Detective Norman Schneider (+18/Gay)

Capítulo 4

(Parte/fragmento del capítulo 14 de Oxímoron. Este capítulo puede ser leído antes o después de la anterior novela).

Nueve años después

—¡Norman! ¿Puedes enviar esto al sistema por mí? Tengo que deshacerme de este papeleo lo más rápido posible —dijo Luis, cansado. Me entregó en mis manos unos documentos.

—Bien. Espero que me lo pagues con algo interesante, eh —bromeé, hojeando los documentos.

Luis se rio y volvió a su papeleo. Yo moví mi silla hacia el computador, me acerqué a la pantalla y dejé los documentos pasando por el escáner. A los minutos, el documento escaneado apareció en la pantalla del computador. Comencé a teclear, pasando el documento al sistema y así, puedan recibir la orden mis compañeros del área de investigación. Yo soy parte de la administración de la agencia y solo algunas veces me ponen como investigador, y cuando lo hacen, es para casos pequeños, como robos o asesinatos. Luis también es administrador, pero a él, le han tocado casos más duros en algunas ocasiones, como cuando le tocó investigar la banda de narcotráfico más poderosa del país en ese entonces. Ha sido varias veces líder de investigaciones y siempre ha hecho un buen trabajo. Nos llevamos bien, llevamos solo un año siendo compañeros, pero nos hemos adaptado muy bien entre ambos. Es un sujeto mucho mayor que yo, con esposa e hijos. Y yo, un tipo joven, sin hijos y sin esposa, conviviendo con mi hermana.

Han pasado años y mi obsesión por Kilian Savard no se ha marchado, he recopilado tanta información de él que hasta pienso que yo sé más sobre su vida que él mismo; Kilian ha sido más misterioso de lo que creí. Hay muy poca información sobre él, da muy pocas entrevistas y lo único que ha dicho de su vida, es que sus padres han fallecido. Pero, yo nunca me creí eso de que fallecieron por causas naturales. Así que, me puse a investigar en mi tiempo libre sobre él, yendo a cementerios, funerarias, cetros de identificación, entre otros lugares, aprovechando mi estatus de detective. He descubierto que su padre si falleció de causas naturales, pero de su madre, no he descubierto nada. No hay registro del cementerio en donde está sepultada o de alguna autopsia, ni siquiera hay registros en los certificados privados. No hay nada de ella, es como si nunca hubiese existido. Toda esa información fue muy difícil de conseguir, ya que lo único que tenía como búsqueda, eran los apellidos del cirujano. Para mi suerte, sus apellidos son poco comunes en este país.

Sin embargo, con Lucas no he logrado nada. Lo volvieron a dejar salir y eso que esta vez lo sentenciaron por algo distinto, y ni con esas, lo dejaron por más tiempo en la cárcel. Me moví en la silla hacia mi escritorio cuando el documento se envió.

—Ya está listo, Luis —anuncié elevando un poco mi voz para que me escuchara.

—Ah, gracias, Norman. Te lo compensaré con un buen almuerzo para toda la semana —admitió, mientras escribía en unos papeles.

—¿En serio? ¿Puedo escoger lo que yo quiera para mi almuerzo? —le pregunté, incrédulo.

—Si. Lo que quieras, no tengo problema. Me has hecho muchos favores, así que, voy a pagártelo con el almuerzo que quieras por esta semana —dijo, con mucha tranquilidad.

—Oh. Muchas gracias —comenté, tímido y con un poco de vergüenza.

Es la primera vez que alguien compra un almuerzo por mí, siempre traigo de casa mi almuerzo debido al escaso dinero que tengo, aunque, ni siquiera es un almuerzo, son solo unos simples panes con queso y jamón. Alicia es la que se ofrece a hacerme almuerzos para el trabajo, pero siempre me niego, no quiero que se levante a las seis o siete de la madrugada para hacerme un simple almuerzo, aun así, ella hace sus almuerzos para la tarde y siempre me deja un poco para la noche cuando llego con hambre. Por falta de tiempo no he podido aprender a cocinar y no sé si ya tenga ganas de aprender, sé que debo por si algún día Alicia decide dejar de hacerlo, pero, se me será muy difícil por el poco tiempo que tengo.