El bosque está freso, hay una brisa agradable mientras camino y me gusta la sensación del zacate húmedo en mis pies. Es algo extraño estar aquí, pero ha sido extraño desde que conocí a Sehun y continúo pensando que hay algo más grande que sólo yo viajando a través de algunos paisajes y conociendo a chicos extraños.
Me gusta la hojarasca y mirar hacia las copas de los árboles por dónde apenas se pueden ver rayos de luz colándose con precisión haciendo pequeños círculos en la piso lleno de hojarasca.
Me gusta el musgo que se adhiere a los troncos de los árboles o las mariposas que salen volando cuando paso muy cerca de los arbustos. Es un lugar muy hermoso y me siento muy calmada mientras camino por aquí.
El camino por el que voy pasando en estos momentos se ensancha y al terminar de subir la pequeña colina me encuentro con un claro rodeado de árboles; el pasto es muy suave y hay una enorme flor blanca al pie del árbol más grande de todos los que he visto...
Es tan grande que el pétalo que toca el suelo sirve de cama para un niño; me acerco lentamente viendo como algunos animalillos del bosque buscan escondite con rapidez debido a mi intrusión.
Lo miro desde una distancia prudente y me percato de que es un niño hermoso, su rostro es perfecto, luce tan tranquilo y sereno que no quisiera despertarlo, su ropa es blanca de pies a cabeza y su cabello también.
–¿Hola...?– digo con voz baja, pero tan pronto el niño abre los ojos y me mira desaparece de ahí en un abrir y cerrar de ojos.
De pronto ya no hay pájaros cantando y todo se torna muy silencioso; yo no puedo creerme lo que acaba de pasar, pero recuerdo que Sehun podía controlar el viento y Tao el tiempo así que esto no debiera ser más extraño que eso.
–¿Eres Kai? – pregunto con voz alta y mirando entre las copas oscuras de los árboles esperando verlo colgando de alguna rama o escondido entre las hojas.
–¿Quién eres? – pregunta una voz tenue desde algún lugar a mi alrededor; es obvio que no le gusta que esté aquí, pero quizás sea la persona a la que busco.
–Yo... no, no lo sé. ¿No conoces mi nombre? – pregunto nerviosa mientras continúo mirando a mi alrededor.
–¿Por qué conocería yo el nombre de una niña a la que nunca he visto? – pregunta y escucho cierta burla en su voz que me hace enojar, es distinto a Sehun en cierta forma, pero comprendo de dónde viene.
–Soy amiga de Sehun y Tao. ¿Los conoces? – pregunto y entonces se aparece de la nada junto a mí haciéndome caer al suelo del susto.
Cuando alzo la mirada para verlo me percato de que es más hermoso que cualquier otro niño que haya visto en mi vida y es extraño pensarlo de esa forma ya que no recuerdo nadie más que a Sehun y Tao.
Sus ojos son grandes y llenos de cosas ocultas, quizás ahora sólo sean las travesuras de un niño, pero cuando sea mayor se convertirá en picardía y provocaciones... me sorprendo del pensamiento porque no podría saber el tipo de persona en la que se convertiría Kai algún día...
–¿Qué tanto miras? – pregunta de pronto arrugando su frente y la nariz como si le disgustara que lo mirara tanto; yo le niego y le extiendo una mano para que me ayude a levantarme, pero él sólo se cruza de brazos arrogantemente. –¿Cómo conoces a Sehun y Tao? – pregunta y frunzo el ceño al levantarme.
–Somos amigos. – le digo arrogantemente imitando su postura y veo que realmente le ha molestado que lo dijera, pero no me importa, pero entonces me empuja de vuelta al suelo. –¡Yah! – le espeto con molestia y él desaparece y vuelve a aparecerse unos metros más lejos de mí.
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Call You Mine
Romansa–No entiendo.– dije monótonamente mientras observaba los amables ojos color miel de mi abuelo; lo notaba más cansado y debilitado desde la última vez que nos habíamos visto. –Hay cosas más grandes que nosotros mismos, Mia. A veces no entendemos lo q...