38.4. El 18 de Brumario de Tim-Eftermanen

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El 14M fue una tragedia sin precedentes en la historia de Brödtland... En el 12A fueron a por ciudades grandes. Lo que estaba sucediendo era un escenario bélico denominado Microfrentes aleatorios, Frentes aleatorios dispersos o Combates disperso-discontinuos. Da igual como lo llamen, su mera mención produce temblores en cualquier estratega brödtlandeño. Aquí es conocido y estudiado, porque casi nos liberó de la ocupación sueca cincuenta años antes de la Independencia. Pero en el resto del mundo nunca se habla de ello, pues es un caso muy particular, y manda uebos que sus dos únicos casos históricos hayan sido en el mismo país.

Sucede cuando las dos fuerzas poseen, de iure, todo el territorio todo el tiempo. Entonces surgen frentes diminutos, que duran a lo sumo unos días y después se desvanecen. No son combates, porque no se comportan como combates sino como frentes. Y tampoco son guerrillas, porque la estrategia no es guerrillera sino militar-regular. Hacen falta recursos técnicos muy buenos para mantener un escenario de microfrentes aleatorios. Suecia, para ponerle fin, comenzó a ejecutar personas hasta que, de casualidad, decapitó al frente de liberación que lo estaba haciendo. En Brödtland, el año pasado, el ejército promovió la creación de los urbanatos para mantener el volumen poblacional disminuyendo la superficie, para crear fronteras urbanas fácilmente defendibles, y entregarle todo el resto del territorio al enemigo. Así se rompía el control teórico pleno y continuo de ambos bandos.

Högkvarteräa, por obvias razones, no fue promovida por el ejército, pero se hizo un llamamiento a todos los miembros de grupos paramilitares izquierdistas para defender el urbanato, que sería el lugar de su utopía anarco-comunista. Y, al tener una ciudad defendida, pues alguna gente de los alrededores vino.

Tim: Entonces me vas a presentar a los miembros del MÖJ que conoces, ¿No?

Frank: No.

Tim: Tenía que intentarlo.

Frank: ¿No vas a intentar convencerme?

Tim: Paso de perder el tiempo. Además, ya se me ha ocurrido qué hacer. Voy al cuartel.

Frank: ¿El colegio?

Tim: Sí, el cuartel.

Frank: Los niños están en clase

Tim: Pues iré al ayuntamiento, y ya con eso comenzaré a convertirlo en el cuartel permanente.

Frank: Se queda un poco pequeño, pero allá tú.

Tim: Soldados, ¡Descasen! Frank, haz lo que te dé la gana.

Solo llevo a dos soldados de guardaespaldas pese a la advertencia de Frank. Tengo una extraña sensación de que me están observando, pese a que ni veo ni oigo nada fuera de lo normal, solo calles vacías y silenciosas. Quizás sea solo paranoia, pero, por si acaso, se lo he comunicado a mis acompañantes. 

Pter Akyadyerbaein viene de la República de Iruvnia, en la URSS. Entro al ejército para "aprender tácticas de acción directa", y se especializó en artillería. Pero acabó usando la semilibre circulación que hay entre la Unión Soviética y la Brödtland comunista para llegar aquí. Se afilió al partido anarquista, y, con el Conflicto de Festag se encargó de entrenar a las Milicias Popular Anarquistas en el uso de artillería, para yo que sé que. No le veo sentido a nada de eso, pero, yo que sé, cosas de rojos. Le nombré teniente de la división de teoría de artillería. No tiene muchas luces, y hablar con él es incómodo porque no habla bien el sueco. Pese a ello logra caer medio bien: habla por los codos, pero nunca dice demasiado, lo que no le interesa a nadie se lo dice a sí mismo, lo cual es raro porque lo dice en iruvnio, que suena como elegir demasiadas consonantes aleatorias y juntarlas de la forma más incómoda posible.

El caso es que le encuentro caminando hacia mí en medio de la calle.

Pter: Yo como ahora iba a tu hogar, estaba buscando a ti

Tim: ¿Qué sucede?

Pter: La... previsión del tiempo, justo que cambió. En Miridya habrá buen tiempo justo mañana, entonces ellos pueden atacar

Tim: ¿Cuánto es la mínima?

Pter: Cuatro grados bajo cero

Tim: Bastante cálido... J***r, que mal me viene. Reúne a los 250 soldados, saldremos a las siete. Que carguen todas las armas en los renos, los hombres irán a pie. Cuando lleguen las armas los renos volverán, cargarán soldados  los llevarán, y así hasta que lleguen todos. ¿Tenemos gasolina?

Pter: Yo no sé

Tim: Hablaré con Carl. ¿Sabes dónde está?

Pter hace un gesto de no tener ni idea. Me toca dar vueltas hasta dar con él de casualidad.

Tim: ¡Teniente Carl! ¡Abstencionista! ¡Ven aquí!

Carl: ¿Qué sucede? Solo me llamas teniente cuando se trata del ejército.

Tim: El clima se va a calentar antes de lo que previmos, esta noche nos vamos a Miridya. Dime que tenemos gasolina suficiente

Carl: La gasolina la controlo yo

Tim: Y nos la darás

Carl: Eso ya lo veré

Tim: Por supuesto, pero recuerda que o salen los vehículos a Miridya o sale un pelotón de fusilamiento con tu nombre en la lista.

Carl: Antero ya me contó que tuvo que mandarte callar durante el Asalto al castillo. Ahora entiendo bien por qué

Tim: ¿Tatoxis?

Carl: Sí.

Tim: ¿Y no te contó que inmediatamente después dijo que me hicieran caso?

Carl: Ser sabio no te quita ser un indecente

Tim: Por lo que veo tienes poca costumbre de seguir órdenes

Carl: Y tú tienes poca de darlas. Brödtland vencerá, pero a pesar de ti.

Tim: Por cierto, ¿Qué fue de Tatoxis? No he vuelto a verle.

Carl: Le detuvieron poco después por el Asalto al castillo, le iban a condenar a cadena perpetua, pero unos maderos le ejecutaron la noche antes del juicio.

Tim: Bueno, esperaré la gasolina. 

Estoy todo el día organizando la salida, pateándome la ciudad de un lado a otro. Por la tarde todo va perfecto, algo caótico, pero dentro de lo aceptable. Salieron renos y automóviles, los hombres comenzaron a caminar hacia el horizonte. Yo me he quedado en la ciudad, aunque todos creen que me fui en uno de los vehículos. Necesito quedarme aquí para asegurarme que el autogolpe sale bien. Cuando esté todo asegurado sí me iré, pero aún es demasiado pronto.

Onda Brödugnar 2: Magia Y DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora