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–Ssssh... Pequeño, espera un momento ¿sí?–sonrío a Lug con cansancio y tomo su manita. Él me mira tapándose la boca con la otra mano.

Quiere jugar, quiere salir de la cueva... Pero ahora no puedo moverme.

Estamos al final de la primavera, y el ejército está cerca. Muy cerca. Llevo dos noches sintiendo el temblor del suelo por los caballos, e incluso aunque sea porque puedo percibirlo desde muy lejos, esa cercanía es real.

No podía retrasarlo más.

Por eso he creado el escudo alrededor del bosque. El objetivo es que al cruzarlo pasen a través de una ilusión. Pasarán por un espacio creado por mí que reproduce la apariencia del bosque... Y no pondrán un pie en el real.

Es agotador, pero es la única manera que se me ocurre de evitar el contacto bajo cualquier circunstancia. No quiero soldados recorriendo el bosque, cazando a las criaturas, talando árboles y...

Me estremezco y cierro los ojos con fuerza.

No quiero que encuentren a Lug.

Abro los ojos de nuevo y volteo la cabeza para mirarle. Parece preocupado y vuelvo a sonreír para tranquilizarle, apretando levemente su mano.

El problema es que no puedo hacer nada por que no se oiga el ruido del exterior. Sé que en cualquier momento, Lug me preguntará qué ocurre, y no sabré qué responderle.

–Nillwy...–murmura mirándome, y le miro, preparado para la pregunta.–¿Estás mal?

Parpadeo perplejo y finalmente sonrío, girándome para tumbarme de lado y estirar el otro brazo hacia él.

–Lug, estoy muy cansado. Estoy ayudando al bosque, y para eso necesito estar tumbado ¿entiendes?–Él asiente efusivamente y aprieto sus manos.–Muy bien... Quédate conmigo, porfavor. Si estás a mi lado, seguro que descanso mejor–le pido, e inmediatamente se acerca.–Gracias...–susurro, apoyando de nuevo la cabeza en el suelo y mirándole con cariño.

Se acerca un poco más y pone una de sus manitas en mi pelo, empezando a acariciarlo. No me esperaba eso, pero cierro los ojos como acto reflejo y dejo escapar un suspiro.

Las caricias de Lug son agradables. Noto mi cuerpo relajarse, y cuando abro los ojos para mirarle, me doy cuenta de dos cosas.

La primera, es que estoy más débil de lo que esperaba. Llevo apenas un día manteniendo la protección del bosque activada, pero es una magia demasiado poderosa, usada durante demasiado tiempo y en un espacio muy amplio. Me debilito rápidamente.

Lo segundo de lo que me doy cuenta es que estoy mareado. Y no entiendo la razón.

Noto la mirada preocupada de Lug y vuelvo a cerrar los ojos, respirando profundamente.

Solo tengo que aguantar hasta que se vayan.

Me aseguro de mantener mi magia funcionando incluso si me duermo. Básicamente, seguirá fluyendo hacia la ilusión y espacio creados a menos que yo voluntariamente lo detenga todo.

Es una manera de evitar que todo se deshaga si me duermo o debilito.

Se me escapa un bostezo, y me acurruco un poco, dejando de sostener la mano de Lug, que pasa a acariciarme el pelo con las dos manos. Sé que cuando despierte lo tendré todo enredado, pero no me importa. Estoy muy cómodo.

Cuando vuelvo a abrir los ojos, tardo unos instantes en darme cuenta de que me acabo de despertar. Me incorporo lentamente, sintiendo un fuerte mareo y debilidad general, y me llevo una mano a la cabeza, intentando que todo deje de darme vueltas.

Lug.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora