¿Te gusta?

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Un nuevo día comenzaba. Pond se levantó como de costumbre, se organizó rápidamente y salió de su cuarto. Al abrir la puerta, tropezó con Perth, quien dormía profundamente en el piso frente a la entrada.

Perth se despertó sobresaltado y se levantó mientras Pond, con evidente curiosidad, preguntaba:

—¿Por qué estabas durmiendo en el piso, Perth?

Perth se rascó los ojos, todavía soñoliento, y respondió:

—Anoche cerraste la puerta con pasador y descubrí que solo soy bienvenido en tu habitación. Tu padre me obligó a dormir aquí.

—Ve a dormir —dijo Pond con un tono serio. Luego, se acercó a Perth y añadió:

—Prepara todo para abrir la cafetería la próxima semana.

Pond llegó a su trabajo, como de costumbre, y se quedó haciendo guardia cerca de la sala de descanso donde estaba Phuwin.

Ese día, estaban en la sede de la empresa que representaba a Phuwin, la cual organizaba sus eventos y producía su mercancía. Pond estaba tranquilo, revisando su teléfono, cuando su estómago rugió. Tenía hambre.

De repente, escuchó una voz:

—¿Quieres que te busque algo de comer?

Pond levantó la vista y vio a Force, quien estaba parado a uno o dos metros de él con una expresión de confusión. Pond no respondió, pero Force interpretó su silencio como un "sí". Sin decir más, Force salió en busca de algo de comida para Pond.

Mientras tanto, Gémini estaba en clases, o más bien en receso. Intentaba dormir sobre su escritorio cuando sintió un toque en la espalda. Alzó la mirada y vio a Fourth, uno de sus compañeros de clase, que parecía ansioso.

Gémini se enderezó en su silla, y Fourth le dijo rápidamente:

—Hey, Gem, ¿hiciste la tarea de matemáticas?

Gémini simplemente asintió. Sin pedir permiso, Fourth metió las manos en la mochila de Gémini, sacó su cuaderno de matemáticas, lo abrió en la página correspondiente y comenzó a copiar la tarea en su propio cuaderno.

Force finalmente regresó con Pond, trayéndole un pedazo de torta para que pudiera comer algo. Pond tomó el envase, lo abrió de inmediato y comenzó a comer.

Force lo observaba mientras comía; había algo tierno en la forma en que lo hacía. Sin embargo, tuvo que irse rápidamente, ya que alguien lo estaba llamando.

Pocos minutos después, Phuwin salió de la sala de descanso. Al notar el pedazo de torta que Pond estaba comiendo, preguntó:

—¿De dónde sacaste eso? Yo también quiero.

—No lo sé, me lo trajo Force —respondió Pond, distraído.

De repente, la expresión de Phuwin cambió. Sin previo aviso, tomó a Pond por la muñeca y lo arrastró al interior de la sala de descanso.

Allí, Phuwin lo hizo sentarse en una de las sillas y se colocó frente a él. Sin rodeos, preguntó directamente:

—¿Te gusta Force?





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Tu Silueta (Pond-phuwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora