-Nillwy...
Respiro hondo sin abrir los ojos mientras noto la lluvia acariciar mi rostro. A pesar de haber escuchado a Lug, no reacciono.
-¿Nillwy?
Dejo escapar el aire por la boca y abro los ojos lentamente, viendo las gotas de lluvia caer desde el cielo. Todavía puedo sentir en todo mi cuerpo lo que está ocurriendo a los pies de las montañas próximas. Todavía puedo sentir el dolor de ese bosque. La muerte. La destrucción. El llanto de los animales y de los árboles.
-Ya voy, Lug.-Murmuro, empezando a descender de mi posición en el aire hacia el suelo.
Cuando mis pies desnudos tocan la hierba mojada, vuelvo a respirar hondo y bajo la mirada, viendo a Lug a mis pies con una mirada interrogante en sus grandes ojos del color del bosque.
-Te estás mojando, pequeño.
Él asiente y sonríe abriendo los brazos. Le gusta tanto la lluvia...
Me agacho a su altura y poso una mano sobre su cabeza, sonriéndole.
-De verdad estás empapado... ¿Tanto te gusta la lluvia?
-¡Sí!-exclama, asintiendo enérgicamente y dándome un abrazo a continuación.
Rodeo su cuerpo con mis brazos y lo cargo mientras me levanto, cerrando los ojos un momento por un pinchazo en la cabeza.
-Ugh...
Le abrazo más fuerte y me termino de levantar, caminando hacia la cueva. Estoy cansado, he estado demasiado tiempo enlazado a un bosque al que no pertenezco y tardaré un rato en dejar de sentir sus heridas.
Una vez a cubierto, aumento la temperatura de la cueva y de mi cuerpo, mientras me acerco a las aguas termales.
-Démonos un baño ¿vale?-le digo a Lug antes de besar su mejilla, y él asiente.
Le quito la ropa y hago lo mismo conmigo, metiéndonos en el agua. Lo siento sobre mis piernas y le mojo el pelo.
Su cabello le llega hasta más de la mitad del cuello, y es cada vez más bonito. Su color rojizo contrasta con sus brillantes ojos verdes, y puedo peinarlo con mis manos comprobando que no deja de ser suave. Ahora que está mojado es liso, pero lo tiene ondulado, siempre recordándome al nido que se le formaba en la cabeza cuando lo encontré.
-Estás creciendo mucho.-le digo, y se voltea para sonreir.
-¡Soy gaaande!-exclama feliz.
-No, aún eres pequeño, pero cada vez crecer más.-Le doy un toquecito en la nariz con un dedo y sonrío-¡Algún día serás más grande que yo!
Abre mucho los ojos y la boca cuando escucha eso, pero entonces agarra una de mis manos y la mira, mirando la suya después.
-¡No puedo!-Dice de repente, negando con la cabeza.
-¿Eh? ¿Qué no puedes?
-No puedo sed más gande que Nillwy.-dice seriamente.
-Oh, ¿y eso por qué?
-Poque... Mmm...-arruga el entrecejo y mira de nuevo mis manos y luego las suyas, para mirarme preocupado.-Poque si soy mu gande, ¡no vas a poded conmigo!
Abro mucho los ojos asimilando esas palabras y empiezo a reír, lo que hace que Lug me mire extrañado.
-¡No te preocupes por eso! Si no puedo contigo, te abrazaré todo el tiempo-le digo haciendo lo propio, consiguiendo que se ría un poco.
-Entondes cuando sea gande, yo podé contigo-Me dice, antes de agarrar uno de mis tirabuzones verdes y observarlo.
No puedo evitar sonreir por sus palabras. Se me hace curioso pensar en él de mayor, pero es cierto que lo más posible es que crezca más que yo.
A fin de cuentas, mi apariencia actual no es más que la de un humano con unos 16 años.
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Lug.
FantasyEstoy sumido en la oscuridad, pero eso es algo de lo que tan solo me percato una vez abro los ojos y veo el sol brillar entre las ramas de los árboles. Dicen que el dolor demuestra que estás vivo. Pues bien, el erizo que dormía a mi lado se ha encar...