Nunca imaginé que terminaría en una cena con Mason Mount, y mucho menos en un momento como este. Aún no podía creer que el chico de los titulares, la estrella del Manchester United, estuviera a punto de cruzarse en mi camino de una manera tan casual.
Mi conexión con él empezó de una forma tan simple que si no fuera porque ya sabía quién era, probablemente habría pasado desapercibido. Pero, para entender cómo llegamos hasta aquí, tengo que empezar por Sarah, su prima, y cómo fue que nos conocimos en la universidad.
Mi historia con Sarah comenzó en la universidad, en Londres. Yo había llegado desde España con la ilusión de estudiar en uno de los mejores lugares para periodismo deportivo. Siempre supe que quería escribir sobre fútbol, pero también sentía una cierta fascinación por la cultura británica y su relación con este deporte.
El primer día de clases, Sarah fue la primera en presentarse en nuestro pequeño grupo. Había algo en ella que me hizo sentir cómoda, como si ya la conociera de antes. Con su acento británico y su energía positiva, se convirtió rápidamente en una de mis mejores amigas. Nos pasábamos horas en la cafetería, discutiendo sobre fútbol, series y las cosas que solo los jóvenes universitarios pueden entender.
"¿Te gusta el fútbol?", me preguntó una tarde mientras tomábamos café.
"Me encanta, pero soy más de los periodistas que escriben sobre él que de los jugadores."
Sarah se rió, sabiendo que había una buena cantidad de historias que quería contar, pero también era consciente de que ella tenía una conexión bastante única con el mundo del fútbol. *"Mi primo juega, ya sabes, Mason Mount."
Al principio, no lo asocié con nadie en particular. Pero cuando Sarah mencionó su nombre de nuevo, algo en mi cabeza hizo click. "¿El jugador del Chelsea?"
"Sí, bueno, ahora está en el Manchester United, pero es el mismo Mason."
Eso me dejó algo sorprendida. Por alguna razón, no imaginaba que alguien como Sarah estuviera relacionado con un jugador tan famoso. Y, por supuesto, la curiosidad se apoderó de mí. ¿Quién era realmente Mason Mount fuera de los campos de fútbol?
El destino, o más bien Sarah, me hizo conocer a Mason en una ocasión que, como todas las primeras veces, fue más incómoda de lo que yo esperaba. Un sábado, después de haber pasado toda la mañana con Sarah en la universidad, me invitó a un encuentro familiar. "Es una cena casual, nada de formalidades. Solo quiero que conozcas a mi primo. Es divertido, te prometo que no será raro,"me dijo, intentando asegurarme.
No estaba segura de lo que esperaba, pero lo que sí sabía era que no me interesaba demasiado el mundo del fútbol ni mucho menos los jugadores. Sin embargo, acepté, pensando que sería una oportunidad de conocer más a Sarah y a su círculo cercano.
La casa de Sarah estaba llena de risas y conversaciones. El ambiente era relajado, pero lo que me sorprendió fue lo normal que parecía todo. Nadie estaba obsesionado con la idea de que Mason jugaba en uno de los equipos más grandes del mundo. De hecho, la mayoría de los que estaban allí no parecían darse cuenta de que el famoso futbolista estaba justo frente a ellos.
Fue en ese momento que lo vi por primera vez, de pie junto a la barra, hablando con un par de amigos. Tenía la mirada tranquila, como si todo a su alrededor no le importara mucho. No era como los futbolistas que te imaginas en las portadas de revistas, con la sonrisa perfecta. No, Mason parecía diferente. Tenía una sencillez que me hizo sentir menos intimidada.
"______, ven, te quiero presentar a mi primo." Sarah me llamó desde el otro lado de la sala.
Me acerqué lentamente, más por cortesía que por entusiasmo. Y fue entonces cuando Mason levantó la vista, sus ojos azules encontrándose con los míos.