6: Luhan (I Parte)

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–¿Puedo saber a dónde va? – preguntó una voz detrás de mí y al voltearme vi a Luhan ahí con su imperturbable sonrisa; seguro que ya lo había leído en mi mente así que rodé los ojos con molestia. –De verdad quiero que podamos llevarnos bien, señorita Amelia. – dijo mientras yo me ponía las botas para irme.

–Pues a mí no me interesa mucho llevarme bien con usted. – dije sin mirarlo.

–No me siento cómodo si se marcha sola. – dijo y yo bufé sarcástica.

–Si me marcho sola es porque Tao está con Yifan-ssi, ¿no? – dije con molestia. –¿Hay algún otro peligro del que no estoy enterada? – pregunté y lo miré por encima de mi hombro.

–¿Qué tal si espera por Chanyeol-ah? – preguntó y yo suspiré rendida al tiempo que me levantaba.

–No, gracias. Dijo que iría a entrenar con Baekhyun-ssi y Chen así que no pienso quedarme a esperar. – dije secamente y luego pensé en Kai que seguía rondándome la mente.

–No. No regresará pronto. – dijo y yo me volteé a verlo con los ojos entrecerrados en sospecha y enojo. –Kai, quiero decir. Está bastante avergonzado de su comportamiento. – dijo y yo bajé la mirada. –Quisiera decirle que puedo llevarla a él, pero en ese caso sólo Yifan-hyeong puede hacerlo y no ahora. – dijo y yo asentí.

–Da igual. Supongo que en algún momento regresará y entonces hablaré con él como es debido. – dije más para mi misma que para Luhan.

–¿Va a caminar? – me pregunte de pronto y lo miro altanera y me cruzo de brazos.

–¿Para qué pregunta si puede ver la respuesta en mi mente? – él sonríe y asiente al tiempo que baja las gradas a mi nivel en el zacate.

–En ese caso... Me gustaría acompañarla en su caminata, señorita Amelia. – dijo y yo lo miré sospechosa. –No planeo nada. En realidad me gustaría ver si hay algo que pueda decirle para que confíe en mí. – dijo y en mi mente le grité que podía empezar por dejar de leerme la mente. –No lo hago adrede, sus pensamientos son inusualmente altos. – dice y yo lo miro confundida.

–¿Dice que soy ruidosa? – le cuestiono ofendida.

–No exactamente, pero... La voz en su cabeza es muy nítida y el volumen es imposible de ignorar. Es la forma en la que la percibo; a veces los pensamientos de las personas son bastante confusos y sus voces no son precisamente entendibles... usted es... diferente. – dijo con una sonrisa amable.

–¿Es bueno? – pregunté curiosa y él asintió.

–Me hace sentir cómodo y en confianza; para alguien como yo, confiar en las personas es difícil... más cuando puedo saber lo que piensan. Usted es transparente y veo fácilmente la razón de que hyeong la necesite. – dijo y yo fruncí el ceño.

–Espero que quiera explicarme algo, Luhan-ssi. – le dije molesta y él me hizo un gesto para que nos encamináramos en el sendero del bosque.

–Digamos que he discutido esto muchas veces con Yifan-hyeong y siento que puedo escuchar sus dudas y decidir si puedo o no responderlas. – dijo con las manos a su espalda.

Lo miré de reojo suponiendo que de todas formas me escucharía pensar, pero Luhan me parecía un tipo inocente; el tipo caballero que es demasiado decente para su propio bien. No creería que fuera posible que hasta el momento me hubiera hecho daño adrede, pero tampoco había sido del todo honesto.

–Y lo siento, pero... Me gustaría explicarle un poco el por qué de mi evasión y la del resto. – dijo y yo lo miré mientras caminábamos. –No puedo revelarle el asunto de la maldición de hyeong porque si lo hago, el proceso no sería el necesario. Por decirlo de alguna manera; necesitamos que todo ocurra de la manera más natural posible y ni siquiera estoy seguro de si hyeong no ha hecho ya más de la cuenta. – dijo mirándome con sospecha.

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