Kiss Me «Ed Sheeran»

Capítulo 24. Parte II. Navidad.

Ed.

Hoy es Navidad. Son las 7 p.m. y aún no me baño; pero si le veo el lado amable, mis hermanos y mi papá ya están listos, sólo falta mi mamá y yo.

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8:30 p.m. Estoy completamente listo hace unos 20 minutos y mamá aún no sale de su habitación.

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9 p.m por fin mamá está lista. Tomé mi regalo para Kenna y subimos al auto.

*

Llegamos a casa de los Styles.
Esto ya es como una tradición, cada año venimos y sucede lo mismo... Pero a decir verdad, siento que esta vez será diferente. Después de la cena, yo nunca cruzaba palabra con alguien más que no fuera Gemma o Harry, pero esta vez está Kenna.

Emma abrió la puerta y saludó tan amable como siempre hace, esa niña es muy dulce. Entramos y saludamos a la familia. A decir verdad, Kenna se ve completamente hermosa. Me acerqué a ella y le di un pequeño beso en la comisura de los labios, ella sólo sonrío.

Un rato después nos encontrábamos todos reunidos en la sala. Matthew con Gemma, besándose discretamente para que nuestros padres observaran. Las pequeñas Emma y Channel jugando a no sé qué tontería de niñas. Harry, Kenna y Adam conmigo y no tengo idea de lo que están diciendo, no les he puesto atención desde hace un buen rato.

«Recuerdo cuando Harry y yo teníamos 15. Yo aún era virgen y Harry..¿También? Así es, Harry Styles seguía siendo virgen y puro a sus 15 años.
Gemma tenía 19 y Matthew 20. Ellos habían empezado andar desde que Gemma tenía 16, prácticamente llevan toda su vida juntos. Matthew me contó la primera vez que se acostó con ella, la verdad no quería saber, pero tiempo después comenzó a darme curiosidad... Entonces perdí mi virginidad, si así se le puede llamar, a mis 16 cumplidos.

Mi hermana Channel y Emma, la hermana de Harry, tenían 6 y eran completamente unas ternuras... Unas muy-molestas-ternuras.

Y bueno. Kenna... Kenna era la niña más hermosa que pudiera conocer, tenía 12 y era tan Inocente que apenas lo podía creer. La mayoría de las niñas de su edad ya eran tan destapadas y algunas tan...zorras. Incluso Adam era menos inocente que ella y sólo tenía 11.
La primera vez que vi a Kenna fue lo más bonito que pudiera haber sentido, lo recuerdo pero eso fue mucho antes, yo tenía 11 y ella 9. Probablemente fue la primera niña que me gustó, pero de ahí no pasó nunca. Jamás me atreví a hablarle, cada vez que lo intentaba no salían las palabras y yo quedaba como un estúpido. Realmente espero que ella no recuerde nada de eso.
Después pasó el tiempo y me di cuenta que ella no era para mí, tal vez nunca lo fue.»

-Ed, Ed...- Una mano pasó por enfrente de mi rostro. -Ed, ¿estás escuchándome?- Dijo Kenna sacándome de mis pensamientos. Sinceramente no tengo idea de lo que estaba hablando.

-Sí, te ves muy linda- Qué idiota, cómo no pude decir otra cosa.

Ella rió por lo bajo. -¿Gracias? Creo, pero... Eso no es lo que estaba diciendo, Ed- Noté cómo se sonrojó, lo cuál me pareció totalmente dulce.

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Kenna.

-Te sonrojaste- Me dijo como si nada y entonces toqué mis mejillas, dándome cuenta que era verdad, estaban calientes.

Golpeé su hombro amistosamente y el rió.

-Basta, ya contéstame lo que te pregunté- Dije esta vez tratando de parecer más seria, cuando la realidad era, que no podía dejar de sonreír.