Estaba sentado en el piso, apoyando mis brazos en mis rodillas, sin parar de mirar las escaleras, esperando que Ludi subiera por ellas. Llevo varios minutos esperando aquí. Cuando llegué, golpeé repetidas veces la puerta, me percaté que no había nadie al no escuchar a su perro ladrar cuando golpeaba. Le envié mensajes hace unos días, ninguno lo respondió, ni siquiera los vio. No pude con la ansiedad de esperar una respuesta suya, así que, aquí estoy. No pienso irme con las manos vacías. Tengo planeado pedirle perdón y que, si sentí algo esa noche, no como tal amor, pero sí mucha felicidad. La conversación que tuve con Sönke sí me hizo reflexionar, tanto en mi comportamiento con mis relaciones amorosas o sexuales, y en que, simplemente debo superar muchas cosas, no quedarme tan estancado en el pasado y que, aunque me cueste aceptarlo, las personas cambian. En todos estos días, un sentimiento de culpa se incrementaba más y más, hasta que ya no pude con él. Necesito hablar o saber lo que piensa.
Me sobresalté al escuchar unos sonidos de unas llaves, las garras de un perro al caminar y dos voces masculinas. Me levanté lo más rápido que pude, apreté mis puños y mi abdomen se apretó con mucha fuerza. Poco a poco vi a Ludi subiendo las escaleras con su perro y otro hombre, pero era mayor y le venía hablando en otro idioma. Mordik apenas verme, empezó a mover su cola y a ladrarme. Intentó zafarse de su correa, pero Ludi lo sujetó más fuerte, provocando que se parara en dos patas, emocionado. Ludi me quedó mirando atónito, para luego mostrar una expresión de dolor y morderse el labio mirando hacia otro lado. El hombre mayor me observó impresionado, mostrándome una gran sonrisa de emoción y diciéndole algo a Ludi en otro idioma.
—Sí, es él, papá —respondió Ludi, avergonzado, sonrojándose.
No me esperaba que fuera su papá, provocando que lo mirara con mayor detalle, no se parecen mucho. Él se acercó un poco más a mí.
—Hola, un gusto —saludó el papá de Ludi, con amabilidad y un tono de voz seguro.
—Hola, también es un gusto —respondí, nervioso, sin saber cómo reaccionar. Miré a Ludi y él solo me negó hacer una reverencia.
—Yo a usted lo vi en televisión hace años, fue el detective de llevar el caso de Mike Monteith —reveló emocionado.
—Sí... Soy él —dije, intentando sonar simpático, pero estaba tan nervioso que soné inseguro y preocupado.
—¿Son amigos ustedes dos o...?
—¡No! Para nada papá. Sí, solo somos amigos... —replicó rápidamente Ludi, empujándolo hacia la puerta.
—¿Por qué no me dijiste que son amigos? Sabes que fui un seguidor fiel al caso de Mike Monteith —admitió, alagándome.
—Es que... Recién somos amigos, nos conocimos en una cafetería, ¿cierto? —mintió, con una sonrisa forzada.
Yo solo asentí, incómodo y nervioso. «Que la tierra me trague y no me deje salir nunca más».
Ludi abrió con rapidez la puerta de su departamento, hizo pasar a su papá y a Mordik.
—Pero hace a pasar a tu amigo, sería un gusto conocerlo más —comentó ilusionado.
Ludi hizo una mueca de disgusto, suspiró rendido y me miró destrozado. Yo tragué saliva, culposo.
—Está bien... Pero solo unos minutos... Norman tiene trabajo pendiente... —anunció casi en un susurro con mucha impotencia en su voz.
«Me siento tal culpable...».
Entré a su departamento muy avergonzado, levantando mis hombros y mirando hacia el suelo. Solo escuché cómo Ludi cerró la puerta y pasó por mi lado rápido. El papá de Ludi se sentó a la mesa, me miró y me hizo un gesto de que yo también lo hiciera, pero específicamente a su lado. Lo hice un poco tímido, siendo seguido por Mordik. Me senté y Mordik se puso en dos patas, apoyándose en mis rodillas. Me movía su cola y me mostraba su lengua, agitado. Lo acaricié, provocando que me lamiera la mano e intentando subirse más a mis piernas para lamer mi cara.
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Detective Norman Schneider (+18/Gay)
RomanceLogró muchas cosas en su vida a través de un solo caso, el caso de Mike Monteith. Es el jefe de la agencia, tiene una buena estabilidad económica, cumplió el sueño de su vida y, lo mejor de todo, ahora tiene una familia... Pero, a pesar de sus logro...