Capitulo 40: Declaraciones

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James estaba sumamente nervioso. Alborotaba su cabello una y otra vez. Tamara estaba sentada frente a el en su cama, ya al borde de la exasperacion.

-James Sirius, ¿puedes decirme de una puta buena vez que demonios te pasa?- preguntó ella.

-¡Es dificil! Diablos- exclamó.

-Estoy aqui hace veinte minutos- dijo Tamara seriamente- Fred nos matará, dijo que debiamos llegar antes que el resto a cenar porque tenia que decirnos algo importante.

Luego de la batalla, se habia organizado una cena en La Madriguera para todos los chicos del campamento y amigos cercanos a la familia. En parte para celebrar la victoria, y en parte para recordar a los que los habian dejado. 

Ellos estaban en la habitacion de James, a donde el muchacho la habia arrastrado para poder hablar con ella.

-Tienes razón-dijo James, y soltó un suspiro;- Solo... quiero que me perdones. Y quiero que sepas que quiero estar contigo, no soportaria ser tu amigo, no soportaria verte ser feliz con otra persona. 

-Pero cuando yo...

-Cuando tu estabas con Albus, eramos unos niños- la corto el- Tamara, te amo. Nunca crei que pudiera cambiar y renunciar a todo por una persona, pero lo haria por ti. Y lo haria una y mil veces, no tengo la mas minima duda sobre eso.

-James, no lo sé...- balbuceo ella- Marilyn, el bebé...

-No es mi hijo- dijo él rapidamente- Esta mañana llego una carta del Ministerio, Marilyn dejo una carta asegurando que no era hijo mio y luego se esfumó. Nadie supo mas nada de ella.

Sin saber porque, a Tamara la recorrio un escalofrio.

"Cuidado con Marilyn" habia dicho Fred.

Sus ojos comenzaron a escocer;- James, en verdad, no lo sé...

-Si ya no sientes lo mismo, esta bien- dijo el rapidamente- Yo no voy a forzarte a nada, me esforzare por volver a tenerte. Ya lo dije y lo vuelo a decir; te amo. Como nunca ame a nadie y como jamas amaria a nadie mas.

-¿No sentir lo mismo?- explotó ella- ¡James! Lo unico que pienso es en ti. Me siguen doliendo todas y cada una de las promesas que no cumpliste. Recuerdo ese ultimo beso como si fuera ayer, desde hace tres años. Recuerdo la ilusion de que me hayas enviado alguna carta cada vez que veia a Percy llegar al palacio de mi padre, James. ¿Como te atreves a pensar que yo no te amo? ¿Piensas que estaria aqui ahora si no fuera asi? ¿Piensas que no hubiese vuelto a las profundidades? ¿A vivir como la hija de un Dios, una princesa? Te aseguro que esa vida es mucho mejor que esta. Y estoy aqui solo por ti y tu familia, porque los amo.

James se quedo mirandola en silencio. Sus ojos estaban cristalizados, pero no lloraba. James jamas lloraba.

-¿Sabes que me dijo mi padre el dia que te conocio?- preguntó él. Ella negó con la cabeza;- Me dijo que eras extraña, pero en el buen sentido. Que jamas habia conocido alguien con tantos golpes emocionales que se comportara en la manera que lo hacias tu. Yo no lo entendia, hasta el momento en el que nos contaste eso acerca de las promesas. Ahi comence a fijarme por cuanto habias pasado, y Merlin, despues de eso vino muchisimo mas. Tamara, te amo por eso. Porque eras una niña con el peso de tres mundos sobre tus hombros, y te las arreglaste para seguir... y yo... no lo sé.

Y ella tampoco supo como, pero James la estaba besando. 

La vocecita de su hermana en su cabeza la gritaba que estaba mal, que lo alejara, que el era un idiota. Pero ella simplemente no podia. 

Sus besos seguian siendo igual de suaves y dulces que hacia tres años. Tamara paso las manos alrededor de su cuello y el la tomo por la cintura, sentandola en su regazo, mientras seguian besandose.

Las Mellizas Nott [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora