Kiss Me «Ed Sheeran»

Capítulo 9. Me gustas.

Qué cosas. Estoy en el auto de Ed, con él conduciendo a quién sabe dónde.

-¿Te gustaría ir a algún lugar en especial?- ¿Qué? Él me sacó, debería tener planes.

-¿Esperabas que yo dijera un lugar?- Mi paciencia se irá, Edcito.

-Por su puesto que no- En ese momento se estacionó en algo que parecía ser una cafetería. Entonces creo que sólo trataba de que no fuéramos callados todo el camino, a pesar de que así había sido durante varias vueltas... O quería ver cómo reaccionaba a su pregunta.

Se bajó del coche y rápidamente fue a abrir mi puerta. Y de nuevo, qué vergüenza.
Entramos y sí, era una cafetería. Vendían mucha comida y bebidas, casi podría ser un restaurante. Nos sentamos en una mesa junto a una ventana y vimos la carta que estaba sobre la mesa.

-¿Qué te gustaría pedir?-

-La verdad no tengo mucha hambre.-

-¿Qué te parece un café? Mmm... ¿Un capuchino?-

-Bien.. Me parece bien.-

Entonces un señor de tal vez unos 38 años, se acercó hacia nosotros con una sonrisa y una libreta en sus manos.

-¡Hey, Ed!- ¿Este hombre acaba de saludar a Ed? ¿Acaso se conocen? ¿Será que él viene seguido por acá? -Qué linda señorita, me imagino que es tu novia- Dijo digiriendo su mirada hacia mí, manteniendo esa misma gran sonrisa que llevaba cuando se acercó a nosotros.

¿QUÉ CARAJOS ACABA DE DECIR? Oh por dios, qué pena. Sentí como mis mejillas comenzaron a ruborizarse, por el calor que podía sentir en ellas y la sangre subiendo. Tragué saliva muy fuerte y cuando abrí la boca para hablar y decir algo en mi defensa, Ed se adelantó...

-No, Pat, es mi amiga.- Dijo vacilante con una sonrisa.

-Oh, es una lástima- Vi como su sonrisa se desvaneció un poco -Es una linda chica- Volvió a dirigirse a mí y su sonrisa volvió.

-Ya lo creo- Ed me miró y sonrió.

-Y bueno, ¿están listos para pedir algo?-

-¿Podrías traernos dos capuchinos de moka?-

-Por supuesto. ¿Nada más?- Dijo el simpático hombre que me había llamado linda. Ed me miró y negué con la cabeza.

-Es todo, gracias-

-Enseguida lo traigo, chico.- Hizo una pausa. Creo que este hombre jamás dejaba de sonreír. -Por cierto, deberías hacerla tu novia... Es la chica más linda que has traído, sería una lástima que no...-

-Patrick, por favor- Ed ni siquiera lo dejó terminar. Estoy segura que esta vez el avergonzado era otro. El hombre se retiró.

Vaya, al parecer Ed sí viene seguido a este lugar. Las palabras del hombre, al parecer llamado Patrick, me molestaron más que cualquier otras. No lo malinterpreten... No me molestó Patrick, me molestó lo que dijo. De hecho creo que más que molesta, estaba celosa. Podía sentir las ganas de gritar dentro de mí.

-Así que vienes seguido- Dije con una sonrisa cínica. Estoy segura de que puedo notarse la molestia en mi voz.

-Por favor no hagas caso. Esas son sólo tonterías- Uy, ¿acaso es mentira?

-Claro.. El hombre que parece conocerte de toda la vida, vino aquí sólo a echarte en cara que eres un...- Mi voz se apagó y no pude seguir. ¿Qué me estaba pasando?

-¿Mujeriego? ¿Es eso? Si es así sólo dilo.- De hecho estaba a punto de decirte PUTO, pero ya qué.

-Entonces es verdad..- Aparté mis ojos de él, fijándolos en algún lugar del piso.

-No..- Su voz se apagó, pero inmediatamente continuó -No lo es.- Sonó tan duro.

-¿Sabes qué? No es la primera vez que lo escucho... Mira, ya no importa- Levanté mis ojos del suelo, continúe sin mirarlo, esta vez mirando hacia la ventana. Y me di la sonrisa más falsa que pude.

-No... Sí importa- Se interrumpió solo, pero continuó -Escucha, Kenna- Tomó mi barbilla obligándome a mirar hacia él, clavando sus hermosos ojos grises en los míos (dios, cómo me mataba que hiciera eso) -Me gustas- ¿QUÉ MIERDA? ¿QUÉ ACABA DE DECIR? -Me gustas y eso es lo único que importa.- No dijo más, pero continuó mirándome. Me quedé boquiabierta, no tenía idea de qué iba a decirle. De nuevo mis mejillas estaban rojas y calientes, pero estoy segura de que esta vez más rojas que de costumbre.., pero por suerte no era la única, él estaba probablemente más rojo que yo.

Estaba a punto de contestar cuando el hombre, Patrick, llegó a nuestra mesa con una bandeja en su mano con dos bebidas, nuestros capuchinos. Gracias dios. Estaba a punto de decirle al hombre "Lo amo, Patrick, usted es mi héroe". Obviamente no lo hice, pero ganas no me faltaron.

En cuanto Patrick se fue, hablé rápidamente para que Ed no continuará y yo tuviera que decirle que me gusta también. Sé que debí haberlo hecho, ya que él lo había hecho también.., pero no estaba lista.

-¿Y qué tal la universidad? Ya casi terminas, ¿no?- Qué cosa tan más tonta acabo de decir. Se supone que él va con mi hermano, yo debería saberlo.

-De hecho no. Me faltan dos años y después la especialidad. Otros dos, creo... Creí que ya lo sabías.- Parecía confuso, pero más por mi drástico cambio de tema, que por mi pregunta tonta.

Continuamos hablando de tonterías unos cuarenta minutos más.

-Debería llevarte a tu casa ya- Su actitud seguía siendo la misma que la de hace media hora: de confusión.

-Claro, vámonos.- Sonreí, tratando de aligerar el ambiente.

Nos levantamos de nuestros sillas y nos dirigimos a donde se encontraba Patrick, detrás de una barra. Ed pidió la cuenta, pero no me dejó pagar lo mío. De nuevo, todo un caballero.
Nos fuimos al carro y escuchamos música todo el camino a mi casa. Al parecer no tenemos gustos tan diferentes. No hablamos de mucho durante el camino.. Creo que ya ambos teníamos algo de pena.

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A partir del capítulo 11 comienzan las narraciones de Ed lkjhgfsdlkd.💓
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