Conquistas y engaños.

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Al día siguiente Regulus estaba hablando con sus amigos.

-En una semana la tengo con la piernas abiertas y en mi cama.-dijo Regulus.

-Vaya estás muy confiado.-dijo Raúl.

-Créeme, lo sé. Ya la tengo casi a mis pies, pronto la tendré en mi poder.-dijo Regulus.

Regulus vio a Andrea en su taquilla y dijo:

-Me tengo que ir.

Regulus se acercó a Andrea.

-Hola princesa.-dijo Regulus con voz seductora.

-Hola.-dijo Andrea.

Regulus le empezó a acariciar la espalda a Andrea.

-Tenía pensado invitarte la próxima semana a cenar.-dijo Regulus.

-¿Cuándo?-preguntó Andrea dándose la vuelta.

-¿Qué te parece el viernes a las 8?-preguntó Regulus.

-Te daré la dirección de la casa de mi prima, esa semana me voy a quedar allí.-dijo Andrea.

-Perfecto, pues el próximo jueves me das la dirección.-dijo Regulus.

Andrea asintió y sonrió, después se fue a su clase y Regulus igual.

Regulus estaba contento. Sabía que estaba a punto de conquistar a Andrea.

En la clase de matemáticas, Regulus no podía dejar de mirarla. Ella era tan bella y deseable.

Andrea se dio cuenta de que Regulus la estaba mirando y le devolvió una mirada complice.

Regulus le sonrió y le mandó un beso con la mano.

Andrea lo miró con una sonrisa en los labios y volvió a la atención de la clase.

Cuando terminó la clase, Regulus se acercó a ella y le dijo:

-Andrea, no puedo esperar a la cena del viernes. Voy a hacerte sentir cosas que nunca has sentido antes.

Andrea sonrió y le dijo:

-Me encanta la forma en que piensas, Regulus. Pero recuerda que soy una princesa, no me doy a cualquiera.

Regulus la miró con deseo y le dijo:

-No te preocupes, Andrea. Te voy a tratar como se merece una princesa.

Andrea lo miró con una mezcla de desconfianza y deseo, pero no dijo nada.

Al día siguiente, Regulus estaba hablando con sus amigos.

-¿Ya estáis preparados para el viernes?-preguntó Regulus, con una sonrisa en los labios.

-Sí, estamos listos para ver cómo te llevas a la princesa a la cama.- respondió Raúl.

Regulus sonrió y se alejó de ellos, pensando en la noche del viernes.

Regulus sabía que Andrea estaba a punto de caer a sus pies.

El fin de semana se pasó volando, Andrea preparó su maleta para ir a casa de su prima.

Era domingo por la tarde y los padres de Andrea la llevaban a casa de su prima.

El lunes Andrea llegó al instituto con sueño.

-¿Tiene sueño la princesa?-preguntó Regulus.

-No he dormido mucho.-dijo Andrea.

-Vaya, que desgracia más grande.-dijo Regulus acercándose más a Andrea.

Estrellas alineadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora