Being a girl ➳ Luhan

Cap. 22

Tenia que hablar con Yunrim. Ahora.

Había esperado tres días y en esas 72 horas no había hablado con ella. Estábamos en descanso y para mi sorpresa, no estaba en el comedor como siempre. No probé siquiera un bocado de mi almuerzo. Dejé a todos hablando solos y me fui en busca de mi amada.

Para empezar, necesitaba saber por qué me dio las gracias aquel día. Si sigo picado con eso. Segundo, quería que me confirmara de una vez si le gustaba o no. Hacerme falsas ilusiones no estaba en mis planes.

Pero, claro que si la respuesta era no, yo lucharía por ella.

Corrí escaleras arriba hasta llegar al piso de su grado. Había muchos alumnos y la mayoría me miraba. ¿Acaso no venían mayores acá? Asomé mi cabeza por varias puertas, hasta que di con ella. Estaba con Soohye y Hoseok. Hoseok.

Yunrim se percató de mi presencia rápido y yo pude notar su miedo. ¿Miedo? Le dijo algo a Soohye y Hoseok, ambos asintieron y antes de que pueda acercarme, estos dos últimos se acercaron a mi.

— ¡Hey Luhan! ¡Amigo!— Hoseok pasó su brazos por mis hombros.— ¿Te acuerdas de mi?

— Claro que lo hago.— Respondí avergonzado.

— ¡Que bien!

— Si me permiten, quiero hablar con Yunrim.

— Pero es que ella... ella...— Balbuceó Soohye.

Mis ojos siguieron a Yunrim, esta prácticamente estaba huyendo del aula. Me alarmé y en ese momento mandé a la mierda a ambos, salí de ahí yendo tras Yunrim.

— ¡Yunrim!— Grité por todo el pasillo.

Detuvo su paso, pero después aceleró aún el paso.

Oh no.

Mis pasos aceleraron hasta correr y ella lo hacia también. No quería lastimarla o asustarla más, pero tomé de su brazo, frenándola.

— Eh Luhan, yo...— Tartamudeó.

— ¡¿Qué diablos te pasa?!

— ¡Todo es culpa de Minseok!— Se soltó de mi agarre bruscamente.— ¡Ugh estúpidos hermanos mayores! ¿Él te lo dijo verdad? Estoy segura, babo... ¿cómo pudo?— Parecía que hablaba más para ella misma que conmigo y pronunciaba todo muy rápido.— ¡Es un traidor!

Me estaba desesperando. La tomé de los hombros y la sacudí un poco. Se veía tan alterada, pero a la vez tierna.

— ¿De qué estás hablando? No entiendo nada.— Solté una risita.

Por un segundo su rostro se torno aliviado.

— ¿Él no te dijo que me gustas?— Pero entonces, se confesó ella sola. Su cara estaba roja y su mirada clavada en el piso.— Soy una idiota.

La solté lentamente. No le creía. Di dos pequeños pasos en reversa y en ese momento, la cara me dolía por mi enorme sonrisa.

¡Maldita sea, si!

¡Lo había admitido!

¡O algo así!

¡Pero todos lo entendimos!

Duda número dos, resuelta.

— Espera un segundo.— Dejé de lanzar puños en el aire.— ¿Huías de mi porque te gusto y Minseok me lo dijo?

— ¡¿Entonces si lo hizo?!— Me miró enojada, bueno, su tono era el enojado.

Ups. Lo siento, Xiumin.

— Eh... algo así.

— Lo voy a matar.

— Yunrim es estúpido.

Ella me miró sin comprender. Seguro lo mal entendió.

— ¿Es estúpido que me gustes?— Preguntó ofendida, llevando sus manos a la cintura.

— ¡No!— Grité rápido.— Digo, es estúpido que huyas se mi por eso... osea, yo estoy enamorado de ti desde hace años, no hay porque hacerlo o sentirse avergonzada.

— Oh.

Y una vez más, su rostro se tranquilizó y mostró una pequeña y traviesa sonrisa con sus mejillas ligeramente coloradas.

— Entonces te gusto...— Sonreí como idiota.— ¿Estás consiente que este es el mejor día de mi vida y probablemente termine en el hospital al final del día?

— ¿Terminar en el hospital?

— Mi corazón está latiendo tan rápido que siento que explotará. No quiero quedarme sin corazón, Yun.

— Que cursi.— Soltó una risita.— No terminaras en el hospital o algo por el estilo. ¿Entonces lo tomaste bien?

— ¿Tú que crees?

— Al parecer muy bien.

Ambos reímos por un segundo. Ahora no sabia que hacer, estaba aquí, parado como un completo idiota frente a ella. Pero... ¿qué podía hacer? Mis sentidos estaban completamente bloqueados, su voz diciendo que le gustaba era lo único que pasaba por mi mente. Yo no había sentido tan feliz... nunca.

— Yun...— Jugué con mis pies.— ¿Tú crees que podemos intentarlo?

Eso no era exactamente lo que iba a decir, pero lo dije. Yunrim sonrió y asintió levemente.

— Seria una tonta si dijera que no.

Me voy a desmayar. Lo juro. Mis piernas están temblando.

Me había permitido conquistarla y ella aportaría. ¡Esto está de joda! Pero no podía empezar tan rápido, no sin antes dejar aclarado y resuelto el tema de Luxia.

— No sabes lo jodidamente feliz que me pone.— Confesé.— Pero antes, quiero dejar todo aclaro con Luxia.

— ¿Aún sigues con eso?

— Es que... siento que hice mal.

— No Luge~, no lo hiciste.— Sonrió y tomo mis manos.— ¿Sabes por qué te di las gracias aquella vez?

¡Diablos no! ¡Y era lo que quería saber!

— Nope.

— Es porque me enseñaste a no temerle al amor y darme otra oportunidad, pero no solo tú, Luxia también ayudó.— Sonrió.

— Solo para estar seguro, ¿no estas molesta, cierto?

— ¡Que no!

— ¿Por qué no?

— Porque sé que no querías lastimarme.