Kiss Me «Ed Sheeran»

Capítulo 19. ¡¿Novio!?

Kenna.

Han pasado un par de meses desde que entré a la escuela y creo que me gusta Alexander. Llevamos tratándonos desde que nos conocimos, nos mensajeamos y hemos salido un par de veces, en "plan de amigos", pero incluso él me dice cosas lindas de vez en cuando. Espero gustarle también, y si me pide que sea su novia, aceptaré, no tengo nada que perder... Después de todo, Ed está con Elizabeth y seguro van a casarse en cuanto nazca su bebé. Él no me ama, no me quiere, ni siquiera le gusto; sino ella, ella es quien lo ha conquistado y yo no puedo competir con eso...o con un bebé. En fin, no sé ni siquiera porqué sigo pensando en Ed, yo no debería; pero es difícil no hacerlo viviendo con él.

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Es viernes y Alexander me invitó a salir, obvio acepté.
Me metí a bañar, cepillé mis dientes, después me vestí con unos jeans azul claro y una blusa roja semi-transparente y unos zapatos que combinaban perfecto, me maquillé como de costumbre, luego cepillé mi pelo y lo dejé caer por mi espalda libremente.

A las 7 en punto tocaron la puerta y salí de mi habitación. Seguro era Alexander, pero por suerte yo ya estaba lista.

-¿Vas a salir?- Dijo mi hermano cuestionante. Se encontraba en el sillón de la sala, jugando videojuegos con Ed. Estos chicos sí que saben divertirse, pensé.

Asentí con la cabeza y prosiguió con sus preguntas.

-¿Con quién?- Incluso había alejado de mirara el televisor, para mirarme a mí.

-Con mi amigo, Alexander- Su nombre salió tímidamente de mí.

Ed, quien también estaba mirándome mientras Harry me cuestionaba, alejó su mirada de mí regresándola al televisor cuando escuchó con quién saldría. ¿Celos? No lo creo.

-¿Otra vez?- ¡Basta, Harry!

-¿No debería?- Me tornaba desafiante.

-Escucha, Kenna.. Puedes irte ya, seguro está esperándote afuera- ¡Mierda! Es cierto.

-¡Gracias, Harry!- Dije corriendo hacia la salida.

-¡Pero ya hablaremos, señorita!- Me gritó de vuelta para que lo escuchara antes de salir. Por dios, sí que sonó como un padre.

-¡Claro, adiós!- Y cerré la puerta detrás de mí, sin darle oportunidad a decir nada más.

Salí de la casa y vi a Alexander recargado en su auto, esperándome afuera con un cigarro en la boca sostenido por su mano, me vio y lo tiró, pisándolo para que se apagara por completo. Seguro él sabía que no me agradaba que fumara y lo apagó por respeto a mí.

Me acerqué a él y me saludó con un beso en la mejilla, bastante cerca de la boca... Como el de Ed, pensé. Rápidamente sacudí mi cabeza para librarme de esos absurdos recuerdos.

-Te ves hermosa- Me dijo al oído, lo cual me hizo estremecerme y sonreír.
Abrió la puerta del coche para que yo entrara y la cerró una vez que ya estaba adentro. Después fue hacia el lado del conductor y subió al auto, encendiéndolo.

-¿A dónde vamos?- Le pregunté divertida.

-Es sorpresa- Me miró y sonrió pícaramente. Sonreí de vuelta y él encendió la radio.

Estaba cantando las canciones de pop que sonaban, como solía hacer todo el tiempo; cuando llegamos a un restaurante muy bonito.

-Vamos- Dijo abriendo la puerta del coche y cerrándola cuando estuvo afuera, después se dirigió hacia la puerta de mi lado y la abrió. De nuevo Ed se me vino a la cabeza, mierda.