Capítulo 28. ¿De nuevo a clase?

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Kenna

Suena la alarma del teléfono e inevitablemente caigo de la cama, al darme cuenta que dejé mi celular debajo de mi almohada con el volumen máximo. Me levanto poco a poco, mientras maldigo mentalmente por tanta estupidez de mi parte. Acabo de empezar el día, sólo yo puedo empezarlo así.
Veo el reloj y me doy cuenta de que aún tengo suficiente tiempo, era apenas la primera alarma, pero si vuelvo a acostarme seguro llego tarde a clase. Salgo de mi cuarto y voy hasta el baño. Hago mis necesidades y me lavo la cara. Me veo del asco, pero ¿qué esperaba de un lunes?

Puse música y empecé a cantar mientras mientras me vestía y maquillaba ligeramente. En alrededor de cuarenta minutos estuve lista, así que salí y fui hasta la cocina a preparar café. Mientras mi café estaba listo, fui a despertar a Harry y Ed, ambos son tan vanidosos, que tienen que levantarse temprano para arreglarse o no alcanzan a llegar temprano a la escuela.

Al entrar al cuarto de Harry, me llegó el olor a bebé que tanto lo caracteriza, no importa que los años pasen, seguirá oliendo a bebé. Estaba tan adorable, a veces lo veo como si fuera mi hermano menor de unos dos años. Corrí desde la puerta y brinqué en su cama, encima de él.. Él gritó al tiempo que se caía y, como era de esperarse, me tiró con él y no conforme, cayó encima de mí. Él gritó, yo grité, ambos gritamos y Ed entró al cuarto corriendo con su mejor cara de espanto.

–¿Pero qué carajos?–

–Mi culpa– Dije tratando de levantarme del suelo, lo cual me era imposible con el idiota de Harry encima.

–Te ayudo– Ed se acercó a nosotros estirando su mano y Harry lo jaló al suelo.. Encima de él, haciendo que yo gritara. De por sí no soy muy grande y me caen dos hombres corpulentos encima, siento que ya me mataron.

–¡Harry, eres un idiota!– Le grité y ninguno se quitaba. –Quítense, maldita sea– Dije con el poco aire que me quedaba y Ed se levantó y aventó a Harry de encima mío. –Idiotas– Susurré.

–Tu mamá– Dijo Harry, sacándome la lengua. Mega maduro.

–Harry, es la misma– Lo miré con cansancio y Harry se quedó pensativo.

Salí del cuarto dejando al par de idiotas para que se arreglaran. Serví tres cafés, porque bueno, en esta casa todos tomamos café antes de irnos, nada más.

Me lavé los dientes, una vez que terminé mi café y arreglé mi cabello. No es como que me peinara detalladamente, pero ese par de mandriles lo habían arruinado... Más.

Tomé mi mochila y las llaves de mi coche. Harry y Ed se van una media hora después que yo, entran más tarde los desgraciados.

Llegué a la escuela y ¡genial! Otro fantástico día de escuela ¡Wii!
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NECESITO MÁS VACACIONES.

Bueno, como yo siempre me esfuerzo, eso fue lo primero que pensé al llegar a la escuela.

Me dirigí a mi salón y vi a alguien sentada donde habitualmente yo me siento. Fruncí el seño. La tipa es linda, rubia, ojos de color.., parece amable, perO ESTÁ EN MI LUGAR.

–Eh... Estás sentada en mi lugar– Dije tratando de ser amable.

Ella levantó la mirada de su celular, al percatarse de que era a ella a quien le hablaba.

–Oh, disculpa, soy nueva, enseguida me quito– Dijo con tono de voz gentil. Estaba a punto de levantarse, pero la detuve, porque pues, fue amable conmigo y después de todo, es sólo un asiento.

–Déjalo, no hay problema– Sonreí y tomé asiento al lado suyo.

Ella sonrió de vuelta.

–¿Cómo te llamas?– Dijo alegremente.

–Kenna– Sonreí. –¿Y tú?–

–Sasha, mucho gusto– Estiró su mano y la tomé, en señal de saludo.

Enseguida llegó nuestro profesor de filosofía y el salón quedó en silencio.

Siento que me voy a morir o a dormir, no sé, lo que pase primero.

**

Pasaron cuatro largas horas cuando por fin pude ser libre. Aunque sea sólo por cuarenta minutos, libre es libre.

Estaba a punto de salir del salón, cuando una voz me detuvo.

–Kenna– Volteé, era Sasha.

–Mande– Sonreí.

–Es que., soy nueva y no sé, me preguntaba si podría quedarme contigo durante el descanso, es que no conozco a nadie y...– Dijo tímida.

–Claro– Le dije tranquila, esta chica tiene algo familiar, algo que inspira confianza.

–Gracias– Sonrío y juntas caminamos hacia la cafetería, compramos algo para comer y comenzamos a platicar.

Me di cuenta de que la razón por la que me parece familiar, es porque Ash es su prima y se parecen bastante, además tienen muchas formas de actuar parecidas y también piensan muy similar, deben ser muy unidas, pero no entiendo por qué no la conocía antes o Ashley nunca habló de ella.

–Y entonces.. ¿Vivías en Canadá?– Ella asintió con la cabeza, mientras tomaba de su jugo. Ya entiendo porqué no la conocía.

–Ash y yo éramos muy unidas, vivíamos bastante cerca y todo el tiempo estábamos jugando y haciendo bromas, pero luego tuvimos que irnos por el trabajo de papá y hasta ahora es que regresamos– Hizo una mueca graciosa al final.

–Ya entiendo.. ¿Y en qué trabaja tu papá?– Pregunté con curiosidad.

–Bueno.. Es dueño de una disquera, siempre está buscando gente con talento, los encuentra y los convierte en grandes artistas, es genial– Dijo fascinada.

–Wow... Vaya que debe ser genial. ¿Entonces siempre estás conociendo artistas o futuros artistas?– Asintió con la cabeza. –Eso debe ser divertido– Sonreí.

–Lo es. Algún día podrías venir conmigo al trabajo de papá, te sorprenderías– Dijo atenta. –Incluso podrías cantar para papá y si lo haces bien, él podría hacerte famosa– Me sorprendí por eso.

–¿Enserio?–

–Claro, ¿sabes cantar?– Dijo esperanzada.

–Pues...– Hice una mueca. –No realmente– Su sonrisa se desvaneció un poco. –Pero sé de alguien que canta increíble– Sonreí grande, es la mejor idea que he tenido en años.

–¿De verdad? ¿Canta muy bien? Espera, ¿quién es?– Dijo entusiasmada.

–Te sorprenderías– La imité y enseguida el timbre para regresar a clase sonó. –Vamos– Y me levanté, ella hizo lo mismo.

Cambiamos de nuevo al salón, aún tenemos otras cuatro clases que soportar. Aunque debo admitir que estoy emocionada, ésto debe ser muy bueno.

Kiss Me  «Ed Sheeran»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora