7: Kim Jongdae (I Parte)

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Supuse que de verdad estaba afectada por todo lo que había pasado; sobre todo que Yifan-ssi me había besado y yo no podía sacarme la sensación del cuerpo.

Me había devuelto a la mansión con el corazón en la garganta y llena de nervios, próxima a explotar de todas las cosas prohibidas que el tipo había despertado en mi cuerpo y mente.

Había ignorado por completo la mirada sabionda de Luhan y la preocupada de Tao para continuar mi camino hacia el otro lado, hacia la carretera; sentía la necesidad de caminar sin cesar y agotar mi energía hasta que sólo quisiera dormir por el resto de mi vida y no tuviera tiempo de pensar en cómo me había sentido al ser besada por Yifan-ssi.

–¡Dios santo! – grité desesperada cuando me encaminaba hacia el pueblo con el rostro encendido y las hormonas alteradas.

De verdad, parecía una adolescente, que con todas las sensaciones y el hormigueo que me picaba las palmas de las manos y otros lugares de mi cuerpo en los que no quería pensar.

¡Para mi desgracia! ¡Para mi desgracia estaba bueno el muy idiota!

–¡La maldición! ¡Por todos los cielos, Mia! ¡Era la maldición la que tenías que averiguar! – grité molesta conmigo misma, pero sin dejar de caminar a gran velocidad calle abajo.

Debí haber previsto algo de ese tipo, pero de verdad me era difícil pensar cuando él estaba tan cerca con sus impenetrables ojos bicolor y su imponencia; era complicado siquiera funcionar apropiadamente y cada vez que lo pensaba me daba cuenta de que él tipo pudo haberme desnudado ahí mismo y yo no me hubiera quejado... no realmente, por lo menos.

–Maldito idiota. ¡¿Quién demonios se cree?! – espeté furiosa deteniéndome en medio de la carretera y volteándome en la dirección de la casa para fulminar el espacio vacío; obviamente no me creía lo suficientemente valiente para hacerle frente a ese tipo, pero al menos debía mantener mi orgullo intacto. –Esto es una promesa, Yifan-ssi. – dije con la voz fuerte imaginando que lo tenía en frente. –Esta fue la primera y será la última vez que me toque de esa manera. – dije haciendo un gesto con la mano y lanzando una patada al aire.

A mi mente regresaron las vívidas imágenes de su rostro y las sensaciones como si él mismo se hubiera dado cuenta de mi reto y entonces decidiera echarme en cara que me había sentido realmente bien.

–¡Yah! – grité de nuevo; a estas alturas no me parecería extraño que él también pudiera leerme la mente y no le gustara mi promesa. –Puede estar seguro de que no me volverá a besar nunca más en esta vida ni en la siguiente. – amenacé a la nada.

–Oh, se está poniendo bueno. Me gusta. Debimos traer algo de comer. – dijo alguien detrás de mí y al darme la vuelta vi a Chanyeol, Baekhyun y Chen ahí de pie simplemente mirándome.

Chen parecía bastante divertido; Baekhyun me miraba casi disgustado y Chanyeol tenía las mejillas rosadas y los ojos abiertos como platos. Claro... yo hablando de ese tipo de cosas en plena carretera.

–No... no es lo que parece que decía. – dije de pronto y la sonrisa de Chen me molestó demasiado, pero como hasta el momento no lo había tratado preferí no liarme con él.

Faltaba que me tomara en malos ojos como lo hizo Kai y entonces tendría que cuidarme de dos tipos... tres, si cuento al demonio Yifan-ssi.

–Adelante, parece que hyeong te tocó y besó de maneras que no te gustaron. Somos mayores de edad, lo sabes...– dijo Chen divertidísimo con mi dilema, pero parecía que Chanyeol estaba a punto de romper a llorar.

–Nuna...– dijo con la voz muy baja. –¿Hyeong te ha besado? – preguntó y yo abrí la boca varias veces, pero no fui capaz de defenderme o decir algo a mi favor.

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