Deku hijo de Thena

├────┬─εCapitulo 73: La maga Sersi y la ilusionista Spriteз─┬────┤

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Las enormes puertas de la oficina del director Nezu se abrieron lentamente. Dos hombres trajeados cruzaron el umbral, escoltando a un tercero. Sus pasos resonaron con firmeza contra el suelo, el aire se cargó de tensión al instante. Sentado tras el escritorio, el director Nezu, acompañado por Aizawa y Midnight, observaba con atención a sus invitados.

Nezu: Es un placer verlo, secretario Midoriya — El pequeño mamífero inclinó ligeramente la cabeza, sus ojos brillando con curiosidad mientras recibía al padre de los peliverde.

Hitashi: Ahorre las formalidades —El tono de Hitashi era cortante, casi gélido. Dio unos pasos hacia el escritorio del director y dejó un sobre sellado sobre la mesa—. Parece que las noticias vuelan. Mi nuevo puesto será anunciado oficialmente mañana a primera hora... pero esto no puede esperar.

Aizawa: ¿Hmm? — Gruñó el maestro, entrecerrando los ojos con desconfianza mientras analizaba a Midoriya, quien lo miraba con una mezcla de autoridad y soberbia— ¿Qué es eso?

Hitashi: Una carta — Dijo con calma, cruzándose de brazos — La cual me otorga el control absoluto sobre todas las actividades fuera de la escuela de los alumnos de primer y segundo año —Los ojos de Aizawa y Midnight se abrieron de par en par, sorprendidos por la declaración, mientras Nezu seguía tranquilo, tomando un sorbo de su café— A partir de este momento, yo supervisaré directamente todo lo relacionado con pasantías y misiones externas.

Midnight: ¡Eso es una locura! ¡No puede hacer eso! ¡Es una dictadura!

Nezu: Sí puede, profesora —La voz del director fue suave, pero cargada de autoridad. Dejó su taza a un lado y tomó el sobre, examinándolo con detenimiento— Parece que las Naciones Unidas han tomado una decisión... Pero por lo que leo, le han dado control sólo sobre el heroísmo en Japón, ¿cierto?

Hitashi: Así es — Sus ojos se estrecharon mientras miraba a los héroes— Es solo el primer paso para alcanzar mi objetivo final. Todo por un mundo libre de villanos y crímenes.

Las palabras de Hitashi eran como dagas, clavándose lentamente en el aire. Los profesores lo observaban en silencio, pero sus miradas reflejaban una profunda desconfianza.

Hitashi: Como sea... Mi primera orden como secretario de Asuntos de Heroísmo es esta: mis hijos, Izuku e Izumi, deben regresar a casa de inmediato —La última palabra salió cargada de un odio contenido que hizo que el ambiente se volviera aún más denso.

Los héroes se miraron entre sí, sus labios esbozando una sonrisa oscura que dejó perplejos incluso a los hombres trajeados que acompañaban a Hitashi.

Aizawa: Lo siento — Fue el primero en romper el silencio, captando la atención de todos— Pero en este momento... ellos están fuera de nuestra jurisdicción.

Los ojos de Hitashi se abrieron de par en par. Sintió la sangre hervirle en las venas, sus puños se apretaron con tal fuerza que sus nudillos se tornaron blancos. Las venas de su frente se marcaron con intensidad, como si estuviera a punto de explotar.

Hitashi: ¡¿Qué es lo que hicieron?! — Gritó con furia, dando un paso al frente mientras el aire parecía volverse más pesado a su alrededor.

En el aire

Ya fuera de Japón, varias naves volaban en formación, cruzando el espacio aéreo internacional. Dentro de una de ellas, los estudiantes observaban una pantalla que acababa de mostrar la reunión en la oficina del director.