tocó el brazo.

-No te preocupes, Andrea. No es tu culpa. Regulus es así, no lo vas a cambiar.-dijo ella, con un tono comprensivo.

Andrea se sintió triste y traicionada. Había creído que Regulus era diferente.

Pasó una semana después de eso Andrea ya no tenía que llevar muletas, Regulus se había estado acercando a Andrea durante esos días.

Andrea al principio pensaba lo que le dijo Rachel, pero poco a poco se fue enamorando de Regulus.

Regulus parecía que la trataba diferente a las demás, pero aún así Andrea se resistía y no caía a sus pies como las demás chicas con las que Regulus había coqueteado.

Regulus estaba hablando sus amigos.

-Pronto la tendré bajo mis pies. Dentro de poco le abro las piernas.-dijo Regulus.

-Tío, ella no es como las demás. Llevas un mes coqueteando con ella y todavía no ha caído a tus pies.-dijo Pablo.

-Lo sé, pero pronto caerá y pronto la tendré a mis pies.-dijo Regulus-. Solo hay que esperar un poco más.

Después una chica se acercó a Regulus.

-Te espero en mi casa.-dijo la chica.

-Ahí estaré.-dijo Regulus.

-Es tu nueva ligue.-dijo Raúl.

-Me la voy a tirar hoy por la tarde.-dijo Regulus-. Y después me tiraré a su hermana.

-Vaya amigo, el ganado va aumentando.-dijo Pablo.

-Mira, ahí está Andrea.-dijo Raúl.

Regulus giró la cabeza y vio a Andrea en su taquilla.

-Bueno, voy para allá.-dijo Regulus-. Deseadme suerte.

Regulus se acercó a donde estaba Andrea.

-¿Qué hay, princesa?- dijo Regulus, con una sonrisa coqueta en los labios.

Andrea lo miró con recelo, recordando las palabras de su hermanastra.

-Hola, Regulus.- respondió ella, con un tono frío.

Regulus se acercó a ella y le tocó la mejilla.

-¿Por qué estás tan fría conmigo? Pensaba que ya habíamos superado eso.-dijo él, con un tono lastimado.

Andrea se apartó de él y lo miró con disgusto.

-Sé lo que estás haciendo, Regulus. Solo estás coqueteando conmigo para conquistarme y luego tirarme como a las demás.- dijo ella, con un tono acusador.

Estrellas alineadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora