Memento mori.

Huellas.

Nacemos. Poco a poco crecemos. A lo largo de la vida van apareciendo una serie de personas. Algunas igual que llegan, se van. Otras llegan y se quedan contigo, siempre, pase lo que pase.

En un momento de tu vida tendrás que tomar una elección. Tienes dos caminos que puedes escoger, es tu decisión, solo tuya. Uno de los caminos puede ser bueno y el otro puede ser incluso mejor, nunca sabrás cuál es cual. Pero elijas el que elijas, será bueno, pase lo que pase.

No importa cuántas veces tropieces con la misma piedra, sino cuántas veces te levantes y, cada vez que lo hagas, lo hagas con más fuerza que la anterior, demostrando que nada puede contigo. Que cuantas más batallas superas, con más fuerza afrontes la siguiente.

Más personas que vienen y van. Otras que siguen ahí, contigo, desde el principio. No importan cuántas sean las personas que han pasado o cuántas quedan por pasar. Todas dejan huella. Una huella imborrable. Algunas tan profundas que no importa cuánto tiempo pase, porque, a fin de cuentas, hay huellas que permanecerán ahí hasta el fin de los tiempos. Siempre contigo.