MAEGOR
Con cada día que pasaba, la guerra se intensificaba. El peso de las batallas se dejaba sentir en cada rincón del castillo, en cada soldado, en cada murmullo de las gentes que vagaban por los pasillos. Las noticias de la guerra llegaban con regularidad, algunas buenas, otras malas, pero lo cierto es que nunca dejaban de mermar nuestra moral. La flota de Sargoso Saan, antaño una amenaza formidable, ahora se veía asediada por nuestras fuerzas. Habíamos debilitado sus barcos, destrozado sus suministros, pero a un costo mucho mayor del que me hubiera imaginado. Poco a poco, nuestros hombres iban cayendo, y con ellos, las esperanzas de una victoria rápida.
A mis lados, Aethan Velaryon y Ser Osmund Strong luchaban con la misma fiereza, ambos hombres comprometidos con nuestra causa, pero yo sabía que, sin importar cuántos estemos, la batalla nunca es ganada por el número, sino por la voluntad. Y esa voluntad, la nuestra, era férrea.
—Las flotas restantes de Sargoso Saan se están reagrupando en el lado norte de la isla —informo Aethan, su rostro grave y la preocupación latente en sus palabras—. Tienen cuatro lunas que no atacan, aunque les han dado tiempo a nuestros hombres de recuperarse, algo están tramando.
Mi mirada se deslizó hacia el horizonte, donde las velas enemigas se alzaban contra el mar. Cuatro lunas... Una pausa demasiado larga. No me gustaba. No me gustaba el hecho de que nos hubieran dado tiempo. La guerra no era cuestión de pausas. Cada respiro que les otorgábamos, cada minuto de inacción, era un segundo más para que sus planes se fraguaran.
—No me gustan las pausas, Aethan —respondí, mi voz grave como un trueno que retumbaba en el aire. Las heridas aún me calaban hondo, pero el impulso de la batalla, el hambre de victoria, me mantenían de pie. Mi costado sangraba, mi cuerpo ardía por el esfuerzo, pero lo que importaba era la victoria, no el dolor.
Aethan asintió, pero en su rostro, aunque era un buen comandante, había una ligera sombra de duda. Quizá él también veía lo que yo veía: un retraso peligroso.
—Tal vez esperan un refuerzo. O quizás... —hizo una pausa, el pensamiento que se formaba en su mente no le gustaba—. Están buscando una debilidad que podamos haber dejado.
Aethan era astuto, pero yo ya lo había calculado todo. Los enemigos que nos quedaban no podían permitirse esperar mucho más. No mientras nosotros tomábamos la iniciativa. No mientras yo aún respiraba.
—No hay descanso para un príncipe de dragones —le respondí con firmeza. El viento salado de los Peldaños de Piedra azotaba mi rostro, y la sal me ardía en los labios. Pero no importaba. Lo que importaba era la guerra. Era la sangre. Era la victoria.
Me giré hacia Ser Osmund, que había estado callado hasta ese momento, observando cada movimiento con la precisión de un espadachín. Sabía que mis hombres, aquellos que quedaban, necesitaban acción, no palabras. Pero incluso en mi propio cuerpo, la debilidad me arrastraba. A cada paso que daba, la herida en mi costado me recordaba que la vida no es eterna, y que todo esto podía terminar en cualquier momento.
—Mi príncipe, no puede seguir luchando con esa herida —dijo Osmund, su tono grave, preocupado. Pero yo lo miré con una sonrisa torcida.
—No puedo darme el lujo de detenerme —respondí, con la mandíbula apretada. La sangre me empapaba, sí, pero no había tiempo para preocuparme por eso. —Este juego está lejos de terminar.
Sabía que la batalla se iba a librar, de una manera o de otra. Si no era aquí, sería en otro sitio. Pero esta guerra no iba a ser ganada con palabras. No con dudas. No con dudas sobre lo que valía mi vida. Mi reino. Mis dragones.
Nos quedaba una única opción: atacar antes que ellos pudieran reagruparse. Y así lo haría.
—Que los hombres se preparen —ordené a Ser Osmund. Mi voz, pese al cansancio, sonaba como un rugido. Luego, me giré hacia Aethan. Sus ojos, reflejando una preocupación más profunda que la que él intentaba ocultar, me miraban con una pregunta que no hacía falta hacer. —Esto no es solo por Rocadragón. Es por todo lo que está en juego.
![](https://img.wattpad.com/cover/355827990-288-k661228.jpg)
ESTÁS LEYENDO
OUR LOVE ──maegor targaryen
Fanfictionᴏᴜʀ ⎯⎯⎯ belonging to or associated with one or more people. ໒꒱ Donde Maegor solo tiene ojos para su dulce Viserra, pero el deber y el amor se interponen entre lo que alguna vez uno de ellos creyó tener. ˎˊ˗ ʟᴏᴠᴇ ⎯⎯⎯ an intense feeling of deep affe...