EMMA
Si dijera las veces que he soñado con cantar en Wembley el número superaría las seis cifras.
Este estadio es algo increíble, todos los grandes cantantes han estado aquí, y aunque yo no me considere grande, ni demasiado importante, me encantaría ser una de ellos.
Pero hoy no estoy aquí para eso, y en parte lo agradezco porque no sé si estoy preparada para que tanta gente me mire a la vez; sin embargo, él es mucho más valiente que yo, porque está ahí abajo frente a miles de personas y no sale corriendo.
—No estés nerviosa.
Rebecca me habla y me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa algo tímida y devuelvo mi mirada al campo.
No sé por qué siempre llamo la atención de los niños, así que en cuanto los guardias de seguridad me han traído aquí, el hijo de Rebecca y de un compañero de Jude, que creo que se llama Phil, se ha lanzado a mis brazos como si yo fuese un hada de los niños, así que Rebecca había estado charlando conmigo.
Venir a Londres es increíble, aunque hace un frío espectacular, pero es precioso. Jude me había prometido que podríamos ir a visitarla si le daban un rato libre, así que esperaba hacerlo. Mientras tanto, había mandando a unos guardias de seguridad a por mí, y había acabado aquí. También había mencionado algo de que podría estar con sus padres en otro palco, pero yo me había negado. No quiero tener otra conversación incómoda con su madre, me da miedo que la próxima vez saque el tema de hijos y yo tenga que explicarle que llevo semanas sin besarme con su hijo, pero quedando con él.
—Es que el fútbol en sí me pone nerviosa—confieso.—No lo entiendo bien.
—Bienvenida al club.—carcajea.—¿Entonces eres la novia de Jude? No quiero ser maleducada, pero se comenta en el vestuario que tiene novia. Phil dice que la otra vez no paraba de enviarle mensajes a alguien.—explica.—Espero que fuera a ti porque si no acabo de cagarla.
—No soy su novia.—aclaro.—Pero sí, creo que era yo, a no ser que Jude hable con más gente y...
—¿No te ha pedido aun ser novios?—me mira divertida.—Phil tardó en pedírmelo cinco meses porque se pensaba que le iba a decir que no, mientras tanto yo pensaba que ya éramos novios.
—Vamos despacio.—explico.—Soy cantante y él es futbolista, es complicado compaginar todo, así que estamos probando.
Rebecca asiente, vuelve su mirada al campo y sigue hablando.
—Tus canciones son muy famosas aquí, bueno y en todos lados, te has hecho muy viral últimamente.
Me da un poco de vértigo que me diga esto, porque Londres no es Menorca, ni Madrid, está lejos de casa y, aun así, la gente me conoce.
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New Romantics | Jude Bellingham
FanfictionDonde Jude tiene que aprender a separar su vida como futbolista de su vida privada. O donde Emma le enseña que hay cosas más importantes que un mal comentario sobre su forma de jugar al fútbol.