VISERRA
Este día me recuerda a mi infancia, cuando mi padre organizaba enormes celebraciones para conmemorar mis onomásticos. Entonces, el castillo se llenaba de vida: músicos en cada esquina, banquetes que parecían no tener fin, y danzas que iluminaban la noche como si fueran estrellas en la tierra. Hoy, había hecho lo mismo, pero no para celebrar un año más en mi vida, sino por dos razones mucho más significativas: la victoria de su hijo en la guerra contra Sargoso Saan y la confirmación de que estoy en cinta.
Mi madre me había convencido de asistir, insistiendo en que mi ausencia levantaría sospechas innecesarias. El salón estaba repleto de nobles, señores y damas, todos en sus mejores galas, sonriendo con entusiasmo o fingiendo hacerlo. La música llenaba el aire, y los bardos cantaban baladas heroicas sobre las victorias de mi esposo. Cada estrofa exaltaba a Maegor como el príncipe guerrero, el protector del reino, el dragón que no se doblegaba ante nadie.
Desde mi asiento elevado junto a la mesa principal, observaba el espectáculo con una mezcla de orgullo y recelo. Mi vientre aún no mostraba evidencia visible de mi estado, pero eso no había impedido que los rumores corrieran como fuego sobre pólvora. Cada mirada, cada susurro, parecía estar dirigido hacia mí, como si quisieran diseccionar cada uno de mis gestos en busca de confirmación.
—Es un gran día para nuestra casa, hija —dijo mi padre, inclinándose hacia mí mientras levantaba su copa—. Has asegurado el futuro de nuestra familia con este hijo.
Le devolví una sonrisa medida, sin responder. La política de mi padre siempre había sido clara: ganar al pueblo era ganar el poder. Pero yo sabía que, entre las felicitaciones y las sonrisas, se tejían intrigas y conspiraciones.
En medio del bullicio, mis ojos buscaron a Aenys. Él estaba de pie junto a su esposa, Alyssa, hablando con un grupo de señores que parecían más interesados en obtener su favor que en escuchar lo que decía. Mi hermano había adoptado la máscara de un príncipe perfecto, pero yo podía ver la tensión en su rostro. Aenys sabía que su posición en la corte se tambaleaba. Mi embarazo había cambiado las piezas en el tablero, y el rey, con su típica habilidad para aprovechar cada oportunidad, había dejado claro que el hijo en mi vientre era ahora el centro de su atención.
Un súbito mareo me invadió, obligándome a aferrarme al borde de la mesa. Mi madre, siempre atenta, colocó una mano en mi brazo.
—¿Estás bien, hija? —preguntó, su tono firme pero bajo, para que nadie más lo escuchara.
—Estoy bien, madre —mentí, respirando profundamente para recuperar la compostura.
Los días recientes habían estado llenos de ligeras molestias: vértigos, náuseas que llegaban sin previo aviso. Aunque el maestre había asegurado que eran normales, no podía evitar sentirme vulnerable. Esta celebración, que debería ser un momento de triunfo, se sentía como una prueba constante.
Mientras el banquete continuaba, el rey se puso de pie, exigiendo silencio con un gesto. El salón quedó en un silencio expectante.
—Hoy celebramos no solo la victoria de mi hijo Maegor, sino también el anuncio de un nuevo heredero que fortalecerá nuestra casa —anunció, su voz resonando con autoridad—. Un nieto que llevará la sangre del dragón y asegurará el futuro de los Targaryen.
Los aplausos llenaron el salón, pero yo no podía dejar de sentir que las miradas se clavaban en mí con más intensidad. Entre las expresiones de alegría y admiración, distinguí otras más discretas: envidia, malicia, sospecha. Sabía que el desafío más grande no estaba en mi vientre, sino en los secretos y mentiras que rodeaban a esta corte.
Maegor aún no estaba aquí, pero cuando regresara, la fuerza de su presencia sería suficiente para aplacar cualquier duda. O, al menos, eso quería creer. En algún rincón del salón, escuché risas apagadas, seguidas por un susurro que apenas logré discernir.
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OUR LOVE ──maegor targaryen
Fanfictionᴏᴜʀ ⎯⎯⎯ belonging to or associated with one or more people. ໒꒱ Donde Maegor solo tiene ojos para su dulce Viserra, pero el deber y el amor se interponen entre lo que alguna vez uno de ellos creyó tener. ˎˊ˗ ʟᴏᴠᴇ ⎯⎯⎯ an intense feeling of deep affe...