Grand Finale

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Tan sólo terminar de hablar la batalla comenzó. Como siempre, tengo la mala suerte de pelearme con quien no debo, porque a pesar de ser un delgaducho, sabía bien cómo podría dejarme en el sitio. Sin duda, los combates mano a mano no se me daban bien, y es que es justo lo que pensaba mientras recibía una gran somanta de palos. Me caí al suelo y miré de reojo a Rebecca, que creo que hacía más que yo. -Hahahaha, de veras, "D"... ¿No es triste que vayas a morir aquí por tu incompetencia? Nos harías un favor a todos...- Se tomó su tiempo para arrodillarse mientras ponía sus manos en mi cuello. De repente, la presión aumentaba y apenas podía tomar aire, este se agotaba. Rebecca intentó acercarse pero fue en vano, pues William pudo asestarle un golpe y tuvo que volver a centrar la atención en su propia batalla. - Vamos mujer, ¿no era yo quién se llevaba toda tu atención? Hahahah- Qué mal... Para él, el "pobre" se llevó un rodillazo en la boca, tenía pinta de doler y yo ya empezaba a ver todo borroso. ¡No pienso morir aquí! Rebecca, por el desconcertante golpe a William, pudo acercarse pero las turbulencias del avión hizo que esta se cayera. William rodó y Mike me soltó un poco del susto, tomé aire y pude presentarle el suelo a su nariz. -¡No te creas que te vaya a dejar ganar tan fácil!- Iba a volver a golpearle, pero entre que aún estaba apenas sin aire y tuve que toser y... Que salí volando por las turbulencias... ¿Adónde diablos se dirije este puñetero avión? -¡D, cui-...! Rebecca rodó y William detrás mía, creo que con la mejor intención de todas: Vengarse de mí por haber currado a su hermano. Menudo golpe me llevé en la espalda, y para colmo también quiso hacerme conocer el suelo, pero gracias a las turbulencias, de nuevo me salvé, aunque me estampé contra una pared y esto sí que dolió. Por los altavoces escuchamos la voz del piloto. -40 minutos para alcanzar el destino- Tras esto, sabíamos que no teníamos mucho tiempo, pero ellos tampoco estaban en buenas condiciones.

Volvimos a la pelea, ahora yo estaba contra William y Rebecca contra Mike. Creo que es como si siguiera luchando contra el mismo. -Oye... Realmente te tenía ganas a tí- Dijo esto mientras me mostraba el cuello con un gran corte. -¿Sabes que esto me lo hiciste tú? No sabes cómo dolió, esperaba a poder vengarme de tí lentamente cuando todo terminara pero... Se ha torcido un poco. Ahora sí que acabaré contigo- No puede ser... ¿Fue a este tipo al que le clavé el cuchillo en el cuello? ¿No murió? Entonces... Mike en el MoonBallad no era Mike, era William. Con razón anda cabreado ahora conmigo, y yo que le iba a preguntar si echábamos una partida al parchís, por supuesto. No es tiempo para bromas, sin pensarlo, se lanzó a atacarme. -¡Te voy a matar!- Pude zafarme de su agarre dándole un puñetazo en los pulmones. Corrí para alejarme hasta un sitio seguro, no quiero que me dejen más como un cromo. No me presté mucha atención a mí mismo, pero ya tenía un labio reventado, seguramente alguna brecha y más moratones por el cuerpo. ¿Cuando se va a acabar esta tortura para mi cuerpo? Sólo me quedaba luchar un poco más, pero he de usar la cabeza, y más viendo que había cogido un cuchillo que había tirado por el suelo. Genial, ahora me quiere hacer una autopsia en vivo, y viendo cómo lo hacía en el MoonBallad con la comida, sigo sin retirar lo que pensé: No dejaría ni que me trate una apendicitis. Ahora o me las ingeniaba rápido o acababa en un depósito de cadáveres. Podía escuchar cómo se acercaba entre risas. Me atacó con el cuchillo una y otra y otra vez. Para mi suerte, podía arreglármelas aunque me cortaba un poco a veces, y escuece, escuece mucho. Rebecca iba bien, a Mike lo estaba medio matando a codazos una y otra y otra y otra vez. Otra turbulencia fuerte y volvimos a salir todos volando contra una misma pared. Tuve mala suerte, mucha mala suerte, y cuando digo mala suerte, me refiero a que me habían trinchado el brazo con un cuchillo, y no puedo describir con palabras lo que dolía. Sé que a continuación yo estaba en el suelo, me levanté como pude y tuve que quitarme el cuchillo, tuve que hacerlo rápido. Mike no estaba por ninguna parte y Rebecca le reventó una botella de alcohol a William en la cabeza. Me arranqué la camisa y la usé para parar la hemorragia del brazo. Me costaba moverme, así que me quedé apoyado contra la pared. - Vais a morir, no os dejaré... ¡Aaaaaaah!- William era duro aunque no lo pareciera. Se abalanzó encima de Rebecca y le comenzó a golpear sin compasión repetidas veces. La pobre Rebecca estaba sufriendo mi fallo. De repente, vi arder a William y andar dando tumbos y chocarse con varias paredes mientras gritaba. -20 minutos para llegar, repito, 20 minutos-

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