Sí, mi señor

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Miércoles, lo que significa, nuevamente en clases, de historia en este caso, la verdad lo único interesante de esta clase es el maestro, que es muy guapo. Miro hacia los lados viendo a mis compañeras y podríamos decir que la gran mayoría babea por él, tampoco es para tanto, lo que lo aventaja es que es más joven que el resto de maestro, incluso creo que es más joven que Will.

Volviendo al punto central, hoy extrañamente no estoy sentada sola como siempre, si no que, un chico se sentó a mi lado, me emociona saber que puedo tener un amigo, sin embargo por lo que comentan ciertas chicas, han dicho diferentes cosas sobre él, algunas cosas malas y unas buenas, como siempre creo yo, lo que sí puedo asegurar es que se llama Alex, lo dijeron más de una vez, sólo espero que él sí me hable y no me ignore como el resto.

Cuando vivía con mi madre... tampoco tenía amigos, sólo tuve uno y los demás se apartaban de mí como si yo tuviera alguna enfermedad contagiosa, es triste mirar al resto en sus grupos y una sola, para mi un tiempo existió Hugo, era un año mayor y pasaba gran parte de los recesos conmigo y nos íbamos juntos a casa, después dejó la escuela... pero seguíamos siendo amigos porque vivíamos cerca, sin embargo, un día desapareció y al tiempo dijeron que encontraron su cuerpo en el bosque, muerto supongo, no quise ir a su funeral, para mí él sigue vivo y está por allí, haciendo de las suyas.

Vuelvo a concentrarme, empiezo a escribir y tomar apunte de lo que el maestro habla, no puedo seguir bajando mis notas o Will me matará.

-Hola- escucho la voz de mi compañero de puesto, Alex, casi en un susurro, lo miro y me sonríe, se le forman hoyitos en sus mejillas, es tierno.

-Hola- susurro y siento un leve sonrojo en mis mejillas, ya no recuerdo lo que es hablar con alguien de mi edad o hablar simplemente con alguien que no sea Will.

-Nueva, ¿verdad? - asiento aunque no es del todo cierto y le hago una seña con el dedo apuntándolo.

-¿Yo?, no, tuve unos problemas al inicio del semestre, jajaja- ríe suavemente y yo le sonrió sin entender del todo su extraña sonrisa.

La clase de historia terminó, guardo todas mis cosas y me dispongo a salir del aula, pero siento que alguien me toma del brazo, me doy vuelta encontrándome con Alex, no sé qué tan normal sea esto, pero me siento nerviosa.

-¿Pasamos el receso juntos?, sé que no te juntas con nadie- dice lo último guiñándome un ojo sonriendo, lo miro con una sonrisa, de igual forma desconfió un poco, por qué no tiene amigos, por qué quiere estar conmigo... tal vez esté un poco paranoica ya, maldito Will.

-Si claro, pero me gustaría saber qué "problemitas" tuviste- digo haciendo con los dedos las comillas, necesito saber si no es el clásico chico problemático, no quiero meterme en algún problema y después Will me mate. Él sólo ríe y asiente, caminamos por el pasillo hacia las áreas verdes del instituto, nos sentamos bajo un árbol y él me empieza a contar cosas de su vida. La verdad es muy divertido, pero con lo poco acostumbrada que estoy a esto de tener amigos, siento que me marea con tanta conversación, a ratos me pierdo de lo que dice, pero en sí es agradable y me hace reír.

Llego a casa un poco cansada después de la clase de ballet, hoy fue un muy buen día para mí, se podría decir que casi tengo un amigo. Alex me contó algunas cosas, una de ella era que no tiene muy buena reputación con los maestros en el colegio por ser muy "bromista" con todos, esto me dice que no es tan buena influencia y que quizás podría meterme a mi en problemas, además que tuvo algunos problemitas, como él los llamó, unos días antes que yo iniciara el año académico, porque según él, le hizo una bromita al rector y casi lo expulsan del instituto, definitivamente espero que haya cambiado, no soy el tipo de chica que hace bromas al resto. Pero gracias a su padre sólo se fue por intercambio por unos dos meses a otro instituto en otro país y por lo que me contó ahí todo era muy estricto y para él fue un real castigo, aún me río al recordar su cara de desagrado al contarme y los castigos que le hacían hacer allá, desde limpiar pisos hasta los baños, ojalá mis castigos fuesen así y no que me azoten hasta llorar...