Capítulo 36. Parte I. Lo necesitamos.

155 9 0
                                    

N/A: Este capítulo incluye sexo explícito, si no te gustan esas cosas no lo leas.

Troian.

Rápidamente cerré la puerta detrás de nosotros. Piensan que les debo un favor, pero yo les debo un favor a ellas. Moría por estar con Harry.

Me acorraló contra la puerta y comenzó a besarme, bajó los besos por mi cuello y colocó sus manos en mi trasero, enseguida las bajó por mis piernas y me levantó del suelo, enredándome en su cadera.

Estamos deseosos, lo queremos, lo necesitamos. Hace tanto que no lo hacemos, que en realidad no ha sido mucho, pero se siente como una eternidad.

Se dio la vuelta y se acercó a su cama, me colocó suavemente en ella con él encima mío. Comenzó a moverse, aún con ropa puesta puedo sentir su erección chocando contra mí. Se siente tan bien.., solté un gemido, él jadeaba mientras me besaba y yo muero por que entre en mí de una vez.

Volvió a bajar sus besos a mi cuello, me no regresó a mi boca, continuó bajando. Levantó mi blusa y comenzó a besar uno de mis pechos; lo sujetó con su mano y lo lamió y mordió, una y otra vez. Mis gemidos no tardaron en sonar en la habitación.

Continuó bajando, repartiendo besos por mi abdomen; sentí y cosquilleo cuando llegó a mi ombligo y comencé a retorcerme cuando siguió bajando y llegó a mi entrepierna. Bajó mi pantalón junto con mis bragas y me observó con los ojos brillantes, haciéndome ruborizar.

Empezó a jugar conmigo, besando y mordiendo mis piernas, disfrutando ver cómo me retorcía debajo de él. Se detuvo unos segundos y me miró. Conozco esa mirada.
Volvió su cabeza a mi entrepierna, besó y lamió cuanto quizo, una y otra vez. Después de unos minutos, en que Harry no dejaba de darme placer y yo no paré de gemir, sentí mi orgasmo venir; me vine en su boca y él no se detuvo, haciendo que me retorciera sin parar hasta que se apartó con una sonrisa que me dice que está orgulloso.

Enseguida se dio la vuelta y rebuscó en uno de sus cajones por un condón. Bajó sus bóxers y se lo colocó en su muy grande y erecto miembro. Me embistió con rapidez, haciendo que soltara un gemido. Entró y salió de mí, una y otra vez, cada vez más rápido y más fuerte, cada vez más placer para ambos.

Los gemidos resonaron por toda la habitación fuertemente, hasta que el soltó uno muy largo y sonoro, y cayó encima mío sin aplastarme. Supe que había terminado.

Se quedó un poco encima mío con la cabeza en mi cuello, podía sentir su respiración agitada chocando contra mí.

Levantó la cabeza y me miró fijamente, nuestras respiraciones agitadas y nuestros pechos subiendo y bajando, hasta que logramos tranquilizarnos los dos.

– Te amo – Susurró, mirándome fijamente. Al instante hizo que una gran sonrisa se posara en mis labios y mi corazón se llenara de ternura.

– Y yo te amo a ti – Me besó.

Estuvimos unos minutos besándome, después se separó y salió de mí. Desechó el condón y regresó a la cama. Se acostó y nos cobijó a ambos.

Me recosté en su pecho y él me abrazó. Simplemente amo estar así con él. Lo amo a él.
Cerré mis ojos y ninguno tardó en quedarse dormido.

Kiss Me  «Ed Sheeran»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora