El aroma a café recién preparado inundaba por completo la sala de aquel departamento. El montón de apuntes en hojas de libreta y dos directorios telefónicos descansaban sobre la mesa de centro de la pequeña sala, al lado del teléfono inalámbrico que se encontraba ya descargado.
—¡Nada! – dijo con voz cansada Piers cerrando el directorio telefónico.
—Quizá Connor no está en un hotel, ¿qué tal que tenga una casa en la ciudad? – dijo Stella saliendo de la cocina con un par de tazas de café.
—Es muy posible. Ya hemos hablado a casi todos los hoteles de la ciudad y en ninguno de ellos está registrado Connor Low. Solo hay dos posibilidades para ello; realmente no está en ninguno de los hoteles, o no quieren darnos información.
—Eso también puede ser – dijo Stella dando un sorbo a su café, mientras encendía la televisión para ver las noticias – siendo Connor ahora un escritor con cierta fama, quizá ordenó que no se dijera en que Hotel está.
Las noticias anunciaban que a pesar del frío, el sol iba a salir e iluminaría parte del día. Eso era bueno, ya que la final de Brown vs Williams sería a las tres y sería desastroso que lloviera. Piers volvió a darle la vuelta al directorio telefónico buscando el nombre de algún hotel al que le hubiera faltado llamar. Cuando una noticia en la televisión capto su atención.
"En un par de minutos, tendremos una entrevista con el novelista Connor Low desde el lobby de su hotel. En su último día en nuestra ciudad."
La imagen del reportero hablando desde el lobby del hotel dejaba entre ver en qué lugar estaba.
—¡Está en el Hilton! – dijo Piers parándose de su lugar a toda prisa – ¡Vamos, debemos hablar con él hoy mismo, antes de que se vaya!
—Vamos – dijo Stella tomando su bolso y siguiendo a Piers.
No podía permitir que Connor se fuera sin que les dijera si lo que había escrito en su novela era una fantasía escrita por él, o si era la verdadera historia de su vida. Habían pasado toda la noche llamando a cuanto hotel y posada había en la ciudad. No habían dormido nada y ahora que el destino les daba la oportunidad de hablar con él, no iban a permitir que se les fuera.
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Estaba sentado en su cama, viendo sin ver el nuevo uniforme que le había llevado el coach Piers el día anterior. La tela brillante de color gris plateado que se ajustaba a sus bien formadas piernas una vez que se encontraba dentro de él y el jersey en color azul con franjas plateadas a los lados, semejando dos largos colmillos adornaban la espalda de la amplia playera junto con el número 02 que lo identificaba como el mariscal de campo de su equipo.
Aunque un nuevo uniforme no le hacía sentir mejor, él no estaba de humor para ir a jugar, además, allí iba a estar él, el capitán del equipo y la persona a la que amaba y no debía amar. ¿Pero qué podía hacer? Se dijo a sí mismo recostándose en su cama y viendo el techo.
El día anterior de nuevo había ido hasta su casa para intentar hablar con él pero Louis lo había impedido, después Zayn... ¿De qué quería hablarle?
El coach Piers le había pedido, al contarle su historia, que le diera a Niall la oportunidad de hablar. El propio Liam le había insistido, antes de irse con Zayn, que hablara con Niall.
¿Debía darle la oportunidad de que se explicara? ¿Cabía la remota posibilidad de que Taylor le hubiera mentido?
"Niall no es de los que miente" le había dicho Zayn cuando por una indiscreción le mencionó el haber visto a Taylor saliendo de la habitación de Niall envuelta solo en una toalla.