Capitulo 37: Tenemos problemas.

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-¿Nunca cambias, eh?- pregunto tratando de ocultar su nerviosismo ante la situacion, no sabia muy bien porque lo habia seguido hasta alli porque en definitiva no se lo merecia, pero algo en ella le dijo que debia hacerlo.

El chico... o bueno, el no tan chico, se volteo hacia ella sorprendido al escuchar su voz;- ¿Tamara?

La rubia rodo los ojos;- No, soy Julianne y me teñi el cabello, idiota.

-Si, eres Tamara- afirmo James asintiendo repetidas veces.

-Creo que ninguna otra chica seria tan idiota como para seguirte hasta aqui despues de todo lo que has hecho- comento con una mueca.

James solto un suspiro;- Supuse que no iba a salirme de esta tan facil, anda, golpeame.

-¿Golpearte, Potter?- pregunto ella alzando una ceja;- ¡Por Zeus! Deberia matarte.

El azabache hizo una mueca;- Creo que tienes razon.

Hubo silencio unos minutos, en los que ambos se dedicaron a mirar el estrellado cielo y la inmensa luna que se reflejaban en la lisa superficie del lago. La cabeza de ambos daba vueltas al rededor de lo mismo "Y ahora, ¿que?"

James habia dejado a Marilyn y jamas le perdonaria que le haya sido infiel, si. Pero aun estaba el asunto de que el niño si podia ser hijo suyo, y no podria pedirle a una muchacha de diecisiete años que tuviera una relacion con un tipo que tenia un hijo. Y aun si el niño no era hijo suyo, tenia sus serias dudas acerca de ser perdonado por segunda vez.

Tamara, por su parte, estaba pensando en que de verdad lo habia extrañado muchisimo, le estaba dando vueltas al asunto de la promesa y de que el no la hubiese cumplido... en un principio haba pensado en metaforicamente cavar una tumba y enterrar alli todo lo que James Sirius Potter y ella habian vivido, pero no podia... Tal vez pudieran seguir como amigos, siempre y cuando ella no muriera a manos de Bellatrix, o de algun monstruo.

-¿Por que?- pregunto ella con voz queda, y no dijo nada mas. Sabia perfectamente que James habia entendido la pregunta.

El muchacho paso una mano por su cabello, alborotandolo, como siempre habia sido costumbre. Tallo el contorno de sus ojos con los dedos, luego dejo salir un largo suspiro y dejo caer sus brazos pesadamente sobre sus piernas.

-No lo se- respondio, pasaron unos segundos y la chica aun no decia nada;- Juro que pense que te quedarias alli, que no volverias, que estabas bien sin todo esto, sin tantos peligros, sin mi...

-¿Bien sin todo esto?- pregunto alzando ambas cejas;- ¿Bien sin ti, James?

-Creo que quise centrarme en eso porque la situacion me superaba- admitio, algo avergonzado- Era horrible no tenerte alli, con tus berrinches de niñita, hirviendo de celos cada vez que alguna chica me llamaba Jimmy, tus ataques de hambre a media noche que hacian que terminemos en la cocina... todo tu.

-Fue egoista- solto ella. Su voz estaba totalmente calmada, y eso estaba exasperando a James... el queria que ella lo golpeara y le dijera que era un idiota; tal vez eso disminuiria su culpa.

-Si, lo fue- admitio- Trate de autoconvencerme de que tu estabas bien para superar mi dolor, sin pensar en el tuyo... sabes que siempre fui asi, un idiota egocentrico que solo pensaba en si mismo.

-De las puertas para afuera, James- dijo ella en tono cansado, y fue la primera ez que su voz transmitio emocion alguna desde que habia llegado a la torre.

El azabache solto una risa ronca;- Fred dijo lo mismo.

-Porque Fred lo sabe tan bien como yo- repuso ella.

Las Mellizas Nott [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora