El Demonio Oni de Monster High (OC x Operetta)

Capítulo 8: La Gran Fiesta de San Valentín de Monster High.

Capítulo 8: La Gran Fiesta de San Valentín de Monster High.

Cuatro días pasaron en un frenesí de preparativos. Kotori y Cleo trabajaban sin descanso, haciendo llamadas y movilizando sus conexiones para asegurarse de que cada detalle de la fiesta del 14 de febrero fuera perfecto. La organización era monumental, y los recursos y contactos de ambas se unieron para lograr un evento a la altura de su ambición.

Kotori se encargó de coordinar la instalación de un sistema de sonido de alta calidad y efectos visuales espectaculares. Cada rincón del espacio se llenaría de luces LED y proyecciones holográficas que harían de la noche algo inolvidable. Las decoraciones eran de temática futurista con un toque elegante y de misterio, contrastando el estilo moderno con elementos de la cultura egipcia que Cleo agregó para darle un aura imponente y majestuosa. Las estatuas doradas de Anubis, colocadas estratégicamente por el equipo de Cleo, vigilaban cada entrada y esquina, dando al lugar una atmósfera de poder y respeto hacia lo antiguo y lo sagrado.

Los empleados de Kotori, una mezcla de profesionales del entretenimiento y personal de producción, se mezclaban con los empleados de Cleo: figuras de Anubis que, a pesar de ser estatuas vivientes, se movían con precisión y gracia para organizar cada detalle. Las estatuas cargaban piezas pesadas de decorado y ayudaban a instalar las luces, mientras los empleados de Kotori se encargaban de ajustar las configuraciones de sonido y los efectos especiales. Todo era un ir y venir de actividad, y cada trabajador parecía saber exactamente qué hacer bajo la dirección de Kotori y Cleo.

La decoración incluía mesas iluminadas que reflejaban los tonos neón de las luces principales y rincones exclusivos para fotos, con espejos y fondos holográficos. También había zonas VIP, con sillones cómodos y una barra con un surtido de bebidas exóticas y coloridas, algunas con bajo contenido de alcohol para darle un toque festivo sin perder el control.

Kotori coordinaba cada aspecto de la fiesta con precisión. Desde el equipo de DJs y artistas que ya habían confirmado, hasta el control de acceso y la logística de los proveedores, todo estaba bajo control. Las reservaciones estaban confirmadas, las invitaciones enviadas, y los últimos detalles de seguridad se ajustaban para garantizar que solo quienes estuvieran invitados pudieran entrar.

Cleo, con la elegancia y gracia de una verdadera reina egipcia, supervisaba que sus estatuas y decoraciones de Anubis estuvieran en su lugar, elevando la grandeza del evento. Ella también revisaba personalmente los adornos y detalles dorados que agregarían ese toque de lujo y realeza al ambiente. Al verla dirigir a sus empleados con autoridad, Kotori no podía evitar sentir que esta colaboración sacaba lo mejor de ambas.

—Esta será la fiesta más legendaria que jamás haya visto Monster High —dijo Cleo, sonriendo con satisfacción mientras observaba cómo los últimos detalles tomaban forma.

—Sin duda —asintió Kotori—. Marta y Valentino no sabrán qué los golpeó.

[...]

A solo un día de la gran fiesta y con invitados de talla internacional que vendría a disfrutar de la diversión de la música rock, metal y electrónica como pop. En la mansión, la noche volvió a caer, pero el estudio de Santiago estaba lejos de bajar el volumen de las canciones electrónicas que estaban sonando. Santiago se encontraba junto con Operetta y el mejor amigo de Santiago. Carlos García. Los tres estaban practicando o mas bien ensayando las canciones que tocaran mañana en la noche.

—Nunca pensé que la música electrónica tuviera esta... intensidad —comentó Operetta con una sonrisa, mirando a Santiago mientras el beat de una pista de Dubstep retumbaba en el aire—. Esto es completamente distinto al rock, pero tiene algo que... atrapa.