Narra Fox
Poco a poco sentía una agradable calidez y mis ojos se sentían más ligeros, sentía una luz que me calaba un poco y fue entonces que abrí lentamente los ojos. Había despertado, de milagro, había despertado.
Lo primero que noté es que estaba en la habitación principal de la cabaña, cosa que me intrigó bastante. Examinando alrededor, vi que estaba acostado sobre algo firme y grisáceo, un pelaje que no dejaba de parecerme el más atractivo que haya visto; era él. Wolf.
Él estaba dormido, sin camisa, solo vistiendo su pantalón, junto a mí. No recordaba cómo llegué ahí, hasta llegué a pensar que era un sueño. Traté de levantarme, pero sentí algo de dolor en mi cuerpo y, examinándome, vi como varias de mis heridas habían sido tratadas.
Tenía gasas, vendas y solo portaba yo un bóxer lo que me hacía creer qué había sucedido. Fue él quien me trajo y me trató las heridas, incluso, me ayudó a recuperarme de la hipotermia que estaba por acabarme.
Me sentí tan afortunado y conmovido por lo que hizo, parecía una señal de que aún está él allí, el verdadero Wolf.
Pero... no puedo aceptarlo.
Tal vez solo lo hizo por lástima y aún no quiere que sea parte de su vida. Es comprensible, yo no soy quien debe acompañarlo para toda la vida, no soy tan bueno.
Él merece a alguien mejor.
Sabía que yo no tenía cavidad en su vida, por lo que, solo decidí alejarme yo mismo, antes de echarlo a perder.
Me levanté, teniendo cuidado de no despertarlo para solo irme y, aunque doliera cada movimiento, no podía detenerme, había tomado una decisión.
Lentamente, salí del cuarto, tomé un abrigo, me lo puse y luego, con dificultad, salí de la cabaña. Como ya era de día y estaba despejado el clima, solo caminaría hasta llegar a una gasolinera o tienda de autoservicio y llamaría a alguno de mis amigos para que me lleven a la ciudad.
Esto es lo mejor, yo simplemente no aporto nada en su vida y si se quedara conmigo, desperdiciaría su vida. No lo logré, de nuevo.
Caminé un poco lejos de la cabaña, subiendo una colina, lamentándome de todo esto.
Pero lo oí.
- Wolf: ¡Fox! – Escuché cómo me llamaba desde la lejanía.
Volteé temeroso atrás y lo vi, estaba parado en la entrada de la cabaña, viéndome fijamente. Muchas cosas sentí en el momento.
Felicidad, alegría y amor, sin embargo, también sentí miedo, ansiedad y angustia; era difícil siquiera describir ese momento pese a que lo viví en carne propia.
Lo que, sí, pasó por mi cabeza, fue alejarme de él, aunque no tenía claro si fue por su bien o por mi integridad, por lo que, empecé a huir de él.
Nada bueno puede salir de esto.
Volteé por instinto y vi que había comenzado a perseguirme. Tenía muchas dudas e inquietudes, solo quería desaparecer de su vida, por su bien. O el mío.
Narrador
<Hace unos momentos>
Después de poco tiempo de que el zorro abandonara la cabaña, el lupino fue despertando poco a poco ya que sentía que algo le faltaba. Buscó con su mano aquello que faltaba y cuando no lo halló, despertó rápidamente. Abrió el ojo y se asustó al no ver al vulpino.
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Destino archivado
Romance"Un lobo plateado heredará una gran compañía de prestigio. Tiene la vida resulta. Pero un día contratará a un zorro, que pondrá en perspectiva su vida". Wolox Puede contener violencia, lenguaje vulgar, lenguaje fuerte y contenido para mayores. Leer...