Capítulo 13

45 2 11
                                    

Dos años después

Dos años atrás fue la peor etapa de mi vida, pensé que la buena suerte se había ido de mi bolsillo. Pero por fin, he logrado tener tranquilidad y siento que estoy en mi mejor etapa de vida. En estos dos años, el caso de Mike se logró resolver y Kilian obtuvo una sentencia que se merecía, un total de ciento diecisiete años de prisión sin posibilidad de salir en libertad condicional o de reducir su condena. Y fue posible a pesar de que Kilian había hecho un trato con el juez, ya que su sentencia original era pena de muerte. Roderick hizo un buen trabajo, logró llevarlo a prisión en vez de un hospital psiquiátrico por el diagnóstico que obtuvo en sus exámenes. Los interrogatorios que le hice no fueron muy difíciles, admitió sin problemas los crímenes que cometió, debido al trato con el juez. Admitió el secuestro de Mike, el asesinato de su madre y sobre haber incitado al suicidio a un excompañero de su universidad, llamado Erick, el mismo al que tuve que cerrar su caso y tuve que ver su cuerpo en esa camilla. Sin duda me sorprendió lo fácil que fue interrogarlo, podía notar lo acabado que estaba en su estado emocional, al parecer le golpeo duro en el ego y orgullo haberlo capturado. Lo único difícil fue sacarle información de su madre. No fue muy descriptivo con ella y cuando tocábamos el tema se ponía de muy mal humor, hasta violento se podría decir.

Otra cosa que viví en estos dos años fue que tuve que volver a estudiar para hacerme cargo de la agencia, sí, me volví el jefe de la agencia. Cuando el caso de Mike se hizo mediático, mi en ese entonces jefe se quiso aprovechar de la situación y llamó a los medios para decir una cantidad de estupideces y mentiras que fue el colmo tanto para mí como para la familia Monteith. El jefe de la agencia de detectives intentó llevarse el mérito del caso de Mike, de que él había estado siempre, de que me estaba ayudando y que gracias a él la policía iban tan armados. Acusé, junto con la familia Monteith de que la agencia había aceptado un soborno de Kilian. Presenté una prueba, la grabación en donde el jefe y yo hacíamos ese trato por mi trabajo y donde él mismo admite aceptar el soborno. Y como unos arrogantes asquerosos, negaron todo, hasta que Kilian en su testimonio lo confesó. En cambio, la familia Monteith denunció de negligencia a la agencia y los medios, y terminaron ganando la demanda, los compensaron con cincuenta millones.

En este tiempo, yo y Alicia nos hemos vuelto muy unidos con la familia Monteith y logramos conocer a Mike. Lo hemos consentido mucho, lo apoyamos con todo en su terapia, nos hemos ganado su confianza y hasta lo hemos motivado cuando le dan sus crisis depresivas. También decidí con Alicia recibir la terapia familiar para poder entender a Mike junto con toda la familia Monteith. Lo decidimos cuando por fin Alicia y Andrew formalizaron su relación. Somos una familia ahora.

Mi situación económica ha mejorado bastante, al ser el jefe de la agencia recibo un mejor sueldo, lo que me pudo facilitar comprar una casa. Al inicio, pensé en seguir viviendo en mi departamento, pero, me decidí al final por una casa y tener más espacio para mí, ya que, Alicia se había ido con Andrew a vivir y formar su propia familia. Al mudarme a esta casa, logré acercarme más al budismo y ahora puedo meditar tranquilo. Recién pude amueblarla y decorarla como quiero, así que, invité a mi familia para la inauguración de mi casa... Suena raro decirle "mi familia" a la familia Monteith.

Así que, esa ha sido mi vida en estos dos años.

Ahora, estoy haciendo ejercicio, haciendo la plancha para ser específicos. En unas dos horas llegarán todos, tengo relativamente todo preparado, solo necesito darme una ducha después de esto y llamar a Alicia para decirle que llame a Sönke. Sí, tengo su número, pero me da pena invitarlo.

La alarma del cronómetro sonó, dejé de hacer la plancha y me recosté en el suelo. «¡Bien! Logré superar mi tiempo anterior, diez minutos con treinta segundos». Dejé mi celular en el suelo y me giré, mirando el techo. Mi respiración está agitada y siento todo mi cuerpo pegajoso por el sudor. Suspiré y me levanté con rapidez. Tomé mi celular, me dirigí al baño y coloqué cualquier música de mis recomendados. Decidí tomarme mi tiempo y tardé una hora en bañarme, mientras estaba secando mi cuerpo, llamé a un restaurante italiano de mucha popularidad y que, incluso, recibió hace poco una estrella Michelin. Quiero que mi familia coma algo lujoso, al menos una vez. Pedí varios platillos, luego deposité el dinero por la comida y me dijeron que en cincuenta minutos llegaría todo a mi casa.

Detective Norman Schneider (+18/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora