── ‹ ˖͢⚝·᛫᭻ Soulmate ☇ ₍ Bangchan & T/n ˶ࣳۜۘۜꪶ♡͙۪۫ ..

Capítulo 22.

Todo tiene un origen, recuérdalo, nada surge de la casualidad y las conductas humanas no son la excepción.

- ¡¿Qué hice para ser castigada con una hija como tú?! Estoy harta de tu mediocridad, pero te lo advierto Haneul... un citatorio más y yo misma te mataré.

Ojalá mi madre se hubiera tomado la molestia de escuchar lo que en realidad sucedió ese día en el colegio, pero tratar de tener una conversación con ella era un caso perdido, su afán por sentirse dominante y con la última palabra le causaba satisfacción. En mi opinión, mi madre estaba amargada y molesta con la vida.

En algún punto me volví una persona solitaria, apartada y sin un interés genuino por los demás.

¿A quién recurres cuando el lugar que se supone debe ser tu refugio se encargó de destruir tu autoestima y dignidad? El cutting era mi escape, mi forma de liberar todos esos sentimientos mortíferos y deprimentes, quizás no fue la mejor opción, pero no encontré otra manera silenciosa de ayudarme.

No todo era malo, pese al acoso de las chicas en el colegio, tenía una mejor amiga, alguien que siempre me incluía en los trabajos escolares y trató de defenderme en los momentos difíciles sin importarle las consecuencias.

- ¿Te aceptaron?

- ¡Sí!, ¿No estás feliz? Cumpliré uno de mis sueños. - Haewon siempre había sido una chica linda y entusiasta, seguro que triunfará y se convertirá en una de las mejores Idols de la época.

- C-Claro... felicidades, Wonnie.

¿Qué otra cosa podía decirle? Había visto como las chicas que se enlistaban para audicionar y quedaban, perdían la humildad y los padres no las dejaban tener amistades con cualquier persona. Sinceramente, no quería que sucediera lo mismo con Haewon, si perdía su amistad, también perdía la única luz que me mantenía con vida.

La abracé para completar la felicitación, pero jamás había hecho nada más falso que aquello.

Al cabo de unos días, Haewon empezó su entrenamiento y su asistencia en el colegio disminuyó, no le entendí bien cómo era el acuerdo para que pudiera terminar sus estudios con la asistencia mínima, pero daba lo mismo, lo importante es que estaba viviendo su sueño, escucharla y verla feliz era suficiente para compensar su ausencia en el colegio.

Un día tras la golpiza de mis agresoras, Haewon apareció en el horario de salida, lista con gasas, ungüento para golpes y banditas. Siempre supo qué hacer.

- Deberías decirle a los profesores, esto no puede seguir así, Haneul. - el tono de voz fue distinto, algo cambió.

- No te preocupes, en un par de semanas me libraré de esa jauría e imagino que por eso estás aquí, ¿cierto?

- Claro, mis padres vinieron conmigo para solicitar la información de graduación, ¿tan pronto pasaron los tres años de secundaria? - aquel comentario me molestó, ¿cómo podía decirlo de esa forma tan alegre y relajada?

- ¿Rápido? Ha sido un infierno...

- No seas tan pesimista, no todo fue malo. - por supuesto, la etapa de secundaria fue generosa con Haewon porque no solo pasó la audición y comenzó su entrenamiento, al parecer también tenía buenas ofertas para continuar sus estudios superiores. Tenía motivos de sobra para decir que el tiempo pasó volando. - Por cierto, quería invitarte a un evento especial.

- ¿Un evento?

- Algunos chicos están participando en un proyecto debut y pronto darán un pequeña presentación, tienes que venir.

Llegando a casa le pedí permiso a mi madre aunque supe su respuesta de antemano.

- ¿Perdiste la razón?, ¿Cómo puedes considerar siquiera el asistir a un evento cuando tienes las peores calificaciones y tu futuro está en riesgo? - lo sabía, no tenía derecho a divertirme un poco, no premian a quien no lo merece. - ¡Deja de hacerte vaga y busca un empleo! Está claro que no valdría la pena enviarte a la preparatoria.