Vale la pena decir que fue una semana genial. Jugaron al quidditch, rieron, contaron bromas y compartieron encantadoras tardes bajo el árbol de Albus, quien había dejado de ignorar a Tamara y podría decirse que estaban volviendo a ser amigos.
Esa paz y tranquilidad solo podía ser afectada por una cosa; la llegada de James Potter a la madriguera. Pero no cualquier James Potter. No. Era un James Potter tres veces mas arrogante, soberbio, celoso, resentido y molesto.
-Fosforito, ya son las diez- dijo la voz de Rose sacudiéndola- Hey, despierta.
-Hmm- gruño Tamara, dándose vuelta y tapando su cabeza con la almohada.
-Tamara, levántate- dijo, esta vez mas fuerte y sacudiéndola aun con mas fuerza. La chica volvió a gruñir y trato de apartarla con un movimiento de la mano- Bien, no me dejas opción- tomo su varita- ¡Aguamenti!
Rose no había contado con que Tamara permanecería intacta al agua, tenia problemas para recordar todo eso de que era una semidiosa y que su padre era Poseidon. Esto la tenia bastante preocupada, ya que ella era Rose Weasley y jamas se olvidaba de nada.
-Te odio- le espeto Tamara sentándose en la cama con el cabello rojo fuego perfectamente peinado hacia atrás. Había usado los poderes para no mojarse.
-Oye, ¿recuerdas cuanto tiempo ha pasado desde que llegaste?- le pregunto la zanahoria al fósforo.
-Una semana,¿verdad?- respondió rascándose la cabeza, para luego soltar un bostezo.
-Ajá- confirmo Rose- ¿Y sabes lo que eso significa?
La semidiosa no tuvo tiempo para contestar, ya que la puerta se abrió de golpe dejando paso a un James Potter con expresión despreocupada y su típico porte arrogante.
-Oye Rose tu madre te...- le estaba diciendo a su prima, cuando reparo en la presencia de Tamara- Wow, bonito cabello. Pero creo que aun me gusta mas el rubio.
-Si, a mi también me gusta mas- mascullo la chica antes de ponerse de pie, tomar ropa apresuradamente del cajón y salir de la habitación hecha una furia, no sin antes darle un buen empujón a James.
Rose miro a su primo con una ceja alzada.
-Hey, tu madre en verdad te busca. Yo ni siquiera sabia que ella estaba aquí- se defendió ante la mirada de su prima.
-La tienes muy difícil,- le dijo dándole unas palmaditas en el hombro, y luego lo dejo solo en la habitación.
James bufo, frustrado. Paso las manos por su cabello alborotandolo aun mas de lo normal, y se lanzo de espaldas en la cama que sabia que era de su hermanita pequeña. Tanteo su bolsillo buscando eso de lo que no se separaba hacia una semana; lo encontró y lo saco. La fina tobillera dorada con un dije en forma de M atravesado por el nombre de su rubia-ahora-pelirroja.
-¿Sigues aquí?- le espeto la chica volviendo a entrar en la habitación, ahora su cabello era rubio al igual que siempre, lo llevaba recogido en un moño y estaba vestida con un short, una remera de tirantes ajustada y sus converse negras. De su cuello colgaba el collar con el dije en forma de Fénix que le había regalado Albus para navidad. La chica lo observaba con el ceño fruncido mientras el la miraba de arriba abajo;- Potter, ¿se te perdió algo?
-Auch, eso dolió- dijo al escuchar que lo llamaba por su apellido;- Y si, se me perdió algo llamado mi mejor amiga.
-Pues algo habrás hecho para perderla- respondió irónica- Romper una promesa, quizás.
-Espera un minuto- la freno, sonriendo de lado al tiempo que se ponía de pie y caminaba hacia ella;- Yo prometí que no jugaría contigo, y ese beso no fue ningún juego para mi. No rompí ninguna promesa.
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Las Mellizas Nott [EN EDICION]
FanfictionTamara era una potterhead irremediable, que vivia con su madre y sus dos hermanos mellizos. La chica tenia vagos recuerdos de su padre, pero solo lograba recordar con nitidez la mirada de este. Al finalizar su ultimo año de primaria en una escuela p...