Kiss Me «Ed Sheeran»

Capítulo 4. De compras.

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Martes, sería tan aburrido si no fuera porque iré con mi mamá y mis hermanas a buscar nuestros vestidos para mi graduación. Lo sé, es este viernes y tal parece que no me ha importado en lo absoluto.

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Gracias a dios encontré un vestido. Es morado obscuro, casi negro y largo hasta el piso, con un bonito escote por delante. Me sorprende que mamá me haya dejado comprarlo, pero muero por usarlo.
El de Anne (a veces sólo llamo a mi mamá por su nombre) es negro, strapless, y tan largo como el mío. El vestido de Emma es...lindo. Bueno, contando que tiene 12 años se puede decir que sí; aunque parece un pastel JAJAJAJA bueno, ya enserio. Sí está lindo, es color rosa pastel y le llega ligeramente por arriba de las rodillas; en cambio, el de Gemma es rojo y un poco..¿atrevido? Que les puedo decir, mi hermana es decente, pero a veces... En fin, va con su novio, ¿qué podía esperar?

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Mi hermano me ha pedido que invite a Ed. Bueno, contando que es casi como hermano de Harry y que es mi gran crush (al que tanto he deseado desde hace años), jamás me negaría. Además, el hermano mayor de Ed, Matthew, es el novio de Gemma y, como ya lo dije, también irá.

-Te doy el pase, pero vas a invitarlo tú- le dije a Harry, porque obvio qué vergüenza decirle yo. ¿Se imaginan?..."Hola, Ed. Me gustas, ¿quieres venir conmigo a mi graduación?" Hasta omitiendo el "me gustas" seguiría sonando tonto.

-Está bien para mí. Gracias, Kenna.- dijo Harry con simpleza y una sonrisa en su rostro, a los que asentí con una sonrisa igual y se fue a su habitación.

Hice lo mismo, no iba a quedarme parada como tonta, pudiendo ir a la comodidad de mi cama y mis audífonos a todo volúmen.
Bien, es gracioso. El chico de mis sueños (hasta los más RAROS que te puedas imaginar) en mi graduación.. ¿Y si me saca a bailar? ¿O tal vez nos tomamos una foto? ¡¿Qué tal si me besa?! Bien, estoy segura que éso no sucederá. Deja de soñar des-pier-ta, Kenna.

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¡Viernes! Se ha llegado el día de mi graduación. Si tal vez aparenté toda la semana que no me importaba en lo absoluto, pues ahora estoy tan nerviosa que me comería las uñas, si no fuera porque éstas son postizas.
Tengo que arreglarme para mi entrega de papeles. Apenas puedo creer que ésta será la última vez que lleve mi uniforme de preparatoria.

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Ya es hora, están a punto de comenzar su dichosa "ceremonia de clausura" y bueno, esto no me pone tan nerviosa. Si no fuera porque tengo que decir las "palabras de despedida" a mis compañeros (frente a toda esta gente-que-no-tengo-idea-de-dónde-salió), mis estómago seguiría su función normal y dejaría de dar vueltas con tanta rapidez. Espero no vomitar mientras esté hablando.
Bien, ya empezaron. Primero la entrada de diplomas a "estudiantes destacados". Me nombraron; así es, mi promedio es casi perfecto.
Terminaron de nombrar a los de los diplomas y antes de la entrega de papeles a los "alumnos egresados", me toca a hablar a mí. Es aquí cuando mi estómago da las vueltas con más rapidez que nunca y de nuevo le ruego a dios no vomitar enfrente de todos.
"Personalmente, quiero decir que los odio a todos. Odio la escuela, odio a mis compañeros y especialmente odio a mis maestros. Espero que todos se pudran en el infierno. Gracias." Fueron las palabras que se cruzaron tan rápido por mi mente, que bien pude haberlas dicho si darme cuenta. Sacudí mi cabeza para eliminar aquella idea, ¡JÁ! Ojalá pudiera decir eso. Sería lo más sincero que saldría de mi...pero para mi desgracia, no puedo hacerlo.

Ahora sí era hora de comenzar a hablar enserio.
No sé qué tanta sarta de tonterías dije, pero lo hice y por fin me pude retirar. No le veo el caso a esos discursos patéticos, sería más auténtico y sincero que me hubieran dejado decir la verdad, lo que en verdad sentía...pero no. Bah, bola de hipócritas.