Manual de supervivencia en el mundo mágico para tontos y novatos.

|Capítulo 12|

*** Lo que este subrayado, pertecene al libro Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, y no es de mi autoria. Si ademas de estár subrayado, se encuentra en negrita, es que se hicieron pequeñas modificaciones en el texto para que tengan sentido en el contexto del fanfic (principalmente en cuestiones relacionadas a la concordancia con el sustantivo y tiempos verbales)[Futura editora hablando jajaja.***

Ahora si. Al capítulo.

Harry y Hermione disfrutaban del cálido día, él último de sus vacaciones de verano, tomando un helado en la terraza de Florean Fortescue cuando un grito les llamó la atención.

—¡Harry!¡Hermione! —gritó Ronald Weasley desde la calle. A los ojos de Harry, el pelirrojo estaba más pecoso que nunca.

Harry lo saludó con la mano. Hermione le sonrió, pero no le dio más atención que esa por estar concentrada en el libro sobre la mesa.

—¡Por fin! —dijo Ron, sonriendo a Harry de oreja a oreja cuando [...] se sentó —He estado en el Caldero Chorreante, pero me dijeron que ustedes salieron, y luego fui a Flourish y Blotts porque Hermione te arrastraría ahí siempre que pudiera, y luego la tienda de quidditch, y...

—Cálmate Ron —se rió Hermione, abandonando su libro por completo, no se molestó en ocultar lo que leía, el pelirrojo jamás estaba interesado —no iremos a ningún lado, puedes hablar más lento. —El chico lucía como una remolacha de lo rojo que estaba —Y jamás arrastraría a Hay... Harry a la librería en estas fechas cuando ya tenemos todo.

—Por supuesto que no —se mofó el pelirrojo, Hermione rodó los ojos, exasperada, pero sin querer pelear —¿Cuándo compraron las cosas? —se quejó —esperaba que pudiéramos hacerlo juntos...

—No esperabas que hiciéramos las compras de último minuto, ¿verdad Ron? —inquirió Hermione con tono molesto.

—Compramos todo el material escolar hace unas semanas —se metió Harry, impidiendo la discusión que se avecinaba entre su hermana y el amigo de ambos —fue más cómodo de lo que se ve ahora —se encogió de hombros— ya conoces a Mione...

La susodicha envió una mirada de muerte a su hermano, que logró estremecerlo.

>> —¿Cómo supiste que nos quedábamos en el Caldero Chorreante?

—Mi padre —contestó Ron escuetamente.

Seguro que el señor Weasley, que trabajaba en el Ministerio de Magia, oyó toda la historia de lo que ocurrió con Marge (ya no podía obligarse a sí mismo a llamarla tía).

Solo esperaba que sus escapadas con Hermione no hayan sido reportadas también, sobre todo desde que Narcissa Malfoy estaba involucrada en ellas.

—¿Es verdad que inflaste a tu tía, Harry? —preguntó Ronald muy serio.