Capítulo 17.

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Solo quedaban unas horas para que el sol saliese de nuevo, y para que Aris se fuese de la isla, Maui. 


Solo quedaban unas horas para que la historia de Aris y Alana terminase como todos querían desde un principio; Separados.




"Querido y odiado Aris, no hay una sola historia de amor que tenga un final feliz, si es amor no tendrá final; y si lo tiene, no será feliz."




Se quedaron quietos. Estaban allí mismo, casi a su alcance, y, al mismo tiempo, parecían estar a miles de kilómetros de distancia.




-¿Qué haces aquí, Aris?- murmuró la chica con voz suave, como si fuese lana de oveja.


Tragó saliva lentamente. -Vine a despedirme de una manera digna.- extendió el brazo agarrando la mano de la chica, sin obtener respuesta.


-No me gustan las despedidas.- bajó la mirada. 


-A mí tampoco.- dio un paso al frente, que los dejó a corta distancia. 


Acarició la suave mejilla de la chica. Haciendo que sus miradas se encontrasen de nuevo. 



Aris besó los labios de Alana con pasión, dándole todo, demostrándole cuánto la quería y que era totalmente de él. Y aunque no tuviese explicación lógica, todo parecía brillar con ella a su lado. 


La chica aturdida se separó, pero luego, sin pensar, le volvió a besar. 



Un amor prohíbido, y tan deseado.


Aris cogió a Alana por la cintura, y ella le pasó sus largas y preciosas piernas alrededor de la cintura del chico. 



Los besos iban más largos, parecía que no necesitasen respirar. 



"A veces te hace daño, pero te gusta, te estresa, pero te encanta, y te enferma pero te fascina."



Alana temblaba un poco. No sabía qué pasaría, pero quería que pasase.



Aris se acostó en la cama encima de ella, acariciando y besando cada centímetro de su cuerpo. 


-¿Va a doler?- susurró ella sonrojada. 


Querido y odiado Aris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora