Capítulo 4: Dulces 1600 de Draculaura y los sentimientos de Operetta. Parte 3.

1 1 0
                                    

Capítulo 4: Dulces 1600 de Draculaura y los sentimientos de Operetta. Parte 3.

En el salón de descanso, Operetta y Scarah charlaban de temas triviales, riendo y disfrutando de un rato de descanso entre clases. La conversación giraba en torno a sus materias, los eventos en la escuela y los chismes más recientes, hasta que Scarah, curiosa por todo lo que había oído sobre la llegada de Santiago, llevó la conversación en otra dirección.

Scarah con una sonrisa divertida hablo: —Entonces, Operetta, cuéntame más de este Santiago. Se dice que es bastante... interesante, y ya sabes cómo se murmura que pasó todo el día contigo.

Operetta sonriendo levemente respondió. —Sí, Santiago y yo tenemos un montón de cosas en común, sobre todo en la música. Es como si hablara el mismo idioma musical que yo. Y, bueno, ¡no hay muchos así por aquí!"

—¿Ah, sí? Entonces, ¿cómo es él? Dicen que es de esos chicos misteriosos, y bueno, creo que alguien no ha dejado de sonreír desde que lo mencionaron... —Scarah pregunto con interés.

Operetta disimulando, aunque empieza a sonrojarse. —¡Ay, no digas eso! Es solo que... es realmente genial. Tiene esa pasión y conocimiento por la música que es raro de encontrar. Además, fue súper amable conmigo, hasta se ofreció a llevarme a la escuela todos los días. Eso no es algo que cualquiera haría. — Respondió con un tono lleno de emoción y entusiasmo.

Scarah sonrió aún más al ver la expresión en el rostro de Operetta, claramente emocionada. Con ese sexto sentido que tenía para percibir emociones, Scarah estaba segura de que había algo más en esa historia. Se inclinó un poco hacia ella y lanzó una pregunta directa.

—¿Y acaso no te hace pensar que, tal vez, podrías sentir algo más por él? ¿Te lo imaginas como algo más que un amigo? — Scarah con una expresión juguetona pregunto.

La pregunta dejó a Operetta sin palabras. Su rostro se sonrojó intensamente y su corazón comenzó a latir con fuerza, como si un torrente de emociones se hubiera desatado de repente. Ni siquiera se había permitido pensarlo hasta ese momento, pero ahora, ante la pregunta de Scarah, todas sus sensaciones se intensificaron.

—Eh... yo... no sé, Scarah. Es... distinto. Santiago es alguien especial, pero... ¿algo más que amigos? Nunca lo pensé así...— Operetta bajo ligeramente la mirada, pero se notaba su enorme sonrojo ante la pregunta de Scarah que la agarro desprevenida.

Scarah rio suavemente y le dio una palmadita en el hombro, viendo la evidente sorpresa y emoción en los ojos de su amiga.

—No tienes que responderme ahora, solo piénsalo. A veces, la persona que más nos llega al corazón aparece cuando menos lo esperamos. — Dijo Scarah con una sonrisa.

Operetta solo asintió, mientras intentaba calmar el latido acelerado de su corazón. Las palabras de Scarah habían abierto un nuevo pensamiento en ella, uno que le era desconocido, y que no dejaba de hacerla sonreír involuntariamente.

—Bueno, nos vemos luego. Debo ir a las catacumbas. — Operetta se puso de pie y Scarah simplemente asintió con una sonrisa juguetona.

[...]

Operetta descendía por los escalones de piedra hacia las catacumbas, envuelta en sus pensamientos, reviviendo cada palabra que Scarah le había dicho momentos atrás. A medida que bajaba, el eco de sus propios pasos y el murmullo distante de la escuela parecían desvanecerse, dejando en su mente solo el recuerdo de Santiago, su sonrisa amable y la forma en que la hacía sentir. Sentía sus mejillas todavía algo cálidas, y su corazón latía más rápido cada vez que se imaginaba la posibilidad de algo más.

Tan distraída estaba en sus pensamientos que no notó la figura frente a ella hasta que fue demasiado tarde. Al girar en un recodo de la oscura escalera, chocó de lleno contra alguien, y el impacto la hizo dar un paso atrás. Al levantar la vista, se encontró frente a Santiago, quien parecía tan sorprendido como ella.

El Demonio Oni de Monster High (OC x Operetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora