🍰 OZELLE DE OZ , es una joven encantadora, hija del legendario Mago de Oz y Glinda, la Bruja Buena. Desde muy pequeña, ha mostrado un carácter dulce y amoroso, irradiando bondad y alegría allá donde va. Heredó la magia de ambos padres, aunque no su...
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Ben caminaba con lentitud por el largo pasillo mientras los niños del coro entonaban melodías angelicales. Sus ojos permanecían fijos hacia el frente, concentrados en el momento que estaba por vivir.
Desde un rincón, Ozelle lo observaba con una sonrisa radiante, abrazada al brazo de Jay, quien estaba a su lado.
Cuando Ben pasó frente a ellos, ambos hicieron una reverencia. Él le dedicó una pequeña sonrisa a Ozelle antes de seguir avanzando hacia el altar.
El Hada Madrina se colocó frente a Ben, llevando con solemnidad la corona que estaba a punto de colocarle. Alzando la varita, habló con una voz firme y ceremoniosa:
- ¿Juras solemnemente gobernar al pueblo de Auradon con justicia y piedad durante todo tu reinado?
- Lo juro solemnemente.
La Hada Madrina asintió y continuó:
- Entonces, con mucho honor - tocó su hombro derecho con la varita - y mucha alegría - tocó el izquierdo - te nombro nuestro rey.
De repente, el momento solemne se interrumpió abruptamente. Una figura se lanzó hacia adelante y le arrebató la varita a la Hada Madrina. Un grito de sorpresa recorrió la multitud, seguido de un destello que iluminó la sala.
Ozelle retrocedió unos pasos, asustada por el repentino rayo que salió de la varita.
- ¿Qué es...? - murmuró confundida, mientras miraba a Audrey, que estaba a su lado y se abrazaba a ella en busca de protección.
El Hada Madrina, igualmente sorprendida, preguntó:
- ¿Hija, qué estás haciendo?
- ¡Si tú no me haces hermosa, yo misma lo haré! - gritó Jane, moviéndose torpemente con la varita en mano. - ¡Bíbidí bábidí bu!
Ben, reaccionando al caos, corrió hacia Ozelle y Audrey, cubriéndolas con su cuerpo.
- ¡Busquen refugio! - ordenó el rey Bestia desde su lugar en el salón.
Mientras tanto, Mal corrió hacia Jane y logró arrebatarle la varita. Jay miró a Ozelle, visiblemente apenado, antes de unirse a Mal, Carlos y Evie.
Con cautela, Ben se acercó a Mal, seguido de cerca por Ozelle.
- Mal, dame la varita.
- Aléjate. - La voz de Mal sonaba tensa, su mirada cargada de desconfianza.
- Tranquila, ¿sí? Todo estará bien. - Ozelle dio un paso hacia adelante, tratando de calmarla.
- ¡Les dije que se alejaran de una vez! - gritó Mal, haciendo que Ozelle tropezara hacia atrás.
- ¡Se los dije! - intervino Audrey, mirando con reproche a los demás. - ¿No es cierto?
Mal levantó la varita hacia Audrey, obligándola a retroceder aterrorizada junto a su familia.
- Ya es hora. - La voz de Carlos rompió el silencio.
