Cage despertó con un sobresalto, el eco de su pesadilla aún vibrando en su mente.
La sensación de peligro inminente la envolvía, como si las sombras del sueño intentaran atraparla en su abrazo helado.
Caminó hacia la ventana, sus pasos resonando en el suelo de madera lujoso, mientras su mano temblorosa se posaba sobre el cristal.
La vista que se desplegaba ante élla era a la vez hermosa y aterradora; el cielo estaba fracturado, como si un ser antiguo hubiera decidido romper las reglas del mundo.
Las grietas negras se extendían por la bóveda celeste, y en el centro, una luz roja pulsante parecía llamar a los más oscuros instintos de Cage.
Un hombre cuya presencia emanaba poder y peligro, estaba en medio de ese portal, su aura era como si cada fibra de su ser estuviera hecha para dominar.
Sus largos cabellos se movian al compás de la brisa, su cuerpo cubierto por una armadura plateada.
En su palma una bola de maná giraba, era un símbolo de destrucción, y Cage sintió que el aire se volvía denso a su alrededor.
La voz masculina que interrumpió el silencio era un grito desesperado que resonaba en sus oídos.
—¡Corran! – Pero el tiempo parecía haberse detenido; Cage no podía moverse.
Sus músculos estaban paralizados por el terror y la inevitabilidad del destino.
La explosión iluminó sus pupilas, un destello ardiente que prometía aniquilarlo todo.
—¡Cage! – una voz conocida interrumpió la penumbra de esa horrible escena.
De pronto, la oscuridad la envolvió, y Cage sintió que caía en un abismo sin fin.
Sus pupilas se abrieron de golpe, su cuerpo se habia desplomado, observo la madera lujosa con un sentimiento de alivio.
—Fue solo un sueño —murmuró Cage, intentando convencer que estaba a salvó.
Sin embargo, las imágenes aún danzaban en su mente: el portal, la luz roja y aquel hombre cuya sombra parecía devorar la esperanza misma.
Taylor la observo, sus ojos estaban atentos a cada movimiento que hacía Cage.
—Cage, ¿qué fue lo que pasó? —preguntó Taylor con tranquilidad, intentando no alterar a su amiga.
Cage, con el rostro agachado, levantó lentamente la mirada, revelando el horror en su expresión.
—¿Acaso fue el Dios de la muerte? —preguntó Taylor, pero Cage negó con la cabeza.
—No, esta vez fue diferente a los sueños que he tenido —dijo Cage, levantando sus manos temblorosas.
—¿A qué te refieres? —inquirió Taylor, temiendo la respuesta.
—Había muchas personas a mi alrededor, todos vestidos de negro... como si fuera un funeral por alguien que todo un reino lloraría —Cage sintió una náusea creciente al recordar lo siguiente.
—Pero... después un portal se abrió en el cielo, trayendo consigo un firmamento rojo como la sangre —su cuerpo comenzó a temblar.
—Y un hombre salió de ese portal y... luego... asesinó a todos —el rostro de Taylor palideció.
Es un presagio. ¿Qué significa ese sueño? No puede ser verdad... ¿o acaso sí puede suceder?
Taylor sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras las palabras de Cage resonaban en su mente.
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My Monarca
Fiksi PenggemarEl sacrificio de Cale trajo consigo la paz para los dos continentes. O eso creyó. Los gobernantes junto a los dioses lo regresaron al pasado, pero está vez las cosas serían más difíciles de afrontar. Sin la ayuda de sus amigos. Pero con el apoyo de...