three swords for a heart (kylie, Malia y Ruby)

treinta

Cap 30
Acto de bondad

Narrador omnisciente

Después de ese beso, una cachetada resonó fuerte en el lugar.

Una karla en shock por el golpe y una kylie con lágrimas amenazando salir de sus ojos.

-no soy lo que tú crees— con esas últimas palabras kylie salió del edificio dejando a la castaña con su mano izquierda sobre su mejilla adolorida.

La teñida sabia que quien estaba detrás de todo el comportamiento de karla era Laila y que la castaña no se alejaba completamente de ellas porque estaba enamorada.

Y aunque eso era un punto a favor del grupo, no sentía que eso fuera un punto a su propio favor.

Kylie estaba investigando a la rubia por su propia cuenta, el sistema de la empresa de su padre estaba de su lado, profesores, directores y otros estudiantes también lo estaban.

Pero que Laila tuviese a karla de su lado era lo que la preocupaba.

La castaña por su parte estaba en shock completo, en medio del pequeño vestíbulo de la planta baja del edificio del ala de habitaciones, con su mano sobre su mejilla y sus labios enrojecidos e hinchados.

No sabía si le había dolido más la cachetada o que se la hubiese dado kylie.

Sus ojos se cristalizaron por el pequeño ardor y el recuerdo de lo que acababa de pasar.

Esa discusión había significado algo más y aunque parecía estúpido, karla se dio cuenta de que esos rumores no podían ser ciertos.

Sintiéndose desmoralizada y con la cara adolorida, subió las escaleras dirigiéndose a su habitación con pesar.

Al llegar solo se derrumbó en su cama sollozando.

Aún era una niña que lloraba por lo más mínimo. Inmadura e indefensa.

Sin nadie a quien llamar.

Esa tarde se dejó ganar por el sueño y durmió hasta el día siguiente.

Por otro lado, el viernes en la mañana. Ruby se encontraba detrás de la puerta de la habitación de karla.

Sus manos sudando por el nerviosismo, aún dudando en sí era buena idea tocar la puerta o no.

Kylie le había mandado un mensaje en la noche diciendo que había tenido una discusión con la castaña y le pidió a la rubia que fuese a verla.

Kylie a pesar de la rabia, el enojo y los celos que sentía, aún se preocupadaba por karla.

Al escucharla sollozar a través del micrófono esa noche, inmediatamente se preocupó y le escribió a Ruby.

Mientras que, por su parte, la rubia se decide a tocar la puerta y luego de esperar unos momentos, esta se abre.

Dejando ver a una karla con los ojos hinchados, nariz roja, cabello despeinado y una pijama de princesas.

-te ves muy tierna— la rubia no puede evitar dejar escapar una risita y la mira con devoción.

Karla sin poder contenerse, deja que sus ojos se cristalicen, su labio inferior temblando y haciendo un puchero.

Deja pasar a la rubia y al cerrar la puerta, se lanza a abrazarla como si su vida dependiera de ello.

-cariño, no respondiste mis mensajes anoche y me preocupe— Ruby no tenia la suficiente fuerza como para cargar a karla, sin embargo las castaña se agarraba de la rubia con fuerza— quise venir para ver como estabas.