Capítulo 39. La fiesta de Ed.

148 13 0
                                    

Kenna.

Las cosas han cambiado bastante: Primero, mi hermana va a casarse y mis papás están contentos con su embarazo, o eso parece.
Segundo, la situación con Ed ha mejorado mucho, somos más unidos, salimos seguido, platicamos todo el tiempo, me escucha y confío en él, él confía en mí y en verdad, le tengo más cariño que antes; incluso ya perdoné lo que pasó, decidí dejarlo atrás por mi bien.

De hecho, mañana es cumpleaños de Ed. Obviamente ya tengo su regalo, hace unos días fue día del amor y la amistad y él tan lindo me regaló rosas, tantas como acostumbra siempre, también me dio chocolates y un lindo conejo de peluche. Al día siguiente me pidió que fuera su novia y yo encantada acepté. Me regaló girasoles, entonces el living de mi casa se veía más que lindo, con un montón de rosas y girasoles, había bastante rojo y amarillo.

En verdad, este hombre es un amor.

***

Me siento en la silla y Marie coloca alrededor de mi cuello una manta para no ensuciar mi ropa. Sep, estoy lista para otro cambio de imagen.

**

Después de tanto tiempo por fin puedo mirarme al espejo para saber cómo quedé. Mi cabello bastante corto, color negro. Nada especial, pero me gusta.

Es momento de irme. Estoy muy entusiasmada, porque mañana por la noche será la fiesta de Ed.

*****

Enrollo una toalla al rededor de mi húmedo cuerpo, otra en mi cabello y salgo de la regadera. Es momento de empezar.

Abro mi clóset y saco el vestido que tenía destinado para esta noche. Es negro y corto, pero no vulgar. Me pongo mi conjunto de ropa interior negra con encaje y comienzo a maquillarme, el vestido irá al final.

Base, polvo, rímel, sombra de ojos negra, delineador negro, un poco de rubor, labial rojo, algunos toques con sombra color blanco y listo, es hora de arreglar mi cabello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Base, polvo, rímel, sombra de ojos negra, delineador negro, un poco de rubor, labial rojo, algunos toques con sombra color blanco y listo, es hora de arreglar mi cabello.

Como mi cabello es ondulado, sólo tuve que alisarlo; por suerte es corto y se secó rápido.

Me bastaron dos horas para estar completamente lista, me coloco mis tacones altos color rojo y algunos accesorios, perfume y ¡listo! En verdad espero que a Ed le guste.

– ¡Kenna, vámonos! – Es la tercera vez que Harry golpea mi puerta diciendo eso y en verdad ya me enfadó, pero esta vez ya estoy lista.

Salgo del cuarto y ahí está él, de brazos cruzados.

– Tu vestido es demasiado corto, así no vas – Dice serio.

Entorno los ojos y regreso por mi bolso al cuarto, tomo mi maquillaje, labial, unos zapatos planos, mis llaves y por supuesto, mi celular. Agarro también el regalo para Ed y salgo.

– Cállate y vámonos – Lo tomo del brazo y bajamos las escaleras.

Subimos a su auto y nos vamos, no sin antes advertencias de mamá para que nos portemos bien.

Pasamos a la casa de Troian, porque mi hermanito quedó de recogerla y me toca ir atrás, luego pasamos por Ashley, porque quedé de recogerla yo y se va atrás conmigo. Shay y Lucy llegarán por su cuenta, pero quedamos de encontrarnos ahí.

Por si no lo mencioné, la fiesta es en el bar de un hotel. Lo cual es bastante ingenioso, porque todos saben que muchas parejas querrán tener sexo e incluso muchos que no son pareja. Además, se dice que el bar es bastante bueno y con el dinero de Ed, no fue problema reservarlo para su cumpleaños, incluyendo algunos cuartos.

El auto se detiene y así sé que llegamos, nos bajamos y vamos directamente al lugar.

Al llegar ahí, busco a Ed con la mirada, pero no encuentro nada. Hay demasiada gente aquí.
De pronto siento unas manos deslizarse por mi cintura y su lindo aroma inundar mis fosas nasales.

– ¿Te han dicho que te ves hermosa? – Dice en mi oído causándome escalofríos.

– De hecho eres el primero que lo hace – Sonrío y me doy la vuelta, quedando frente a él. – Feliz cumpleaños – Paso las manos por su cuello y lo abrazo fuertemente, él coloca ambas manos alrededor de mi cintura, aún poco más arriba de mi trasero.

– Gracias – Dice sin soltarme.

Amo estar entre sus brazos, se siente tan bien. No lo habría soltado de no ser por Harry carraspeando para que no separáramos. Dejamos de abrazarnos y Harry se va, gracias a Dios.

– Te traje un regalo – Le extiendo mi regalo perfectamente envuelto.

– ¿Sabes? Mi mejor regalo eres tú – Dice mirándome a los ojos y mis mejillas no tardan en ruborizarse, lo cual creo que no nota por la escasa luz del lugar.

– Ven, acompáñame – Me toma de la mano y no pongo resistencia.

Vamos al elevador y llegamos a un cuarto, que supongo es donde se va a quedar él. Deja el regalo en una mesa.

– Eres tan linda – Me sonríe con dulzura.

Me ruborizo de nuevo y lo abrazo, para que no lo note. Poco después se separa de mí y y mira fijamente mis labios, entonces no espera más y me besa.

Comienza lento, pero se intensifica conforme pasa el tiempo, nos acercamos a la cama y nos sentamos en ella, sin separarnos. Una de sus manos que estaba en mi cintura, viaja hasta uno de mis pechos y le da un pequeño apretón, haciendo,e soltar un ligero gemido.

Entonces él se separa y puedo notar que ahora se encuentra ruborizado él y bastante.

– Deberíamos bajar – Dice muy suave.

Asiento y me levanto de la cama, arreglo mi cabello en el espejo y salgo del cuarto, con Ed detrás de mí.

Regresamos al bar y Ed me ofrece una bebida, que claro acepto, él toma otra y luego vamos a bailar.

**

La noche se nos pasa en bebidas, risas, bailar, tomar más, besos, más bebidas y beber más. A esta hora ya perdí de vista a Harry, debe estar en un cuarto con su novia. Mis amigas están por ahí, bailando o tomando con muchachos y yo sigo disfrutando de la compañía de mi novio.

Me acabo una de las tantas bebidas que me ha dado y él la suya, se acerca a besarme y yo le sigo el beso, mientras más toma más salvajes son sus besos. Muerde mi labio inferior y besa la comisura de mis labios, luego mi barbilla, baja a mi cuello y por dios, que podría hacerlo mío aquí mismo.

– Hay que subir – Le digo con la respiración algo agitada, él sólo sonríe y me toma de la mano.

Vamos de nuevo al ascensor y llegamos al cuarto, entramos y entre besos llegamos a la cama. Antes de subir en ella, pasa una mano por mi espalda, bajando el cierre de mi vestido, baja los tirantes y cae al suelo, dejándome en ropa interior.

Relame sus labios y me acuesta con cuidado en la cama, poniéndose encima de mí. Pasa sus manos por todo mi cuerpo, haciéndome estremecer.

Lo deseo tanto.

Él no deja de besarme y el deseo aumenta.

– Ed... Quiero hacerlo – Le digo entre besos.

Kiss Me  «Ed Sheeran»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora