—Pasa —dice Amadeus luego de que Poe toca la puerta de la habitación.
Hemos pasado total atención a su transmisión luego de que Eris, no de muy buena gana, le dijera que Amadeus lo estaba esperando.
Porque sí, obviamente el club tiene cuartos para encuentros de... todo tipo.
Bueno, Poe abre la puerta y entra. La habitación es bonita, aunque no es la gran cosa, hay una enorme cama en el centro, un minibar, un sofá. Es básicamente un cuarto de motel.
Amadeus está parado frente al minibar sirviéndose Whisky en un vaso. Poe avanza sumisamente hasta detenerse en medio de la habitación.
Ya a partir de aquí no vamos a poder ver sus expresiones, pues Eris no está cerca. Solo tenemos la visión de Amadeus, que parece un titán capaz de aplastar a cualquiera que se le pare al lado. Capaz de dominar, de someter, de utilizar a su nuevo juguete a su más cruel antojo...
Eso es lo que supongo que hará, porque directamente le da la orden a Poe, aun de espaldas mientras sirve su bebida:
—Quítate la ropa.
Incluso me pregunto si veremos lo que obviamente sucederá a continuación. No sé cómo Poe procederá para atraparlo, pero seguramente seguirá el juego de obediencia, fingiendo ser un chico dócil y callado justo como parece ahora.
Bueno, no estoy segura, pero verlo desnudarse y hacer las cosas perversas que siempre menciona no es algo que yo quiera, por lo que considero mirar a otro lado o quizás salir de la sala...
—No. —Poe de repente se niega a desnudarse.
Tate y Archie lo sueltan al mismo tiempo, atónitos:
—¿Qué?
Damián no puede creer lo que hemos escuchado.
—¿Y ahora qué demonios hace? —gruñe, viendo todo en pantalla—. Primero salió a cantar cuando claramente le dijimos que no llamara la atención, ¿y ahora qué está pasando? ¿por qué se desvía de todo lo planeado?
Siento que me pongo pálida. Concuerdo, ¿está diciendo que no a lo que debe decir que sí? ¿por qué?
Por primera vez en toda la noche me azota un miedo, una punzante preocupación por la apuesta que Poe hizo sobre matarme. He pensado que mi mejor opción es que él la gane para que Damián no le pida asesinarme.
Aunque eso no me garantiza nada, pues Poe puede ser el que se lo pida a Damián. Sin embargo, tengo la leve sensación de que Poe no perdería la oportunidad de ser él quien se cobre lo que le hice a su mejor amigo.
Aferrándome a eso es que pienso que es mejor que Poe gane. Pero, ¿y si pierde? Me encuentro preguntándome, ¿y si Poe falla?
«Maldita apuesta. ¿Por qué dejé que sucediera? ¿Por qué tuve que sentarme, asustada? ¿Por qué siempre mis miedos son mayores a mi valor?».
En la habitación del club, Amadeus se vuelve hacia Poe, ceñudo por su respuesta. Entonces, todo da un vuelco drástico, y no, no empieza a suceder el juego de sumisión que esperé, sino que Poe comienza a actuar de una forma incomprensible.
—Voy a admitir que lo disimulas bastante bien —le dice él a Amadeus, empezando a moverse por la habitación en su dirección. Y esta es otra cosa incomprensible: su voz ha cambiado por completo. Ni rastro de ese tonillo ronroneante y coqueto, en su lugar su tono es tan serio que hace que su voz suene más grave.
Amadeus se ve peligrosamente desconcertado por la osadía de la "mercancía".
—Nadie lo nota ni nadie lo notará —continúa Poe, como si le concediera cierta admiración a su... ¿mentira? Pero, ¿de qué está hablando? Nadie entiende. Yo no entiendo. ¿Amadeus entiende?—. Excepto alguien como yo, claro. —Se encoge de hombros con simpleza.
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DAMIÁN - PARTE 2 © [subtítulo pendiente]
Paranormal¿Y si nada terminó con la pregunta? «¿Damián?, ¿quién es Damián?» Eso es lo último que Padme Gray recuerda, junto al hecho de que despertó de nuevo en su casa, en donde las cosas y las personas parecen estar en sus antiguos sitios. El retorcido p...