"Ya nadie sabe distinguir si en su paladar hay caviar o carroña".
Wos.
—Yo solo quería que pudiera reflexionar para que viera que estaba arruinando su vida —dijo la directora—. No pensé que esos desgraciados lo dejaran así.
—Todos sabemos que el norte no se puede mezclar con el sur —contestó Gabi—. Si que la cagó en grande. Espero que esté preparada para las consecuencias, además de su sobrino.
Ambas estaban dentro de la habitación con olor a pastillas y gel antibacterial, mirando a Joaquín Barradas que se encontraba en cama desde hace cuatro días, estando en coma.
—¿Por qué lo hizo? —preguntó Gabi—. Ya se que en parte fue para hacer que Joaquín dejara de portarse como... —pensó muy bien en lo que diría—: un niño sin interés en nada. Me refiero ¿por qué acabar con muchas vidas?
La directora Carmela Russel acarició la mejilla de Joaquín, permaneciendo parada a su lado.
—La colonia Telometo es el lugar donde nací junto a Gema, la mamá de Joaquín —respondió sin mirar a Gabi—. Un lugar más mierda del sur, si me lo preguntas. Estaba harta de eso, siempre eran las mismas caras, los mismos asesinos que no hacían nada de provecho. Solo eran unos parásitos que vivían a costa del esfuerzo de otros.
—Los criminales que los militares mataron —añadió desde el asiento al otro costado de Joaquín—: ¿Ellos le hicieron algo?
—No directamente —farfulló—. Esos bastardos hicieron que Joaquín se metiera en las drogas. En parte fue mi culpa por no estar al pendiente de él. Al final, Gema me pidió que cuidara de él.
—Tampoco podía obligarlo a alejarse de un mundillo tan tóxico. Joaquín tiene parte de la culpa —acotó Gabi—. Me atrevo a decir que si usted no lo hacía, algún otro pez gordo de aquí los hubiera mandado a matar de alguna forma u otra.
—Los gusanos de la colonia Telometo no están bajo la protección de nadie. Ellos actúan por su cuenta —musitò la directora—. A nadie le importa si ellos viven o mueren. Si ellos seguían robándole a gente común, no tendrían necesidad de ir contra ellos.
—Si me lo pregunta, y sabiendo lo que me dice: hizo un buen trabajo con enviar a los militares. Mucha gente se lo agradece, eso es seguro. Independientemente de lo que pasó con Joaquín.
—Ese es el problema —mordió su labio inferior—. Acabé con muchas escorias: ¿pero a costa de qué? ¿A punto de perder a la persona más importante para mí hermana?
Ambas guardaron silencio por la siguiente hora que Gabi aprovechó para hacer un par de llamadas al trabajo, avisando que probablemente faltaría. De paso compró dos vasos de café exprés, sin azúcar.
Cuando regresó a la habitación notó que la directora no se movió de donde estaba, denotando lo culpable que se sentía por sus acciones.
—¿Puedo preguntarle otra cosa? —le ofreció un vaso.
La directora Russel asintió con la cabeza.
—Es algo personal.
—Habla ya —replicó desganada.
—Ayer dijo que su hermana era una...
—¿Zorra que se montaba en muchas vergas? —no tenía vergüenza de decir las cosas sin rodeos—. No le des tantas vueltas. Solo dí las cosas como son.
—No soy una experta, pero puede que eso tenga que ver con la situación de Joaquín —vio que la directora guardó silencio para escucharla, así que prosiguió—. Saber que su mamá no era normal lo llevó a tomar malas decisiones.
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El arte de ser y no ser
RandomGabriel Da'Silva lo tenía todo para pasar el resto de su vida con las comodidades que cualquier tercermundista anhelaría tener, pero decidió arriesgarlo todo con tal de tomar la decisión que según él le darían la libertad que tanto quería: confesar...