Después de haberle mandado esa imagen a Gala me subo a mi carro junto con Briggitte, quién es mi compañera de trabajo y también me acompañó a juzgados.
Empiezo a conducir, lo cual ya hago casi en automático. Mis manos firmemente aferradas al volante, el ruido constante del tráfico como la banda sonora de cada mañana, y mi mente, perdida en los pendientes que tengo después de salir de los juzgados. El día ha sido largo, agotador, pero mi cabeza sigue dando vueltas. Gala. Siempre Gala. Desde aquella tarde en el baño, su mirada desafiante sigue rondando en mi mente, esa frágil vulnerabilidad que dejó escapar por un segundo, por más que lo intentara ocultar.
Es curioso cómo las mariposas pueden anidar en el estómago en los momentos más inesperados. Su mirada, sus gestos, esa chispa de debilidad detrás de su fachada de dureza. En este instante, mientras conduzco, me pregunto si las cosas realmente suceden por casualidad o si, de algún modo, están predestinadas. Como si las piezas de un rompecabezas estuvieran hechas para encajar, aunque aún no sepamos cómo. Lo que comenzó como un simple malentendido ha crecido, se ha transformado en algo más grande, más profundo.
Intento negarlo, mantenerme alejada, pero hay algo en mí que no puedo controlar. Es como si una fuerza invisible me empujara hacia ese caos que, aunque desconcierta, me arrastra irremediablemente. Y lo peor es que, por más que me empeñe en deshacerme de esos pensamientos, sé que no puedo. Algo me está empujando hacia lo impredecible, como si Gala fuera el centro de todo este torbellino.
¿Qué tiene ella para que me atraiga de esta forma? Tal vez no sea solo lo que veo a simple vista, aunque sus ojos oscuros y su belleza indiscutible tienen algo que me cautiva. No es solo eso. Lo que realmente me atrae es la forma en que se muestra al mundo: su desconfianza, su sarcasmo, como si estuviera siempre lista para defenderse. Pero hay algo más, algo que me hace querer ir más allá de esa coraza. Esa mezcla de fortaleza y vulnerabilidad que no puedo dejar de observar.
Aunque intento mantener la distancia, cada vez se me hace más difícil. Algo me empuja a descubrir su misterio. Me doy cuenta de que no puedo dejarla ir, que algo en mí se queda atrapado cada vez que la veo. Y esa sensación se intensifica cuando la imagino detrás de esa fachada que ha construido con tanto esfuerzo. La necesidad de conocerla, de ayudarla, de derribar ese muro que ha levantado, se vuelve urgente.
Al principio, no quería involucrarme. Pero Gala me hizo cuestionarlo todo. Esa vulnerabilidad en su mirada fue lo que me hizo actuar. No podía dejarla sola, no podía ignorarla. Y, sin pensarlo demasiado, la metí en la editorial.
A medida que pasaban los días, me di cuenta de que no se trataba solo de ayudarla. Había algo más profundo que me mantenía cerca. No podía dejarla escapar. Al principio, veía en sus ojos desconfianza, duda. Sentía su resistencia. Pero, con el tiempo, algo empezó a cambiar. No mucho, pero lo suficiente para darme cuenta de que algo estaba sucediendo. La distancia entre nosotras se reducía, y no solo por mi intervención. Era algo más.
Y, de repente, lo entendí. Todo se aclaró en el parque de diversiones. Quien me conoce sabe que nunca habría imaginado que Gala se dejaría llevar por algo tan trivial como una rueda de la fortuna. Pero ahí estaba ella, riendo. Viéndola disfrutar de algo tan simple, sin esa fachada de dureza, me di cuenta de que lo que había entre nosotras no era solo una atracción momentánea. Era algo más profundo, genuino, algo que no podía ignorar.
Quizá nunca lleguemos a ser amigas en el sentido convencional. Tal vez nunca pongamos una etiqueta a lo que compartimos, y ni siquiera quiero hacerlo. Lo importante no son las etiquetas, sino los momentos que compartimos, esos instantes fugaces que, aunque no los veamos, son los que realmente importan. Porque, en ese instante, entendí que lo que sentía por Gala era mucho más que una simple necesidad o curiosidad. Era una conexión profunda, algo solo entre ella y yo.
-¿En qué estás pensando? -pregunta Briggite, sacándome de mis pensamientos.
-Solo estaba pensando en los pendientes -respondo, distraída.
Briggite me mira, y su mirada me dice que no me cree.
-Seguro que estás pensando en tu crush, Gala -dice con una sonrisa traviesa.
-Ok, sí, estoy pensando en ella -admito, bajando los hombros, algo avergonzada-. Es solo que no quiero apresurarme. Apenas me gané su confianza, y sabes lo que eso significa para mí.
-Sí, amiga, pero a veces eres un poco lenta con las personas que te gustan -bromea Briggite, y yo sólo ruedo los ojos y sigo manejando.
Briggite aún está en la universidad, mientras yo estoy en la especialidad de Propiedad Intelectual. Mi vida se divide entre trabajar por la mañana y estudiar por la tarde. Ha sido así desde hace tiempo, controlada, hasta que Gala llegó.
A veces, la vida nos lleva por caminos inesperados. Nos pone frente a personas que parecen completamente diferentes a nosotros, pero, con el tiempo, esas personas nos enseñan algo sobre nosotros mismos. Gala, con su dureza y vulnerabilidad, me ha mostrado que no siempre tenemos que entenderlo todo. A veces, lo único que necesitamos es estar ahí, ser testigos de lo que alguien más está viviendo.
Quizás, al final, lo único que realmente importa es que estamos aquí, juntas. De alguna manera.
Continuará...
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¡Hola a todos! 😊Aquí está un capítulo especial desde la perspectiva de Karime. Quise profundizar un poco más en lo que pasa por su cabeza, en sus sentimientos hacia Gala y en todo ese caos que parece seguirlas dondequiera que vayan. Espero que este vistazo más íntimo a su mente les haya gustado y, sobre todo, que haya aclarado algunas cosas que nos tiene intrigados.
Aclaración: Estos capítulos se narrarán exclusivamente desde la perspectiva de Karime, mientras que la historia principal continuará siendo contada por Gala, para evitar cualquier confusión.
Como siempre, me encantaría saber qué piensan y cómo ven la evolución de estos personajes. ¡Déjenme sus comentarios y no olviden votar si les gusta! 😏
Nos vemos en el próximo capítulo. ¡Gracias por leer! 💖
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Never Let Me Go
TeenfikceConoce a Gala, una joven atrapada en un torbellino de emociones después de una ruptura dolorosa. Su vida da un giro con Karime, enigmática y apasionada. ¿Podrá Gala encontrar su verdadero yo y superar sus miedos para amar de nuevo? ¿O sucumbirá al m...