Conociendo un lado de ella

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Sin pensarlo, le estreché la mano, y una calidez y seguridad inundó mi cuerpo. Ahora puedo observar bien su rostro, un pelo castaño oscuro, ojos verdes, nariz pequeña y labios rosados con un tono pálido. No me arrepentiría de decir que era guapa, pero no es el momento de ligar. -Con respecto a mi nombre... No lo sé, así que llámame como quieras- A lo que ella contestó -Ya que tu trabajo será investigar conmigo... Te llamaré D, de detective. Si te preguntan el nombre completo, invéntatelo, ya que en tu estado y sabiendo lo peligroso que es revelar la información, no harás amistad con nadie eternamente. Puede sonar triste pero...- Y la curiosidad me picaba... Esta chica, ¿quién era? Fijo que no era una empresaria o algo así, por lo que pensé que podría ser una agente de policía. Le miré con la pregunta en los labios -¿Eres policía? Sabes mucho- y posterior a ello, rió levemente. Supongo que en este estado se me ve inocente -No tendría por qué revelar lo que soy. Puedes ser de una mafia o algo e ir a por mí... Nah, no tienes pinta de mafioso. Soy la jefa de investigación policial con respecto a casos de narcóticos y asesinatos- Supongo que oír aquellas palabras me hicieron sentir mejor.

-Deberías cambiarte porque vas a coger un buen resfriado. Deja que te traiga ropa, seguro que tengo algo para tí- yéndose, supongo que a su cuarto a buscar algo. Yo decidí desnudarme en la entrada para no empapar su casa. ¿Vergüenza? Más bien es que no me apetecía coger un resfriado. Posterior a esto, vino con ropa y me aconsejó ducharme para sentirme bien, cosa que hice y me calmé. Una buena ducha caliente y ropa nueva. Salí del cuarto de baño sin arreglarme ni nada, y ví que ella estaba en ropa más cómoda. El pensamiento de que era amable y arriesgada a su vez, no abandonaba mis neuronas y el mismo impulso eléctrico las recorría una y otra vez. Decidí sentarme en el sofá y contarle cómo desperté y lo que hice. Después de un buen rato hablando, supongo que le entró sueño, ya que bostezó -Tengo sueño... Creo que debería descansar y tú igual, a partir de mañana nos pondremos a resolver este caso. Puede que tuvieras un accidente y tengas amnesia pero...- cortándole el habla enunciando algo que se me pasó por la cabeza -pero no tengo lesiones externas visibles... Ni dolores internos, y estos cortes me los hice con una ventana, además de que no es normal pensar que como confies en alguien...- Pues sí... En mi cabeza reinaba la desconfianza del mundo exterior a esta casa, y tenía el presentimiento de que algo había pasado, pero bueno, ahora tocaba descansar, así que decidí darle las buenas noches a Rebecca, que me miró un tanto extrañada por lo anterior, y decidí quedarme frito en el sofá con la ropa puesta... Era una camisa blanca bastante planchada, unos vaqueros oscuros y me dió una corbata negra por si me gustaba, cosa que acepté, ya me la pondré mañana, ahora sólo quiero dormir. Cerré los ojos y caí dormido al instante, me sentía cómodo.

Horas más tarde, notaba que la luz del sol se colaba por las cortinas, pero seguía frito, me encontraba bien así. También recuerdo oír a Rebecca marchándose y volviendo al rato, cuando oí su voz -Hey, D, despierta... En vez D de Detective, D de Dormilón- dijo entre risas, y me decidí por abrir los ojos -A-ah... Buenos días, qué rápido pasó el tiempo...- estirándome posteriormente y levantándome con todo el pelo revuelto -Son las 12:07 de la mañana, has dormido más que yo, que he salido a comprar cosas y ropa para tí ya que supongo que no sabes adónde ir y vas a pasar un tiempo aquí... Esto me pasa por ser buena. No te lo tomes a mal, era una broma, realmente estoy bien si puedo ayudar a alguien- Después de esto, me dió unos calcetines y unos zapatos negros que conjuntaban con la corbata, era fácil de poner, así que lo hice. Mi camisa se encontraba muy arrugada, pero sólo me la remangué, y me abroché los vaqueros, ya estaba listo para hacer cualquier cosa. -¿No quieres ni un peine ni cambiarte...?- me preguntó mientras me miraba -No, sólo quiero recordar si lo hacía o no antes, entonces me decidiré por hacerlo. Es hora de trabajar duro- dije decidido con una sonrisa.

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