Las Mellizas Nott [EN EDICION]

Capitulo 35: Reencuentros 2/2

Se levanto, como siempre, antes que todas. Al parecer los años no habian modificado las costumbres. Tomo su uniforme y se metio en el baño, procurando no despertar a ninguna de sus amigas o a su hermana.

Mientras se daba una corta ducha, se puso a pensar en quienes serian los que fueron a verlas. Intento alejar sus pensamientos de James, pero no pudo. El dolor le ganaba, tal vez porque una pequeña parte de ella habia confiado en el por segunda vez.

Al salir del baño, se encontro con Rose sentada sobre el colchon en el suelo donde habia dormido.

-La rutina nunca cambia, ¿eh?-le pregunto con una sonrisa.

-Supongo- respondio encogiendose de hombros.

-Siento mucho lo de James... se que tu y el...- dijo la pelirroja.

Tamara cerro los ojos y nego con la cabeza;- No quiero hablar de eso- sonrio levemente- ¿Que hay de Scorp y tu?

-Bueno... terminamos unos meses despues de que ustedes se fueran- dijo la chica- Y seguimos cada uno por nuestro lado hasta hace dos semanas, en la estacion...

-¿Volvieron?- pregunto, con un brillo travieso en los ojos.

-Si- respondio Rose- Y... no lo sé, Merlin. Lo extrañaba tanto...

-Rose- dijo Clear con la cara contra la almohada- Por el amor a Merlin, callate y mueve tu maldito trasero de una buena vez. Es tu turno en el baño.

-Solo le estaba contando a Tamara...- se defendio la chica.

-¡A nadie le interesa tu asquerosa, babosa y melosa relacion con el rubio teñido!- chillo Venus- Muevete de una buena vez, o juro que yo me encargare de bañarte de otra manera- amenazo tomando su varita.

-Wow- murmuro Tamara- A tia Dita no le gustara eso...

-No es teñido...- contradijo, retrocediendo lentamente hacia la puerta del baño con su ropa en mano.

-¡Oh, eso es lo que te dice a ti!- exclamo Julianne, volteandose sobre su colchon con expresion divertida- Alb y yo soliamos turnarnos para teñirle el cabello...

La miro entrecerrando los ojos unos segundos.

-Rose...-advirtio Venus, apuntando su varita hacia ella.

-Mientes- sentencio, y al fin se metio en el baño.

Tamara miro a su hermana con el ceño fruncido;- Te encanta joderle la vida, ¿verdad?

-¿A ella?- pregunto con una mueca, y se encogio de hombros;- Sinceramente me da igual, mientras pueda joderle la vida a alguien.

*** 

Una vez todas estuvieron listas, salieron de la sala comun y tomaron caminos separados. Julianne y Tamara se dirigieron al despacho de McGonagall, como una de las prefectas les habia informado que debian hacer.

-Caramelos de limon- recito la pelinegra, al llegar frente a la gargola que custodiaba la entrada. Esta comenzo a girar dejando ver la escalera que llevaba al despacho de la directora. La chica fruncio el ceño;- ¿Por que siempre contraseñas tan extrañas?

Tamara sonrio, recordando los libros que la habian hecho desear formar parte de ese mundo;- Algo me dice que McGonagall no es quien elige las contraseñas...

Subieron las escaleras y llamaron a la puerta. Oyeron murmullos, sonidos de pasos y gente removiendose nerviosa. Los nervios revolvieron sus estomagos; ¿quienes se encontrarian alli?

-Pase- se escucho la serena voz de la profesora McGonagall.

Julianne y Tamara se miraron nerviosas;- ¿Lista?