Me levanté del sillón de golpe, sin poder contener la rabia que me invadía.
—¿Por qué no me lo dijeron antes? —mi voz salió más fuerte de lo que esperaba, llena de enojo y decepción. No podía creerlo. Mis padres me habían ocultado la verdad y, por algún motivo, me sentía como si fuera la última en enterarme de algo que debería haber sabido desde el principio.
Mi padre levantó las manos, como si intentara calmarme.
—Gala, por favor, entiende que no fue fácil para nosotros tampoco. Micky había querido decirte desde el principio, solo que no sabíamos cómo abordarlo, y más después de cómo te pusiste cuando se fue.
—¿Y saben que fue peor que lo ocultaran todo este tiempo, verdad? —dije, casi sin poder creer lo que estaba escuchando. Mi corazón seguía acelerado, como si no pudiera procesar lo que me decían.
No fue decisión de mi hermano ocultarme la verdad, fue de ellos. A pesar de que quería entenderlos porque, seguramente, lo habían hecho con la mejor intención, la realidad era que, al retrasar aún más la verdad, todo había empeorado.
Me senté nuevamente, de manera automática, mientras las palabras seguían resonando en mi cabeza. Mi hermano había estado ahí todo este tiempo, pero para mis padres había sido más fácil seguir adelante, ocultándome la verdad.
—No me dijeron nada...—murmuré, más para mí misma que para ellos, mientras miraba al piso. ¿Por qué me habían ocultado esto? ¿Por qué no me habían preparado para enfrentarme a él cuando regresara?
Volteé a mirarlos, con los ojos llenos de preguntas.
—¿Cómo fue? ¿Cómo regresó mi hermano a su vida?
Mi padre suspiró y comenzó a relatar:
—Fue en mayo. La empresa buscaba promocionar los edificios que yo había diseñado y entrevistaron a varias agencias de publicidad hasta que encontraron una donde trabajaba tu hermano.
Al escuchar aquello, recordé aquellas noches en las que Micky se quedaba estudiando mercadotecnia, persiguiendo su sueño de trabajar en una agencia de publicidad. Un alivio recorrió mi pecho. A pesar de todo, al menos había seguido su sueño.
—Cuando lo vi...—continuó mi padre, con una leve sonrisa triste— no lo podía creer. No sabía cómo abordarlo, hasta que un día me pidieron quedarme hasta tarde para supervisar la maqueta, y le pidieron a Micky que se quedara también para ayudarme a darle un diseño más comercial. Fue entonces cuando nos acercamos. Al mes le dijimos a tu mamá, y Micky nos pidió que te lo dijéramos a ti. Sin embargo, por lo que te sucedió antes, no queríamos que te sintieras peor. Sin embargo, en tu cumpleaños, él insistió, y fue cuando empezamos a pensar que ya era hora de decírtelo.
Mi madre se acercó y me tocó suavemente el hombro.
—Te pedimos perdón, Gala. Sabemos que no ha sido fácil, pero habías pasado por mucho, y queríamos darte tiempo. No queremos que sigas sintiendo que te estamos ocultando algo. Queremos que sepas toda la historia, y que, si algún día estás lista, puedas hablar con él.
A pesar de todo, les agradecí que al menos me hubieran contado la verdad. Tomé las manos de cada uno, respirando profundo.
—Voy a pensarlo—les dije, intentando calmarme, aunque en mi interior sentía un caos. No podía decidir tan rápido. Había demasiados sentimientos a los que no sabía cómo enfrentarme, tanto rencor guardado, tantas preguntas sin respuesta.
—No te presionamos, hija—dijo mi padre, con una expresión de comprensión—Solo queríamos que lo supieras. Lo que decidas hacer está bien, pero queremos que tengas la oportunidad de pensar en ello sin que sigamos ocultándote cosas.
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Never Let Me Go
Fiksi RemajaConoce a Gala, una joven atrapada en un torbellino de emociones después de una ruptura dolorosa. Su vida da un giro con Karime, enigmática y apasionada. ¿Podrá Gala encontrar su verdadero yo y superar sus miedos para amar de nuevo? ¿O sucumbirá al m...