Recuerdos... Nuevas Memorias...

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Y esto es lo que sentía... La más fría de las heladas, de nuevo, invadía ya no mi corazón, sino mi vida para acabar conmigo. ¿Un último suspiro? Creo que ni siquiera podría, ya no tenía fuerzas... ¿Hace cuánto desde que comencé a vivir este infierno? Por mucho que tratase de recuperarme, por mucho que tratase de vivir, nunca podía. Mi voluntad, mi fe, mi esencia... Estaba corrupta, corrupta porque me ceñía a desentrañar algo que estaba borrado para siempre. Yo dejé de existir para todos, ahora soy otro, pero nunca lo admití de verdad. Sea quien fuese, morí una vez y renací con el propósito de acabar con ese infierno que asolaba al mundo... ¿Pero es esta mi recompensa? ¿Volver a morir? Quizá es injusto, quizá es lo mejor, quizá ya esté demasiado ciego y este sea el descanso que busca mi cuerpo... Pero... Pero... ¡No! ¡No anhelo esto! ¡Quiero vivir, no aceptaré morir, no otra vez!... Escucho voces, siento presión, pero no puedo abrir los ojos... Un temblor me sacude levemente sin cesar... Y así hasta pasada una hora... Muchas voces, demasiadas... Luces blancas me ciegan una tras otra... ¿Qué ocurre? Siento tanto dolor que no llego a experimentarlo como es debido... Estoy tan cansado que quizá ni pueda respirar... No tengo fuerzas para seguir... Creo que estoy colgando de algún lugar pero... Sería tan cómodo soltarme... Heheheh... De tan sólo pensarlo, un cosquilleo recorre mi cuerpo suavemente y es agradable. Tengo tanto sueño que podría dormirme en cualquier instante pero unos pitidos resuenan en mi cabeza. A pesar de todo esto, no quiero soltarme. Creo que si me suelto, si dejo de resistir... o de luchar, nunca más tendré la oportunidad de hacerlo. Perderé de vista la cima que tanto me ha costado alcanzar...

Es como si hubieran pasado eones. Sigo cansado, con ganas de soltarme, con ganas de soltar un suspiro aún sin ser capaz, pero... Me siento más fuerte... Esos pitidos que resuenan se han vuelto más constantes, más intensos... No puedo estar aquí para siempre. Quiero alzarme sobre lo que he conseguido, quiero sonreír a gusto por aquello que he hecho, por lo que he logrado junto a otros... Cómo me gustaría celebrarlo en compañía entre risas, hablando de temas triviales y sin ninguna preocupación que corra más allá de un -A ver quién paga la cuenta-... Aun así, siempre parecía tan cálida y acogedora la idea de dejarse caer... Cada vez que miraba debajo mía, observaba un abismo que parecía que jamás iba a terminar. ¿Qué es esto? ¿Acaso es cierto que divago en un limbo? ¿Es esta una oportunidad que se me ofrece sobre el vivir o el morir? Tengo el poder de decidir y podría descansar por siempre, en un sueño sin fin, imaginando... Creando... Todo aquello que desee... ¿Y las memorias? Son a partir de lo único que puedo crear... ¿Muerte o Vida?... Basta de una vez, esto tiene que acabar de una forma u otra... Lo haré, no importa cuán dolorosa pueda ser la vida, cuán injusta sea, porque escalaré esta maldita montaña, porque ansío vivir, porque anhelo recordar... Pero no unas memorias antiguas, sino unas memorias nuevas. No soporto la idea de perder, no soporto rendirme... ¡Me niego a morir!

FLASH

Abrí los ojos... De nuevo. Esta vez todo era diferente. Recordaba cosas, desde el despertarme en aquel callejón, conocer a Rebecca hasta la lucha junto a Sullivan y su rebelión y caer en un avión en medio de la nada... Ya no me despertaba tirado sin nada a lo que aferrarme y mojado en mitad de una llovizna... Ahora, estaba en una cama, tumbado, viendo cómo el sol de la mañana ilumina hasta la más oscura de las esquinas de mi habitación. Estaba arropado en varias mantas y sentía una gran calidez. Miré a mi alrededor. Sin duda, esto debía de ser un hospital... Entonces... ¡No estoy muerto! He logrado vivir, he logrado engañar a la muerte una vez más y no dejar que me arrebate nada... Me siento orgulloso, me siento eufórico... Todas estas emociones sientan muy bien. Observé el cardiograma y la verdad es que registraba unas lecturas normales. Ya no estaba en peligro. Intenté hablar pero tosí. Alguien debió de oírme porque entró corriendo. Era un doctor. -¿Cómo se encuentra? ¿Puede oír lo que digo? ¿Ve con claridad?- Me examinaba con rapidez y se le veía contento. Supongo que a un doctor debe de llenarle el corazón ver que una víctima se recupera. -Sí... Es... Gracias, estoy bien.- Suspiró y se rió. -Creíamos que ibas a estar en coma por el resto de tu vida. Han... Pasado 3 semanas desde lo de aquello, pero aquí estás. ¿Cómo lo has hecho para vivir? Contusiones, cortes, un disparo que por suerte, no hirió una zona vital, pues una costilla consiguió parar la bala, una pulmonía, una neumonía y casi ahogarte. De veras, has burlado el propio infierno.- Todo esto me lo dijo con una pequeña palmadita en el hombro y una sonrisa. Yo también me sentía eufórico. Escuché a alguien correr, una enfermera decir que no es horario de visitas aunque... No pareció prestar mucha atención, puesto que se apresuró en entrar. -¡Amigo! ¡Estás...!- Vaya Sullivan, no sabía que eras tan emotivo, te consideraba alguien más risueño y que gastaría una broma. -No te me pongas a llorar ahora hombre... Yo también me alegro de que estés vivo- Parece que se secó una lágrima y se rió. -Ya te dije que estaría bien. ¡Yo me las apaño! Pero tú... Cuando te vimos en ese estado... Creímos que te habíamos perdido y... No, nunca hay que perder la esperanza, ¿no? Rebecca, esa chica que es de homicidios y narcóticos... Me contó tu problema, lo de la memoria... Y también ha confesado ante el tribunal que fue culpable de encubrir parte de la investigación y todo ese rollo aunque... Al final la han absuelto. Total, estaba defendiendo su vida y eso... Yo también estoy absuelto y tú... Bueno, tú ni aparecías en los archivos de ningún lado... Siento eso.- Sí, en definitiva, desaparecí... Pero ahora soy otra persona, o al menos, a eso me acostumbraré. No sabré ni dónde nací, ni mi cumpleaños, ni quiénes son mi familia. Tampoco podré decir si les quería, si me querían, ni dónde pasé la infacia... Ya no tiene importancia, estoy seguro de que en mi otra vida hice lo mejor que pude. -Bah... ¿Te vas a preocupar por eso? Tú has conocido al que soy ahora... Pues ya está, quédate con la imagen que haya dado. Oye, tengo un hambre...- Sullivan me sonrió y el doctor nos dejó hablar. -No sé bien aún cómo es eso de comer por un tubo pero cada vez que te veía... No me gustaba nada... No poder degustar la comida... Total, vamos a lo importante. Cuantito salgas de aquí, supongo que serás una especie de ídolo para muchos, una gran noticia. Y... No te preocupes por el trabajo, supongo que te darán solución y eso, como a mí... Oye... Te vuelvo a dar las gracias, de veras... Realmente diste esperanzas, estuviste en lo correcto... De repente saliste de la nada pero me alegro de que hayas salido.- Tras decirme esto me ofreció la mano y se la estreché con fuerza. -Sullivan... No hace falta que me las des. No he hecho más que nadie, todos hemos hecho lo posible, ¿no? También te doy las gracias. Estaba devastado por muchas cosas y de repente apareciste también de la nada hahahah... De veras, tengo ganas de salir de aquí y ver a todos, ver el mundo tranquilo... ¿Algo más aparte de lo que me has dicho?- Él seguía motivado, sin perder la sonrisa. -Pues... Mira, me voy a casar pronto con Lydia. Sí, la enfermera...- Estuvimos un buen rato charlando. Parecíamos dos amigos de toda la vida. Quizás es cierto que las situaciones unan a las personas fuertemente. También quería ver a Rebecca, a la auténtica fuera de este embrollo. Sí que sentía aún cosas por ella. Me trajeron de comer. Entró gente que no conocía a hacerme preguntas. Supongo que a pesar de todo, les conté mi historieta, que me dijeron que parecía un poco peliculero, pero jopé, qué quieren que les cuente. Total, tras esto, me dieron el alta a la noche. Me sentía genial, sí señor, y Sullivan no me dejaba en ningún momento. No me hicieron firmar nada, sabrían de mi situación.

Me acercaba a la salida del hospital y cuando las puertas se abrieron, vi que una gran muchedumbre me esperaba fuera y vitoreaban fuertemente. Tuve que sonreír, me sentí... muy orgulloso. Había caras conocidas de lo del grupo de Sullivan, otras para nada. Cuando me metí entre la multitud, que me dejaban paso con cuidado, me preguntaban que cómo me encontraba, que cómo acabó todo, etc... Al final llegué a un coche. Sullivan se sentó para conducirlo y yo a su lado. -¿Adónde se supone que vamos?- Me miró de reojo. -Pues a reunirnos con todo aquel que conozcas- Asentí y esperé impaciente. A los 20 minutos llegamos a un local reservado donde me recibieron y vi a todos... Todos a los que conocía. Y por último ví a Rebecca. Hablé con todos y a Rebecca la llevé aparte. Estaba tan ansioso... -Oye Rebecca, verás... Quiero decirte una cosa...- Su rostro se entristeció, miró a otro lado. -Sé que debería de estar feliz por tí, orgullosa por todo lo que hemos conseguido, no estropear la noche pero... Sé lo que me vas a decir y siento decirte que... Te engañé, no es que no me gustes, es que yo tengo... Novio, de hace unos años y...- Le corté riéndome. -¿Pero qué dices, tontita? Hahahahah, bien por tí con eso, no alardees de pareja que yo aún he de "cazar". Sólo te iba a decir que gracias y que para mí nunca me traicionaste realmente. Que me siento orgulloso, hiciste lo correcto.- Le brillaron los ojos y me abrazó. Me alegró de que no se entristeciera, ahora se le veía a gusto en la noche. Yo observé todo tranquilo sentado en la barra. La verdad es que no era lo que quería decirle. Quería agarrarla y besarla sin cesar pero... No todo sale como queremos, no siempre tenemos la suerte necesaria. A pesar de sentir punzadas... Todo se va con ver a estas personas latir de nuevo. Esta noche realmente cogí una borrachera... Me dejaron en una habitación de aquel lugar reservado. Al parecer contaban con lugar donde dormir, y cómo me alegra.
Al día siguiente me desperté, me dí una buena ducha y al parecer me dejaron ropa limpia y nueva, qué mimado me tienen, heh. Tenía que ir al ayuntamiento, cerrar todo esto de una vez por todas. Ponerme nombre, ver qué se podía hacer conmigo... En resumidas cuentas, ser un ciudadano, existir en la sociedad. Tengo fijo unos 20 y pico y creo que puedo volver a estudiar si se me propone. Bueno, me afeité, me arreglé lo mejor posible y allí fui... Me ofrecieron lugar para residir, elegí un nombre, pero siempre me mantuve bajo la D. Opté por estudiar criminología, qué mejor cuando ya tienes algo de experiencia...

¿Sabéis cuánto tiempo hace de todo esto? 6 años... 6 años y lo recuerdo como si fuera ayer. Cada sensación, cada sentimiento, cada pensamiento que surgía en mí... Jamás lo olvidaré. Hoy día... Por desgracia, sigo soltero... Ah, lo peor es que el mal sigue en pie. La gente comete estragos, locuras por doquier a pesar de estar cuerdos, o al menos, de tener la condición de cuerdos a pesar de cometer atrocidades que no se pueden imaginar cuando tu juicio aún sigue latiendo. ¿En qué ando atareado? ¿Por qué le doy vueltas a todo esto? Pues... Resulta que a veces las historias nunca acaban, no se les pone fin correctamente. Mike y su hermano... Siguieron los planes fallidos de sus parientes. Ambos provenían del seno de una familia rica y al parecer el hermano gemelo de Mike tenía la condición de "Fallecido al nacer"... Burló al propio sistema, y gracias a eso jugaron con una carta de doble número pero del mismo palo... No tuvieron hijos para seguir con los planes pero sí que mostraron al mundo lo que se podría hacer y otros, por desgracia, se perdieron en esa bruma y pretenden continuar con esos planes... No sé si debería de apenarme por ellos por ser tan... ignorantes... O por mí, por seguir atado al mismo cabo, pero prometo que acabaré con esto de una vez por todas. No dejaré que nadie se salga con la suya. No permitiré que triunfen, porque al igual que ellos alimentan al mal, yo dejaré mi legado sobre la faz de este planeta y muchas personas, aun tras mi muerte, lucharán en contra de ese mal que pretende reiniciar la mente de todos, hacernos olvidar de todo lo bueno porque ellos sólo recuerdan lo malo que existe. Aferráos a vosotros mismos, juzgad por vuestras experiencias y sobretodo, no perdáis la esperanza. El detective D se despide, se marcha para seguir con este caso abierto y tratar de cerrarlo de una vez por todas.

OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora