✮ Las Aventuras de Saturna ✮ Vol. 1

9. Interrogation

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Mayo 15, 9:00 pm

Las primeras luces del amanecer asomaban mientras Saturna se dirigía hacia el sitio de interrogación. Con cada paso, el eco de sus botas resonaba en el largo pasillo del sitio de detención temporal: Una detención de máxima seguridad en las afueras de Norwich, donde la atmósfera era más densa y cargada de tensión que en cualquier otro lugar de la instalación. La misión había sido exitosa, pero ahora llegaba la parte difícil: extraer información clave de Hakim, alguien bien conocido por su habilidad para manipular a quienes se le enfrentaban.

Saturna había sido elegida para este interrogatorio por sus habilidades de conversación, comunicación, y algo de manipulación... Era claro que en el poco tiempo en el que había interactuado con su equipo, éste había notado estos rasgos útiles en ella, y ahora sabían como "explotarlos", por así decirlo.

En la puerta de seguridad la esperaba Ghost, quien parecía haber estado allí por un buen rato. El rostro de él estaba oculto bajo su característico pasamontañas, pero aún así, ella pudo notar su mirada evaluadora.

—Lista, ¿Poetess? — preguntó él en un tono rasposo.

Saturna sonrió con algo de nerviosismo, dándose un segundo para prepararse.

—Lista es una palabra fuerte. Digamos que preparada, sí. ¿Qué hay del tipo? —preguntó, buscando conocer más sobre el hombre al que estaba a punto de enfrentarse.

—Hakim es alguien que juega con la paciencia de quien tenga enfrente. No va a soltar nada fácilmente, no sin un empujón. Price y yo creemos que puedes llegarle por otro lado; no eres el tipo de interrogadora al que está acostumbrado.

—Entendido. —Suspiró, sintiendo el peso de la situación—. Haré lo que mejor sé hacer.

Sin perder más tiempo, Ghost le indicó la puerta de la sala de interrogación, y Saturna se preparó mentalmente antes de entrar. Empujó la puerta de metal, y un ligero crujido resonó en la habitación fría y casi vacía, apenas iluminada por una luz blanca que colgaba del techo. Allí estaba Hakim, esposado a una mesa de acero, con una expresión desafiante y una mirada intensa, llena de cálculo.

Hakim alzó la vista lentamente cuando la vio entrar, sus ojos oscuros analizándola con curiosidad. Su sonrisa era apenas perceptible, como si ya estuviera jugando su propio juego.

—Así que... —murmuró con un tono de aparente indiferencia— Al final mandan a una doctora a interrogarme. Interesante elección.

Saturna mantuvo la calma, sentándose frente a él sin apartar la mirada.

— Parece que no te has informado bien. —respondió con tono suave, aunque sus palabras llevaban un filo sutil— No soy una doctora, Hakim. Soy la teniente Cloudford, también paramédica. Pero no por eso estoy aquí.

Él sonrió, inclinándose hacia adelante como si quisiera provocar una reacción.

—¿Crees que tienes lo necesario para hacerme hablar? He visto muchos interrogadores... todos con sus técnicas. ¿Qué crees que tú tienes que los demás no?

Saturna sostuvo su mirada, sin parpadear.

—Tal vez no tengo nada que tú no hayas visto antes. —Hizo una pausa breve— Tampoco soy amenazante o intimidante. Yo solo quiero entenderte, Hakim. Nada más. — Dijo con fingida inocencia.

Hakim rió suavemente, como si quisiera demostrar que no le intimidaba, pero Saturna pudo ver la curiosidad en sus ojos. Ella estaba jugando un juego diferente, uno que él no esperaba. La empatía y el respeto que transmitía parecían desarmarlo sutilmente, dejando una pequeña fisura en su fachada de indiferencia.