Cap. 11 [Blair & Ollie]

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— Vamos, Hanna está a punto de irse, no se va a enterar de que salimos de casa ¡No seas amargada!—dijo la más pequeña de las Rivadelli mientras miraba con cara de súplica a Hayle.


— No Helena, no quiero que vayamos. Podemos tener problemas o Hanna se va a enojar con nosotras—negó la rubia con los brazos cruzados sobre su pecho.
— Hanna no va a enterarse de nada, seremos precavidas para que no lo sepa—tomó sus manos y puso ojos de cachorro— Tengo un plan y en teoría, si saldríamos con permiso.

— ¡NO! y ya no insistas, mi respuesta no va a cambiar. ¿Pero por qué tanta urgencia de ir a ese lugar? Además eres menor de edad, no es apropiado. Deberías de pensar un poco más en Hanna y en no preocuparla tanto, ella tranquilamente pudo haberse desentendido de ti y dejarte con papá.
— Hanna no haría eso—habló la menor en voz baja— Ella jamás nos dejaría solas con él.
— ¿Ahora entiendes mi punto?—la miró con un poco de desaprobación— En esta semana ya le has robado dinero a Hairen, te has escapado, estás saliendo con alguien que es mayor, si no piensas en tu hermana, que te abrió las puertas de su casa, por lo menos piensa en ese muchacho ¿Te pusiste a pensar en los problemas en los que lo meterias si papá se entera? ¡Madura de una vez Helena! La paciencia de Hanna no va a durar toda la vida.

— ¡Hanna, Hanna, Hanna! es lo único que sabes decir—rodó los ojos, aunque en el fondo sabía que tenía razón— ¿Por qué no te mudas tú con ella si tanto te gusta lamerle las botas?
—Porque si confía en mí y no soy un dolor de cabeza, por eso no necesita tenerme cerca y controlar que no cause problemas todo el tiempo como a ti—dijo de manera grosera pero inmediatamente se sintió mal por hablarle así.

—Pirqui in mi si cinifii miñi miñi mñi...

Hayle estaba a punto de responder cuando la puerta se abrió y ambas quedaron en silencio.

— ¿Saben si Hanna ya está lista? Se me hace—hizo una pausa— corrijo, se nos hace tarde—Dante habló sin apartar la vista de su teléfono.

Ambas hermanas se quedaron en silencio mirando a aquel hombre con un gesto de asco.

— No, no sabemos donde está y podrías tocar la puerta, no está de adorno—dijo la menor con un poco de molestia por la acción del moreno.
— ¿Qué haces tú acá?—la rubia lo miró con una expresión totalmente seria.

— ¿No es obvio? ¿O eres estúpida? Vengo por tu hermana—antes de que pudiera terminar de hablar Helena lo interrumpió.

— Vuelves a decirle estúpida a mi hermana y me aseguraré de que las Armys y las Swifties te destruyan estúpido—dijo con tono amenazante.

Dante se limitó a mirarla con confusión al no tener idea de lo que estaba hablando.

— Seguramente tu eres la niña problema—rodó los ojos y las miro a ambas— tenemos la cena con los patrocinadores y espero que su hermana se haya arreglado como me gusta, a la altura de un hombre como yo y no use sus tacones de prostituta barata de medio metro que parece que robo del closet de Hairen. Hoy tiene que dejarme bien, sonreír ante los inversionistas, ser agradable, una buena chica.

INEFFABILE AMOREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora